En medio de la creciente crisis hídrica que afecta a gran parte del territorio mexicano, encontrar nuevas y mejores formas de gestionar el agua se ha vuelto fundamental. Por ello, opciones como la reutilización y la desalación de este líquido se han posicionado como una alternativa sustentable para hacer frente a la escasez de agua que se vive y que ha perjudicado a sectores importantes, como el industrial.
En este sentido a pesar de que la reutilización y la desalación son alternativas viables para garantizar un suministro constante y de calidad de este líquido, en México, sólo 14% del agua residual es tratada y reutilizada, según cifras del Banco Mundial. Por su parte, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha reportado que el sector industrial reutiliza menos del 10% de sus aguas residuales. En cuanto a la desalación de agua de mar, a pesar de los más de 10 mil kilómetros de costa que tiene el país, se ha dejado de lado el potencial de las plantas desalinizadoras para beneficio de la actividad industrial.
Expertos de Rotoplas se reunieron en un webinar titulado «Soluciones para disponibilidad de agua en tu empresa: reutilización y desalación» para analizar junto a Gerald Ross, presidente de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (ALADYR), los beneficios de estas dos alternativas para garantizar la disponibilidad y calidad de este líquido vital en el sector industrial, uno de los principales consumidores de este recurso.
Durante su intervención, el ingiero René Quintero, quien cuenta con más de 25 años de experiencia profesional en la industria del tratamiento de agua desarrollando proyectos industriales, enfatizó en la importancia de revalorizar este recurso en la industria, esto con el objetivo de impulsar una economía circular.
“Nuestro objetivo es hacer conciencia sobre los diferentes métodos que existen de tratamiento de agua, así como de los beneficios que tienen al incorporarse en las empresas. En este sentido, la reutilización del agua depende de cada uno de nosotros y de los objetivos que nos tracemos en materia ecológica y económica del ciclo del agua en nuestras industrias”, explicó.
Lo anterior adquiere relevancia porque el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico (FCCyT) ha reportado que las aguas residuales no tratadas representan una amenaza grave para los ecosistemas hídricos y la salud pública, con costos estimados de 57 mil millones de pesos. Por ello, “es urgente que las empresas implementen prácticas responsables de tratamiento y reúso de agua, que no sólo busquen cumplir con las normas existentes, sino también, y sobre todo, alcanzar la sustentabilidad e impulsar un enfoque de reciclaje que permita garantizar la disponibilidad de este líquido a futuro”, puntualizó Quintero.
La ingeniera Yolanda Padilla, con más de 25 años de experiencia en tratamiento de agua en empresas internacionales, explicó que “la desalación es una opción viable y necesaria para diversificar las fuentes de este recurso disponibles en México. Hoy en día, gracias a los avances científicos y tecnológicos, esta solución, que lleva aplicándose desde hace 50 años, se ha vuelto crucial para reducir la dependencia de las fuentes terrestres, que están siendo agotadas rápidamente”.
La experta de Rotoplas hizo hincapié en que México “tiene el potencial, la oportunidad y la alternativa de tomar agua de mar en una forma importante, debido a que es un país con una gran extensión oceánica. Por ello, es necesario impulsar la conciencia sobre los beneficios de esta práctica en materia económica, pero también por su impacto medioambiental y social”.
Por su parte, Ross aseguró que desde ALADYR se fomenta la aplicación de soluciones innovadoras para una mejor gestión del agua, así como la colaboración entre los sectores público y privado. Además, mencionó que en México se están haciendo los trabajos pertinentes en desalación, siendo el segundo país de América Latina, después de Chile, en plantas desaladoras con el 5.51% de capacidad instalada de desalación, sin embargo, es necesario seguir impulsando estas tecnologías.
El especialista de ALADYR explicó que según Global Water Intelligence, en México, la capacidad instalada de desalación es de aproximadamente 8.7 millones de metros cúbicos por día. Además, Ross hizo hincapié en que con las mejoras de la tecnología de desalación se han logrado recuperaciones mayores del 57% y en algunos casos hasta el 62%. Sin embargo, para el experto, “el panorama hídrico en Latinoamérica es preocupante, 163 millones de personas en la región no tienen el acceso necesario al agua potable, por ello es necesario recurrir a prácticas sostenibles, como la desalación y el reúso para garantizar más fuentes de agua que permitan asegurar su disponibilidad y calidad para uso y consumo humano”, puntualizó.
Así, conscientes de que los periodos de sequía, año con año son más prolongados e intensos, desde Rotoplas se promueven estrategias efectivas para obtener, almacenar y reutilizar agua, todo con el objetivo de evitar el «Día Cero», fecha en la que se agotaría el suministro de agua disponible. En este contexto, es imprescindible que las empresas adopten prácticas más sostenibles en la gestión del agua, a través de la inversión en infraestructura y tecnología que permitan maximizar la exploración de la desalación como una alternativa viable.