Aunque la anterior administración había echado para atrás la construcción de un oleoducto porque afectaba territorios considerados sagrados para las tribus siux de Dakota del Norte, la actual administración decidió relanzar el proyecto para su construcción, según lo establece el cuerpo de ingenieros del Ejército estadunidense.
Dakota Access cruzará cuatro estados por más de mil 900 kilómetros y tendrá un costo estimado de 3 mil 800 millones de dólares, transportando el crudo de Dakota del Norte hasta un centro de distribución en Illinois, al sureste de Dakota. Además, se espera que pueda transportar petróleo desde miles de zonas de perforación al estado de Illinois. La ruta prevista pasa por la reserva indígena de Standing Rock.
Ante ello, el líder de la tribu de Standing Rock, Dave Archambault II, externó su descontento y admiró que con la construcción de este oleoducto, el agua potable de millones de estadunidenses estaría en peligro: “Somos una nación soberana y lucharemos para proteger nuestro agua y lugares sagrados de los intereses que intentan impulsar este oleoducto para beneficio de unos pocos”, refirió.
Defensores del medioambiente e indígenas temen que el agua se contamine y que los lugares sagrados se vean afectados. Del mismo modo, Integrantes de la comunidad siux desean que el caso llegue hasta los tribunales, aunque ya han coordinado acciones de protesta, como la que se llevará a cabo el próximo 10 de marzo en Washington.
Fuente e imagen: La Jornada