La representación de las mujeres en las ciencias es bastante menor respecto de los varones, como se observa en la distribución de ellas al ingresar a la educación superior en ciertos ámbitos vinculados a las llamadas carreras STEM –ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas– que son sobre todo de corte científico, advirtió la doctora Abril Acosta Ochoa, investigadora del Departamento de Producción Económica de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
La también coordinadora de la Maestría en Desarrollo y Planeación de la Educación dijo que esta situación limita en mucho el reconocimiento de la sociedad respecto de la lucha y el espacio del sector femenino en áreas del conocimiento, por lo que consideró que a pesar de darse avances en nuestro país “mi impresión es que aún hay bastantes saldos pendientes”.
En las últimas dos décadas sí ha habido un avance modesto con una matriculación “mayor, ligera, pero mayor de las féminas en el ámbito experimental, donde se observa en muchas áreas del conocimiento que estamos por arriba del 50 por ciento; es decir, somos más estudiando ciencias sociales y humanidades, pero en otras áreas es bastante menor y nuestra posición y rango en el ámbito laboral sigue siendo poco equivalente al de los hombres”.
Entrevistada con motivo del Día Internacional de la mujer y la niña en la ciencia, que se celebra el 11 de febrero, la docente reconoció que “quienes estamos en ciencias sociales hemos luchado prácticamente toda nuestra vida por el reconocimiento de la ciencia desde nuestro ámbito”.
Sin embargo, cuando uno observa a la mujer en ciertos espacios de trabajo, especialmente de alta jerarquía, su representación es bastante escasa, por lo que “es indudable que todavía hay enormes rasgos de inequidad a pesar de que somos cada vez más población femenina en la educación superior y de que buscamos ubicarnos en espacios de desarrollo laboral de más alto nivel en el ámbito científico”, apuntó.
“En todas las áreas del conocimiento sigue habiendo una baja representación femenina. Aunque en algunas somos mayoría, todavía seguimos luchando por el reconocimiento y la equidad en el desarrollo efectivo de nuestros derechos, además de que se nos remunere igual que a los varones y logremos las mismas posiciones”.
En todas las áreas del conocimiento sigue habiendo una baja representación femenina. Aunque en algunas somos mayoría, todavía seguimos luchando por el reconocimiento y la equidad en el desarrollo efectivo de nuestros derechos, además de que se nos remunere igual que a los varones y logremos las mismas posiciones”.
Dra. Abril Acosta Ochoa, investigadora del Departamento de Producción Económica de la UAM
Ante este panorama, expresó que es necesario impulsar una mejor y mayor representación y reconocimiento del trabajo, esfuerzo y trayectoria de las mujeres. Un ejemplo es que en la Casa abierta al tiempo hay indudablemente mucha mayor representación de ellas como en el caso de la Unidad Xochimilco.
“También ocurre teniendo una rectora en Iztapalapa y Azcapotzalco, una especie de correlato que se observa en el reconocimiento a las trayectorias académicas que van teniendo mayor presencia en el ámbito de los espacios de autoridad y representación”.
En este sentido, consideró que ahora es más frecuente que las mujeres que se dedican a la ciencia, a la tecnología y a las humanidades estén tratando de fomentar un mejor reconocimiento y proyección de su carrera, lo cual se puede trasladar a ciertos espacios de dirección.
Lo anterior se debe en parte al impulso del propio Movimiento Feminista y el esfuerzo del día a día en el trabajo real, más allá del activismo político; “al esfuerzo diario de las mujeres en estos espacios donde están abriendo cancha para ellas y otras, como en los últimos años constatan las noticias sobre reconocimientos y premios que se les otorgan”.
La doctora Acosta Ochoa reconoció que “todavía no hemos alcanzado el nivel de representación y reconocimiento que tienen los varones, hemos mejorado ciertamente”, el esfuerzo sigue haciéndose de forma diaria y consistente.
“Pero no es un trabajo de esfuerzo que solamente podemos dar las mujeres pues los varones tienen que formar parte de éste, ya que el resultado les beneficia a ellos, viviendo, habitando un espacio social mucho más equitativo y más justo para todas y todos; sin embargo, parece que todavía podríamos tardar bastante tiempo a que, por ejemplo, el Día Internacional de la Mujer sea un día de reconocimiento para todas aquellas que aún no son reconocidas y que deberían ser ninguna o las menos posibles”.
Aun cuando a la UAM le toca continuar el reconocimiento, difusión y promoción de las carreras en el ámbito de las ciencias y las humanidades también es un trabajo de toda la sociedad. “Celebro que la Institución defienda y reconozca el trabajo femenino, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la ciencia y el Día Internacional de las Mujeres”, puntualizó la investigadora del Departamento de Desarrollo Económico, cuyas líneas de investigación son Desigualdad en la Educación Superior y Carrera académica, entre otros temas.
“En mi caso, trabajo mayormente con colegas mujeres y formo parte de un área de investigación equivalente en el reconocimiento de ambos sexos, pero en realidad mi labor se ha concentrado en el desempeño de pares, quienes nos reconocemos e impulsamos mutuamente, aunque no nos esforzamos sólo por ellas”.
De lo que se trata es de promover la carrera de las otras y, por supuesto, de quienes vienen formándose en el ámbito del conocimiento y que en el ambiente de las ciencias sociales tengan las mismas oportunidades.