A pesar de que los 197 países firmante del Protocolo de Montreal y de la Enmienda de Kigali, lograda en octubre pasado, se han comprometido a reducir paulatinamente su producción y uso de hidrofluorocarbonos (HFC), las medidas resultarían insuficientes para mantener el calentamiento planetario por debajo de 1.5 grados centígrados, meta acordada por las Partes.

De acuerdo con la Enmienda, los países desarrollados comenzarían con una reducción de 10 por ciento en 2019 (en dos años más), mientras que la disminución verdaderamente significativa se presentaría hasta 2036, cuando habría una reducción de 85 por ciento el consumo y producción de HFC.

Pero esto no es suficiente. Según declaraciones de Paula Tejón Carbajal, de Greenpeace International, para el sitio web r744.com, “la eliminación del consumo y la producción de HFC es la mejor medida a corto plazo para combatir el calentamiento global”.

Para mitigar los peores efectos del calentamiento global, abundó Tejón, es necesario mantenerlo por debajo de 1.5 grados centígrados, “y sólo nos quedan unos pocos años para tomar acciones, antes de que el daño al planeta se vuelva irreversible. Se necesita un cambio transformacional, no incremental”, sostuvo.

En este sentido, la representante de Greenpeace asegura que la Enmienda de Kigali no tiene el alcance suficiente. “’Suficiente’ sólo puede significar la eliminación más pronta de todas la fuentes innecesarias de HFC”.

La organización ambientalista ha advertido a la comunidad internacional desde principios de la década de 1990 sobre las amenazas de adoptar los HFC a gran escala; sin embargo, sostiene Tejón, «la industria química está apostando por las hidrofluoroolefinas (HFO) para mantener el multibillonario monopolio global sobre el mercado de la refrigeración, del cual ha gozado con los CFC, los HCFC y los HFC»

La organización ambientalista ha advertido a la comunidad internacional desde principios de la década de 1990 sobre las amenazas de adoptar los HFC a gran escala; sin embargo, sostiene Tejón, “la industria química está apostando por las hidrofluoroolefinas (HFO) para mantener el multibillonario monopolio global sobre el mercado de la refrigeración, del cual ha gozado con los CFC, los HCFC y los HFC”.

A su juicio, adoptar los refrigerantes naturales sería la mejor alternativa. Y para asegurar que éstos puedan competir en igualdad de condiciones con las HFC es necesario que los expertos en refrigerantes naturales estén “suficientemente representados” en los comités internacionales y nacionales de estándares. Dichos comités tendrían que deshacerse de las “medidas regulatorias obsoletas” que actualmente previenen una adopción más amplia de los refrigerantes naturales, explicó Tejón, quien destacó que la industria química cuenta con una reputación “no positiva” con sus CFC, HCFC y HFC. “Han causado un daño extensivo sobre el ambiente y han puesto en peligro la vida en el planeta. Los costos de enmendarlo se le han dejado al bolsillo público”.

Greenpeace busca la eliminación total de los HFC para 202 en todas aquellas aplicaciones donde ya existan alternativas más seguras y sustentables, al tiempo que busca la eliminación global de toda la producción y el consumo de HFC para 2025.