La Red Latinoamericana de Protección Contra Incendio (Red Latam PCI), compuesta por 25 organizaciones, y más de 700 empresas especializadas representantes del 60% del mercado en países como Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú y República Dominicana, presentó el estudio sobre el estado actual de la regulación en protección contra incendio en Latinoamérica. 

El eje transversal de este estudio consistió en responder: ¿Qué ley respaldó el uso de tal o cual norma de protección contra incendios en Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú y República Dominicana hasta el 2023?, ¿es verdad que todos los países han tenido una regulación o sólo hacen adecuaciones parciales de normas de otras latitudes, tropicalizando las que se adecuan a sus intereses?

Alfonso Panizo, coordinador del Comité de Regulación de Latam PCI, expuso que en los dos años que duró el estudio, se registró que la mayoría de los países consultados aplican normativas nacionales de manera parcial, por ejemplo, para edificaciones nuevas, pero pasan de largo las ya existentes, y no son retroactivas. 

“Habitamos edificaciones poco protegidas en caso de un incendio; en consecuencia, las respuestas a las preguntas planteadas, han implicado, hasta ahora, soluciones técnicas sin ciencia, sin juicio de ingenierías, sin laboratorios, sin comprender la dinámica de fuego, solo porque ya están ahí, parecen razonables o porque suenan lógicas”,  destacó el especialista.

El estudio señaló que en Latinoamérica habita 8% de la población mundial; sin embargo, el 50% de los instrumentos en seguridad contra incendio utilizados no están aprobados o certificados tanto nacional como internacionalmente. Además, los medios para la extinción de incendios más instalados en las edificaciones son los extintores portátiles, las conexiones para bomberos y las mangueras, estas últimas ni siquiera son utilizadas por ellos debido a la falta de mantenimiento. Asimismo, estos aparatos no garantizan que el riesgo por incendio sea eliminado o mitigado adecuadamente, entonces ante la falta de regulación en Latam, las empresas del rubro se terminan autorregulando. Incluso la Red descubrió que hay una falta de entendimiento por parte de la ciudadanía, las autoridades con jurisdicción e industrias.

La Red Latam PCI se basa en una junta directiva compuesta por 9 miembros latinos, avalados por el Comité Consultivo liderado por Russ Levitt, ex presidente de la NFPA, la asociación referente en el continente americano los últimos 128 años. La Red está compuesta por 15 países, 25 organizaciones y más de 700 empresas especializadas, las cuales representan el 60% del mercado en la región / Fuente: Red Latam PCI / ©Red Latam PCI

Respecto a los sistemas de protección contra incendio basados en ingeniería y diseño, la gran mayoría de los edificios en la región no cuenta con sistemas de alarma, detección, notificación o comunicación, tampoco tienen construidas o señalizadas las alternativas de salida e iluminación; incluso menos del 40% de las edificaciones en esta zona cuenta con sistemas de rociadores; más del 60% de las ocupaciones no incluye combustibilidad de cubiertas de techo o requisitos mínimos para fachadas; respecto a la propagación interior, solo el 41% de las  naciones ocupa compartimentación de incendios  y el 67% lo hace de manera parcial en riesgos especiales.

Panizo Otero, ingeniero diseñador supervisor de proyectos de ingeniería en seguridad integral y safety, sistemas de control de pérdidas, y planes de contingencia para control de emergencias en materiales peligrosos, aseveró que los incendios son controlables, predecibles, en especial, en su etapa inicial, “lo cual hace mucho más difícil que sigamos creyendo que a nosotros no nos va a pasar, porque sí pasa. En un incendio sólo queda la tragedia, desolación entres los deudos y un coste alto para cada una de las naciones”. 

El rubro de la seguridad contra incendio es un ciclo, necesita regulación y fiscalización por parte del Estado, así como la configuración de organismos terceros de parte, sino no hay academia, ni universidades interesadas en promover la disciplina, ni competencia profesional de calidad, porque en este momento en el mercado hay organizaciones y personas ofertando servicios de ingeniería sin mayor conocimiento, incumbencia y corresponsabilidad. 

“Los que estamos en el rubro apelamos a la creación de una ingeniería que formule una estrategia en protección contra incendios, porque hay muy poco entendimiento en el alcance de la especialidad, entre los usuarios, las autoridades o los colegios de profesionales. Por otro lado, los que han logrado regular en materia de esta problemática, lo hacen en tres aspectos fundamentales: desarrollar la evacuación segura y confiable de todas las personas; evitar que un incendio se propague y afecte al predio vecino; así como proteger la vida de los bomberos y primeros respondientes que controlan el incendio”, sentenció Panizo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *