México tiene que afrontar pronto las nuevas tendencias a favor de energías limpias y formas de almacenamiento que mejoren la utilización de electricidad en el país. Estos temas ya avanzan en otros países de la región, como Ecuador, Paraguay, Uruguay o Brasil, sin embargo, en territorio mexicano aún hay mucho que avanzar.
Esto ya se evidenció en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación de 2024, el cual concentró pocos recursos para el sector energético en el tema de energías limipias, destinando la mayoría del presupuesto a la Comisión Nacional de Electricidad (CFE) y no a otros sectores de la Secretaría de Energía. El presupuesto fue de 10 mil 647.1 millones de pesos, con un aumento de menos del 4% con referencia del año pasado.
Es por eso que el avance en consumos más limpios recae, como en otros países, en la iniciativa privada y en el uso de tecnología de punta. Por ejemplo, en cuanto a la fuentes eólicas, se han desarrollado nuevas tecnologías que mejoran el desempeño de los rotores para aprovechar más eficientemente el movimiento que impulsa el viento. Por otro lado, los tubos de vacío han sido la gran innovación para captar los rayos de luz en paneles solares.
Una de las tecnologías más socorridas, y que ya se encuentra en México a través de la empresa Quartux, son las baterías de litio industriales controladas por un software con inteligencia artificial, que son fundamentales para el almacenamiento energético. Estas pueden generar hasta un 40% de ahorro en los inmuebles que se instalan, protegiendo a fábricas y otros edificios contra apagones que puedan dañar maquinarias y equipos de cómputo.
Son especialmente útiles para las empresas de industrias que tienen grandes gastos de energía, como la metalurgia o las cadenas frías; ya que este sistema regula la electricidad para cargarse cuando tiene menor costo en la red de la CFE. Así, cuando aumenta la tarifa, esta tecnología utiliza las reservas sin generar costos adicionales gracias al uso de sistemas de almacenamiento de energía eléctrica.
No cabe duda que 2024 es un nuevo año que representa una gran oportunidad para que las empresas mexicanas tengan consumos energéticos más limpios, responsables y amables con el medio ambiente, sin olvidar los beneficios en cuanto a ahorros de capital sobre las tarifas eléctricas.