Cuando se piensa en comprar un calentador solar de agua, siempre cabe la duda de si cubrirá por completo la demanda de agua caliente. Aquí algunos datos sobre esta y otras preguntas que persisten entre los usuarios

Por Ángel Martínez

Por el mapa de ruta sobre tecnología en energía termosolar presentado en 2018 por la Secretaría de Energía (Sener), sabemos que las aplicaciones de Calentamiento Solar de Agua (CSA) se clasifican por su capacidad de calentamiento en Baja (menores a 100 ºC), Mediana (que oscila entre los 100 ºC) y Alta temperatura (mayores a 400 ºC).

Sabemos que dentro de la clasificación propuesta por la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) los CSA que no cuentan con concentradores solares se clasifican, a su vez, en dos grandes grupos: los de colector solar plano (ya sean cubiertos o de plano protegido) y los de tubos evacuados (que pueden ser de flujo directo o indirecto); ambos, para uso residencial, comercial y de procesos industriales menores.

Sabemos, también, que México tiene una irradiación solar media diaria de 5.5 kWh/m2, que lo posiciona como uno de los países con mayor potencial de aprovechamiento de este recurso. Esto lo habría advertido la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) desde principios del año 2000.

De hecho, a este organismo debemos el primer programa institucional sobre instalación de CSA para el sector residencial, que desarrolló en conjunto con la Cooperación Técnica Alemana (GIZ, por sus siglas en alemán) y la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES) en 2007. Este programa hizo que, en 15 años, México pasara de tener 500 mil CSA instalados a más de 3 millones.

En una actualización presentada en 2021 por la Connue, el organismo muestra varias cifras interesantes sobre los CSA; por ejemplo, que Jalisco cuenta con 438 mil equipos instalados; Guanajuato, con 252 mil; Estado de México, con 250 mil; Michoacán, con 205 mil, y Zacatecas, con 138 mil, y en conjunto representan los cinco estados con el mayor número de CSA instalados.

Calcula el ahorro con CSA

¿Sabías que la Conuee cuenta con una calculadora para que puedas medir el ahorro que tendrías si instalaras un CSA en tu domicilio? La Conuee, el GIZ y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) colaboraron para desarrollar una Calculadora Solar en línea. Sólo necesitas llenar una breve encuesta y en segundos tendrás, un pronóstico del ahorro monetario, el ahorro de emisiones de dióxido de carbono liberado al medio ambiente, y una comparativa del gas que dejarías de consumir.

Consulta: www. conuee.gob.mx/calculadora-solar/frmAppSolar2.jsp


¿Mucho o poco? En las proyecciones hechas por la Sener, se espera rebasar las 44 millones de unidades instaladas (el equivalente a 108 petajoules de potencia) para 2030, de los cuales 36 millones provendrían del sector residencial.

Respecto al adecuado mantenimiento que necesitan, la Conuee nos dice que es importante la limpieza del colector; que debe hacerse un drenado del termotanque por lo menos una vez al año, a fin de evitar la formación de sarro en su interior; asimismo, que una limpieza a fondo debe incluir las tres piezas principales: colector, termotanque y red hidráulica, resaltando en el último caso que “es importante este tipo de mantenimiento, ya que si no se llegara a hacer y el agua de la zona es dura, el CSA podría ir perdiendo su funcionamiento progresivamente hasta quedar inutilizable”.

Si bien esta información está medianamente difundida entre la población, pocos saben, porque generalmente no nos lo dicen, que en las épocas del año en que la intensidad solar es menor y durante la noche el calentador solar no brindará el suministro de agua caliente suficiente para cubrir las necesidades de un hogar. En otras palabras, el calentador solar no remplaza al calentador convencional, sino que se complementan mutuamente. Debido a ello, es preciso contar con un calentador eléctrico o a gas de respaldo para que opere cuando el solar no es suficiente.

El respaldo adecuado

Ricardo Valencia, especialista en sistemas de calentamiento de agua y gerente de Ingeniería de Aplicación para Rinnai, empresa de origen japonés con sede en México desde 2020, estima que aunque la tecnología solar ha avanzado y los contenedores han incrementado su aislamiento térmico para no perder temperatura, la manera de optimizar su trabajo es combinarlo con un calentador de respaldo. Pero ¿cuál de todas las ofertas que hay en el mercado es la mejor?

“La mejor combinación es instalar un calentador solar en conjunto con un calentador a gas modulante. ¿Por qué? Primero, un calentador modulante es del tipo instantáneo, no tiene un piloto, no hay un almacenamiento de agua que pueda estar desperdiciando la energía ganada por el Sol. Un calentador instantáneo modulante cuenta con sensores que van a estar monitoreando la entrada del agua. Esto quiere decir que si ya viene a una temperatura confortable para el baño, la van a dejar pasar, y no va a gastar gas en calentarla aún más. Ahora bien, si ya tengo uno, dos o tres grados abajo de la temperatura adecuada para el baño, estos calentadores van a encender para incrementar la temperatura sólo lo que es necesario. Por lo tanto, no voy a tener un desperdicio de energía, siempre voy a ir siguiendo la demanda y siempre va a estar monitoreando la temperatura”.

Es importante resaltar que aunque el calentador modulante es de tipo instantáneo, no es igual al instantáneo de potencia fija. En esencia, ambos carecen de un depósito para almacenamiento de agua caliente, pero su funcionamiento es distinto.


Esta obviedad es necesaria, ya que muchos usuarios podrían cometer el error de comprar un calentador instantáneo convencional como respaldo, lo cual, más que beneficiar, podría complicar la entrega de agua caliente. En principio, debido al tema del ahorro de energía, que no existiría, porque el instantáneo de potencia fija seguiría operando como si el calentador solar no existiera y continuaría con el consumo habitual de gas. Además, al seguir funcionando y añadiendo temperatura al agua, podría convertirse en un riesgo para la integridad de las personas, pues estarían recibiendo agua a una temperatura potencialmente peligrosa.

En este sentido, el especialista nos dice cómo distinguir un calentador modulante: “Es fácil detectarlo: todos los calentadores instantáneos que utilicen dos baterías son de potencia fija, porque los calentadores modulantes tienen un sistema inteligente y un motor ventilador que nos va ayudar a tener una alta eficiencia pero también nos va a ayudar al buen funcionamiento del equipo. Entonces, todos los calentadores modulantes tienen conexión eléctrica, siempre a 127 volts. Reitero: calentador instantáneo que tiene baterías no puede ser modulante”.

Respecto al retorno de inversión, otro de los grandes cuestionamientos de los consumidores antes de decidir invertir en equipos nuevos, el representante de Rinnai nos dice: “Lo primero que tenemos que hacer es seleccionar un tamaño adecuado a los servicios. En la parte del calentamiento por gas modulante tenemos que ver cuántas regaderas se van a ocupar al mismo tiempo. Una vez que tenemos ese dato, podemos estimar que el ahorro de gas será de entre 70 y 90%, respecto a lo que consumíamos antes con un calentador tradicional. El retorno de inversión, por tanto, es de ocho a 12 meses. ¿En qué precio podemos encontrar un sistema modulante? Los hay desde 5 mil pesos. Pero, si además le damos mantenimiento a ambos sistemas, al solar y al modulante, pueden durar entre 10 y 15 años. Si quiero más, puedo instalar un sistema de suavización de agua, lo que se traduciría en una vida útil de ambos equipos de hasta 20 años”, asegura.