Por Humberto Rivas
Actualmente, los arquitectos y diseñadores se han perfeccionado en todo lo que proponen para sus proyectos respecto a la especificación, ya que el cliente final también se ha vuelto más selectivo, y de una u otra forma quiere tener lo mejor para su bienestar, pero esto no siempre fue así. Hace unos 25 o 30 años no podíamos disponer de variedad en las líneas de grifería, muebles de baño y accesorios. Prácticamente, teníamos que sugerir e instalar lo que teníamos a mano.
Con la apertura comercial, muchas de las empresas que ya tenían representación en México empezaron a traer modelos con una propuesta más sofisticada. A su vez, los fabricantes nacionales empezaron a ver esta competencia como una gran oportunidad para mejorar sus ventas, ya que al tener piezas con más diseño, éstas se volvían más codiciadas y por consiguiente les dejaba un margen mayor de ganancias. Fue cuando se empezaron a hacer colecciones completas por diseñadores renombrados, arquitectos, diseñadores industriales y artistas plásticos.
Con la apertura comercial, muchas de las empresas que ya tenían representación en México empezaron a traer modelos con una propuesta más sofisticada. A su vez, los fabricantes nacionales empezaron a ver esta competencia como una gran oportunidad para mejorar sus ventas
Esto ha permitido que el cliente final pueda seleccionar qué tipo de llaves y accesorios quiere tener en sus hogares, incluso si este cambio significa incrementar el gasto considerablemente en el consumo de muebles y accesorios.
Hay ocasiones en que este incremento se da sólo por el diseño, puesto que en realidad utilizan los mismo materiales de cualquier llave normal. No obstante, hay diseños que cuentan con adelantos tecnológicos, sobre todo en las marcas denominadas premium (como es el que cuenten con controles digitales, controles de temperatura, apertura y cierre de uso sin contacto, aplicaciones de Apps) que justifican el incremento del producto.
En este sentido, diseñadores y diseñadoras han colaborado para que esta industria tenga un crecimiento anual de más del 4 %. Nombres reconocidos mundialmente como Laura Kirar, Zaha Hadid, Jean Liu, Ami Mckay, entre otros tantos, son el genio detrás de los diseños de llaves y accesorios, y son estas firmas por las cuales los clientes finales podrían destinar una mayor inversión en su cotización.
No vendas champagne a precio de soda
Alguien alguna vez dijo: “Un país de sana economía, cuyos integrantes pueden permitirse seguir modas, tendrá un consumo más fluido que una economía deprimida, donde el consumo estará marcado por la necesidad y no por la voluntad”.
Es por eso que muchos han corrido este riesgo de estar invirtiendo en desarrollo, diseño y tecnología; mientras algunos otros, por suerte los menos, se arriesgan imitando lo que los demás hacen con su talento. Tal fue lo que me pasó con un desarrollador en la Ciudad de México.
“Un país de sana economía, cuyos integrantes pueden permitirse seguir modas, tendrá un consumo más fluido que una economía deprimida, donde el consumo estará marcado por la necesidad y no por la voluntad”
Esto de querer poner cosas que NO SON, me pasó con una desarrolladora a la que solía visitar para llevarle todas las novedades de mis materiales. Cada que tenía alguna novedad, les hacía llegar catálogos, fichas técnicas e incluso les llevaba las muestras para que pudieran ver y sentir la nueva tecnología.
Esta empresa tenía un proyecto muy grande. Un día vimos las novedades de la grifería, ya que buscaban una grifería alta para unos lavabos de sobreponer. Pedí una muestra que les había llamado la atención a la planta, ¡en España!, y me la mandaron por paquetería para poder tenerla lo antes posible.
En cuanto se las llevé, pasé a la sala de juntas para ver la grifería. Era una llave alta, con un excelente acabado y un brillo espectacular; pesada, lo cual hablaba de los materiales con la que estaba fabricada, y diseñada por un arquitecto renombrado. Vimos la muestra, les encantó y me pidieron que se las dejara para verla con todo el grupo de Diseño.
Después, por mi parte, les mandé la cotización del proyecto y quedamos de acuerdo en que pasaría en cierto tiempo para ver qué había pasado y si había quedado especificada.
Pasaba el tiempo y les llamaba para preguntarles cómo iban, si faltaba algo o incluso si querían ver algo más. Finalmente, me contestaron que podía pasar a sus oficinas a recoger mi muestra.
Después de esperar unos meses, pasé con ellos a su sala de juntas. Ahí, un arquitecto sacó dos llaves similares, y me preguntó: “¿Cuál llave es tuya?”. Si bien las dos llaves eran muy parecidas, de cerca se notaban algunas variantes en sus acabados. Además, cuando las sostenías, una prácticamente no pesaba nada, a diferencia de la otra, que era muy robusta. ¡Este despacho había mandado a hacer unas llaves similares con un material de baja calidad!
Terminaron poniendo su llave hechiza, que realmente no contaba con garantía y estoy seguro que era lo que menos les preocupaba, ya que en sus desarrollos la garantía por grifería era de menos de un año, tiempo suficiente para librarse del problema y dejárselo al cliente final.
Moraleja: hay muchos despachos que quieren champagne a precio de refresco de cola, cuando realmente se debe pagar el precio justo por ofrecer lo mejor al usuario final.