En un comunicado enviado este miércoles 9 de marzo, la Industria de Distribución de gas LP manifestó su gran preocupación por la situación de grave inseguridad que persiste actualmente y que afecta a las familias más vulnerables del país, así como a las colonias y barrios, a los consumidores y a la sociedad en general.
Firmado por la Asociación de Distribuidores de Gas L.P. (ADG), ADIGAS, AMEXGAS y la Cámara Regional del Gas, el comunicado señala que el gas LP «se ha convertido en un producto muy codiciado para la delincuencia organizada, por su precio y amplio mercado. La delincuencia lo roba de los ductos de Pemex para distribuirlo de manera ilícita, mediante equipos y procedimientos que ponen en grave riesgo a los consumidores y a sus familias».
Las agrupaciones firmantes describen que el impacto negativo de este delito se manifiesta en una serie de problemas de seguridad derivados del esquema operativo de los grupos delincuenciales:
- El gas LP Robado a PEMEX es manejado por personas sin conocimiento ni capacitación especializada, incrementando la posibilidad de accidentes fatales y pérdida de vidas. Utilizan equipos de reparto que no cumplen con las normas de seguridad de ASEA, no están registrados ante la CRE y no tienen seguros de responsabilidad civil y ambiental para responder ante accidentes
- La mayor parte de la distribución del gas LP robado se hace utilizando autotanques, camionetas de recipientes portátiles, cilindros y Transportes que han sido robados a los Distribuidores formales y posteriormente son clonados; también, se utiliza equipo de reparto hechizo que no reúne las normas de seguridad en su fabricación
- En los grandes centros de consumo, es frecuente el control territorial de grupos de choque y la imposición de condiciones de venta abusivas, que afectan a la población e impactan su economía
- La presencia de grupos delincuenciales en barrios y colonias incrementa la existencia de acciones ilícitas, ampliando el número de delitos y perjudicando a la población
- La creciente participación de grupos de choque que amenazan y extorsionan a comercios establecidos, obliga a los consumidores a comprar el gas ilícito
- La violencia física y las agresiones a choferes repartidores y concesionarios que distribuyen en las zonas populares de centros urbanos son cada día más frecuentes
- Es grave el daño a las instalaciones, ductos y finanzas de Pemex, a quien roban su patrimonio y crean situaciones de alta peligrosidad como las que desafortunadamente se han presentado, ocasionando explosiones y decenas de heridos y muertes
- El clima de inseguridad, incertidumbre y de falta de respeto a la ley, crea en todos los niveles de la sociedad angustia e impotencia
Además de estos problemas, las agrupaciones de distribución del combustible en cuestión explican que el robo de gas significa una grave afectación económica y de seguridad a las instalaciones a PEMEX, un creciente riesgo de seguridad para los consumidores y un desplazamiento de los trabajadores formales que pierden sus empleos ante la creciente presencia de la distribución ilícita.
«Los distribuidores formales de gas LP reiteramos nuestro compromiso con la población consumidora y nuestro mayor interés en coadyuvar con las autoridades en la solución de este grave problema. Consideramos urgente tomar medidas que salvaguarden el bienestar de la población y apoyen a los trabajadores y a la Industria formal de gas LP, que atiende a casi 100 millones de consumidores en todo el país de forma eficiente, con amplia cobertura, garantizando diariamente el abasto de este vital producto y con un ato impacto social y económico en todo México».