La arquitectura sostenible es, hoy en día, un pilar fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Su enfoque en la optimización energética, la utilización de materiales respetuosos con el medio ambiente y la reducción del impacto ecológico de las estructuras edificadas, incide directamente en nueve de los 17 objetivos, subrayando la interrelación entre el diseño arquitectónico y los grandes propósitos globales de sostenibilidad.
Al adoptar técnicas constructivas sostenibles, se mejoran los entornos habitables y laborales para fomentar una salud y bienestar óptimos, se promueve el acceso a fuentes de energía renovables y limpias, se propicia el desarrollo de urbes y comunidades sostenibles y se contrarresta el impacto del cambio climático.
La Agenda 2030 recalca la urgencia de una acción global en la que todos los sectores de la sociedad colaboren para alcanzar estos objetivos. La promoción de edificaciones que abracen los valores de la sostenibilidad puede tener un impacto grande para tener un futuro más sustentable.
Esto va de la mano con el derecho al medioambiente, instituido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el 28 de junio de 1999 y reforzado en 2012 mediante el artículo 4º, que compromete al Estado a garantizar que toda persona cuente con un entorno propicio para su desarrollo y bienestar.
Por ello, el acceso a un medioambiente sano se considera un derecho humano fundamental en México, reconocido en el marco legal y en vinculación con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), atenta a la construcción de indicadores para su medición y cumplimiento.
¿Qué características debe tener una edificación para poder contribuir en la mitigación del cambio climático y, a la vez, incidir en una mejor calidad de vida para las personas que la habitan? Para la organización sin fines de lucro de origen suizo MINERGIE, enfocada en la certificación de edificaciones sustentables, una construcción así debe tener diversas características que contribuyan a la eficiencia energética y del agua, espacios interiores sanos, fomento de innovación e incremento de confort y plusvalía para el usuario.
Tres pilares para la sustentabilidad
Una construcción sostenible, basada en los estándares que siguen las edificaciones certificadas por Minergie, debe presentar temperaturas interiores estables y confortables, reduciendo significativamente el uso de sistemas activos para el enfriamiento o la calefacción, con lo que también se disminuyen los costos de climatización de 2 a 3 veces. A la par, mantienen una calidad del aire interior saludable, mediante el filtrado de partículas finas antes del ingreso del aire a la vivienda.
El uso de la energía es eficiente en estas construcciones, que deben contar con autoproducción de electricidad mediante energía solar. Se promueve la captación y tratamiento de agua, con lo que se asegura la sostenibilidad y acceso del recurso para el usuario.
Las edificaciones MINERGIE están adaptadas a su zona climática a través de medidas específicas de protección contra el calor y el frío, la escasez de agua y otras situaciones vinculadas con el Cambio Climático. Además, al bajar las emisiones de CO2 contribuyen a la mitigación del cambio climático.
La eficiencia energética, combinada con la energía renovable para la generación de agua caliente, la calefacción y el enfriamiento, garantiza emisiones de CO2 muy bajas. Esto también mejora a través del uso consciente de materiales locales, renovables y reciclados.
Jachen Schleich, director ejecutivo de Minergie México, explica que son tres los pilares que sostienen la certificación Minergie: la arquitectura, la tecnología y la operación.
“Nosotros monitoreamos el rendimiento de las edificaciones, su confort térmico, los materiales con los que se construyen, su ventilación, el uso eficiente del agua, el sistema de iluminación. En total son 15 los requisitos que se deben cumplir y están diferenciados por zonas climáticas”, expresa el arquitecto suizo afincado en México desde hace 17 años.
Además, una construcción sustentable y certificada representa una inversión rentable. Las cifras en Suiza muestran que el valor de las viviendas MINERGIE unifamiliares es, en promedio, 7% más alto en comparación con las edificaciones que solo cumplen con las normas locales.
Las edificaciones certificadas MINERGIE en México, Suiza y Chile son ejemplo de que el estándar se aplica perfectamente para diferentes tipologías de edificios y formas de construcción.