En el marco de la COP27, Danfoss pidió más inversiones en tecnología de cadena de frío para contribuir a la seguridad alimentaria al reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, reducir las emisiones y contribuir de esta manera a las cadenas de frío.

La creciente demanda de cadenas de frío confiables para entregar de manera segura alimentos y medicamentos muy necesarios a una población mundial en rápido crecimiento es un enfoque descuidado en la transición verde. 

Antes del Día de la Adaptación y la Agricultura en la COP27 —celebrado el pasado 12 de noviembre—, Danfoss solicitó más inversiones en tecnología de cadena de frío para contribuir a la seguridad alimentaria al reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y reducir las emisiones.

Dado que se espera que la población mundial crezca en casi 2 mil millones de personas para 2050, se necesitan con urgencia inversiones en tecnología de cadena de frío sostenible para garantizar la alimentación al creciente número de personas en el planeta. 

Si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero (GEI) detrás de EUA y China,  contribuyendo con 10% de los GEI del mundo. Sin embargo, con una creciente necesidad de producción de alimentos y desarrollo de la cadena de frío, surge el riesgo de mayores emisiones por la demanda de energía. Un riesgo que se puede mitigar, de acuerdo con Kristian Strand, presidente de compresores comerciales de Danfoss.

“El papel crucial de la cadena de frío es un punto global ciego en la mitigación del cambio climático. Una población en crecimiento requerirá más alimentos, pero simplemente no estamos listos para manejar eso a nivel mundial hoy”, manifestó Strand. 

El 13% de todos los alimentos producidos a nivel mundial se pierde debido a la falta de cadenas de frío, la serie continua de transporte y almacenamiento refrigerado que mantiene los alimentos a la temperatura correcta. Se estima que el alimento perdido podría alimentar a 950 millones de personas al año. 

El 13% de todos los alimentos producidos a nivel mundial se pierde debido a la falta de cadenas de frío; se estima que el alimento perdido podría alimentar a 950 millones de personas al año

Desafortunadamente, las cadenas de frío a menudo están subdesarrolladas y se pasan por alto. Esto es particularmente cierto en los países en desarrollo, donde el acceso a la refrigeración es mucho menor que en los desarrollados.

Con la tecnología disponible para reducir la demanda de energía de la tecnología de enfriamiento y construir infraestructuras de cadena de frío sostenibles, el enfoque debe estar en la acción. Las inversiones en cadenas de frío energéticamente eficientes contribuirán a la seguridad alimentaria al tiempo que reducen las emisiones y las facturas de energía.

Gran potencial en cadenas de frío

Tomemos por ejemplo el plátano. Uno de cada tres plátanos en la tierra se produce en la India. Una cadena de frío adecuada permite mantener los plátanos a la temperatura correcta hasta que llegan a los consumidores. Al trabajar con productores de plátano en la India en una cadena de frío sostenible, Danfoss ha podido ayudarlos a reducir el desperdicio en casi 20%. ¡Y mejor aún, los ingresos de los agricultores locales se triplicaron, ya que pudieron exportar sus productos a Europa por primera vez!

En estos procesos, las tecnologías de monitoreo digital desempeñan un papel clave para apoyar con controles de temperatura y alarmas, garantizando que se aplique la cantidad óptima de enfriamiento para evitar pérdidas y desperdicios y proporcionar una detección temprana de errores. El monitoreo digital también puede ayudar en el seguimiento de los envíos de alimentos, asegurando que el viaje a lo largo de la cadena de frío se desarrolle sin problemas.

“Para modernizar la cadena de frío y llevar el transporte de alimentos a su próxima evolución, debemos aumentar las inversiones para investigar los desarrollos de la cadena de frío en todo el mundo. También debemos proporcionar incentivos financieros para garantizar que se utilice la mejor tecnología disponible y de eficiencia energética, y acelerar el monitoreo digital de la logística de la cadena de frío para que la toma de decisiones sea más eficaz”, sostiene Kristian Strand. “Eso es bueno para el ambiente y para las empresas involucradas”.