Cada año en México durante el segundo semestre se presentan fenómenos naturales como los huracanes que se forman tanto en los océanos Pacífico y Atlántico, así como en el Mar Caribe. Dependiendo de su intensidad estos pueden impactar en el desempeño de los edificios, así como modificar las necesidades de sus ocupantes.

Durante 2022 se presentaron 35 huracanes en ambos océanos. El Servicio Meteorológico Nacional pronostica que en 2023 se presenten entre 10 y 16 huracanes tropicales en el Atlántico y de 16 a 22 en el Pacífico, de los cuales ya se registraron 8, entre los que destacan Hilary, Dora, Fernanda y más recientemente Otis, como huracanes categoría 4.

Estos eventos climáticos extremos pueden interrumpir las operaciones de los edificios. Por ejemplo, cuando sitios como hospitales se ven afectados por un huracán pueden experimentar interrupciones en la energía eléctrica o en la operación de sus equipos de climatización, lo que puede poner en riesgo a los ocupantes del edificio.

“La planificación de contingencias para equipos de aire acondicionado permite atender oportunamente las interrupciones en las operaciones de los edificios, así como proteger el bienestar y la comodidad de los ocupantes”, señala Carlos García, director General de Trane México. “Prevenir estos escenarios, además, permitirá reducir el riesgo financiero y las pérdidas generadas por detener la producción de espacios de manufactura u oficinas, lo que aumenta también la tranquilidad de la organización y de sus partes interesadas”.


En 2022, de acuerdo con la firma Statista, se estima que las catástrofes naturales provocaron pérdidas económicas por aproximadamente 270 mil millones de dólares.

¿Cómo elaborar un plan de contingencia?

Una de las mayores preocupaciones es no tener claridad sobre los aspectos que se deben evaluar y las posibles fallas en los sistemas. Trane, empresa líder mundial en sistemas, servicios y soluciones de aire acondicionado, propone 3 pasos para una elaboración exitosa:

Evaluación de riesgos: La primera etapa en el desarrollo de un plan de contingencia es evaluar los riesgos de desastres naturales en la zona. Esta evaluación debe tener en cuenta la ubicación de la empresa, la frecuencia de los desastres naturales en la zona y la gravedad de los daños que pueden causar.

“Un primer paso es estimar los costos reales del tiempo de inactividad de los equipos, que van mucho más allá del costo de reparar equipos mecánicos durante un momento de crisis, sino de cuánto le cuesta a las compañías que los edificios no funcionen”, comenta Carlos García.

Desarrollo de un plan: Una vez que se hayan evaluado los riesgos, el siguiente paso es desarrollar un plan de contingencia, que debe incluir los siguientes pasos:

  • Identificar los sistemas de aire acondicionado en el edificio que sean críticos para las operaciones de la empresa, así como evaluar su condición operativa actual, abordar los problemas de rendimiento y documentar posibles fallas
  • Identificar las áreas dentro del edificio que tendrían un mayor impacto en las operaciones. Por ejemplo, en un hospital, revisar qué espacios son críticos y priorizar que la energía y los sistemas de aire acondicionado continúen funcionando en caso de una interrupción de las operaciones durante un desastre natural
  • Considerar la posibilidad de alquilar sistemas de aire acondicionado para emergencias. “El equipo temporal de alquiler puede ser sistemas de agua fría que se hagan cargo de las necesidades del lugar mientras el equipo permanente del edificio está fuera de servicio, de esta forma es posible continuar con las operaciones”, comenta Carlos García

Trane proporciona servicios de alquiler de sistemas de aire acondicionado, denominado Rent@Trane, para dar soporte a instalaciones existentes o actividades temporales.


“Independientemente del desastre y cuándo ocurra, el daño siempre debe abordarse rápidamente para que el edificio vuelva a estar en línea lo antes posible”, concluye Carlos García.

Pruebas y mantenimiento del plan: El plan de contingencia debe probarse periódicamente para asegurarse de que está actualizado y que se puede implementar eficazmente. También debe mantenerse actualizado para reflejar los cambios en los sistemas de aire acondicionado de la empresa, así como los riesgos de desastres naturales.