Aunque no hay un registro de los incendios en obras en construcción, diversas estadísticas indican que es un punto a analizar, sobre todo ante los daños colaterales que puede provocar, desde la suspensión de actividades hasta pérdidas humanas. Es urgente analizar el marco regulatorio para garantizar la seguridad laboral de los trabajadores de la construcción.
Por Dulce Negrete
Durante el proceso de construcción de una obra, ésta puede ser susceptible a un incendio, lo cual podría ser peligroso y costoso, porque implica un paro inmediato de operaciones. Implicar, también, morbilidades, desgaste emocional y económico entre las personas trabajadoras. Además de las cuestiones legales y burocráticas que deben llevarse a cabo para reanudar la obra.
En fechas recientes, Richard Campbell, desarrolló la investigación Fire in Structures under Construction para la National Fire Protection Association (NFPA, por sus siglas en inglés) sobre el entorno que rodea a una obra en construcción, debido a que el tetraedro del fuego (oxígeno, calor, combustible y una reacción química) están presentes en los diferentes espacios dentro de la obra. Por ejemplo, espacios abiertos que brindan ventilación a las llamas de los ventiladores o equipos que producen grandes cantidades de calor y chispas.
De acuerdo a dicha investigación, entre 2016 y 2020, los departamentos de bomberos en Estados Unidos respondieron a un promedio de 4 mil 300 incendios en estructuras de construcción por año. Estos incendios causaron un promedio de cinco muertes civiles, 62 lesiones civiles y 376 millones de dólares en daños directos a la propiedad.
En este sentido, tres de cada cuatro incendios en estructuras en construcción afectaron a propiedades residenciales. Aunque estos incendios tienen menor incidencia a los ocurridos en edificaciones ya habitadas (oficinas, hospitales, escuelas, centros de reunión, entre otros) y menor cobertura mediática, las tres cuartas partes (76%) de los incendios en edificios en construcción se produjeron en viviendas, cuya ignición se debió primordialmente a la proximidad de fuentes de calor, como equipos de cocina, materiales o productos abandonados o desechados, averías o fallos eléctricos. Estos siniestros fueron proclives a acontecer entre la medianoche y las seis de la mañana.
Otros factores que contribuyeron a incendios en la construcción fue cortar o soldar demasiado cerca de materiales combustibles; el uso indebido o no clasificado correctamente de productos combustibles; mientras que el arco eléctrico actuó como fuente de calor en aproximadamente 10 incendios (11%).
En México no hay un registro puntual de incendios en obra en construcción ni oficial ni cubierto por los medios de información; sin embargo, en edificios o construcciones, las quemaduras como consecuencia de humos, fuegos o llamas no especificados son la mayor causas de muerte entre personas de 20 y 59 años, según el registro del Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (ST Conapra) en 2018.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) manifiesta que los incendios urbanos son comúnmente ocasionados por fallas eléctricas o fugas de gas LP. Los humos irritan los ojos y reducen la visibilidad, los gases tóxicos pueden provocar tos, dificultad para respirar (broncoconstricción), edema pulmonar e, incluso, la muerte.
En un espacio cerrado, el humo y los gases calientes se acumulan en la parte superior, el aire más limpio se encuentra cerca del piso; no obstante, conforme progresa el incendio, el humo y los gases descienden hasta llegar al suelo, el calor producido puede elevar la temperatura hasta los 1 mil 100 °C.
Hay diversos sitios donde puede ocurrir un incendio, pero del ciento por ciento de incidencias, se registra que los ocurridos en una obra en construcción forman parte del 24.2%. Cenapred también señala que cada año fallecen en promedio 1 mil 100 personas por quemaduras.
La ST Conapra destacó que entre 2000 y 2014 fallecieron 10 mil personas por quemaduras al exponerse a fuego no controlado en construcción, por exposición de ignición de material altamente inflamable, explosiones o por contacto por líquidos calientes (bebidas y alimentos).
Las quemaduras son las causas más frecuentes de atención médica en las salas de urgencias, en donde 18% de los lesionados hospitalizados no sobrevive, debido a la falta de unidades médicas para la atención, la limitación impuesta por deficiencia en calidad, más la cantidad de las vías terrestres de comunicación, la distancia existente entre los centro poblacionales y las pocas unidades especializadas en atención.
Las quemaduras no fatales generan morbilidad, dado que una persona lesionada demanda atención médica de alta especialidad desde la fase más aguda hasta la rehabilitación de sus secuelas, generando un alto costo social e impactando negativamente en las finanzas de los sistemas de salud.
La mitigación
El «Reglamento de Construcción de la Ciudad de México» señala en el artículo X que todos los implicados en una obra en construcción “deben observar conjuntamente con el Corresponsable en Instalaciones, las previsiones contra incendio que apliquen a la edificación, para la elaboración del Visto Bueno de Seguridad y Operación, así como requerir para su revisión o elaboración el manual de operación y mantenimiento de las instalaciones contra incendio, eléctricas, de combustibles, de obra civil y otras que representen un riesgo o pongan en peligro la vida de los usuarios y terceras personas, así como los dictámenes de verificación de la instalación eléctrica y de combustible”.
No obstante, dicho reglamento no repara en los procesos que deben seguirse durante la edificación de una obra, en otras palabras, soló se centra en la entrega de la obra lista para operarse y habitarse. A la par, sólo existe una norma oficial mexicana: Condiciones de Seguridad-Prevención, protección contra incendios en los centros de trabajo NOM-002-STPS-2010, y aunque se han sumado estándares no obligatorios por diferentes organismos que se esfuerzan por integrarse, la observancia de este marco normativo en la práctica tiene áreas de oportunidad.
La NFPA 241 es una norma creada para salvaguardar las operaciones de construcción, alteración y demolición, proporciona medidas para prevenir o minimizar los daños causados por el fuego a las estructuras, incluidas las que se encuentran en ubicaciones subterráneas, durante la construcción, alteración o demolición.
Aunque los edificios con armazón de acero son igualmente vulnerables al riesgo de incendio, los edificios con estructura de madera tienen más probabilidades de derrumbarse cuando se incendian.
En este sentido, el ingeniero y consultor contra incendios, Jorge Medina, subraya que “las paredes y escaleras sin terminar pueden crear un efecto de túnel de viento que exacerba las llamas, dejando pocas rutas de escape para los trabajadores e, incluso, menos accesos para que los bomberos accedan a la estructura sin temor a quedar atrapados”.
Asimismo, los incendios en una obra en construcción suelen suceder cuando aún no se han instalado los sistemas de alarma, los extintores, así como las mangueras o rociadores, por lo que pueden propagarse sin previo aviso, donde una chispa perdida o un cigarro pueden provocar un desastre. El especialista sugiere que para evitar pérdidas por incendio, los gerentes de proyecto deben ser diligentes al supervisar el sitio e implementar procedimientos seguridad para minimizarlos. En la misma ruta, la NFPA 241, a través de la investigación “Fire in Structures under Construction”, ofrece una respuesta a esta problemática para detectar riesgos comunes y cómo lidiar con ellos.
Protección contra incendios desinstalada
Sin sistemas de protección contra incendios, como alarmas y sistemas de rociadores, todo el sitio de construcción corre un mayor riesgo. Es importante que la autoridad gubernamental, así como las empresas inversionistas, contratistas y otras responsables en la cadena de mando, coordinen, conformen y verifiquen que todos los trabajadores durante una obra en construcción sean instruidos a un programa de cómo evitar un incendio, además de qué hacer en caso de que ocurra uno, incluyendo zonas seguras, dónde mantenerse a salvo, acceso a extintores y a cuerpos de emergencia. En otras palabras, es necesario disponer de un programa de prevención de incendios aprobado, también conocido como Plan de Seguridad Contra Incendios Para la Obra.
Del mismo modo, los protocolos deben conminarse a incluir los siguientes puntos:
- Asegurarse de que la iluminación del servicio eléctrico temporales sigue los requisitos de instalación establecidos en el National Electrical Code
- El mantenimiento y la inspección periódica de los equipos eléctricos, alargadores, se reduzcan al mínimo, donde la maquinaria y los equipos no sobrecarguen los circuitos disponibles
- Es imperativo prohibir el uso de equipos de cocina temporales (como placas calientes o parrillas, hornos de microondas, tostadoras u otros electrodomésticos), así como el uso de dispositivos de calentamiento improvisados para calentar alimentos en la obra
- Asegurarse de que los calentadores temporales no autorizados estén restringidos fuera de la obra; los calentadores permitidos deben colocarse a distancias seguras de materiales combustibles e inflamables
- Los calefactores que se utilicen deben utilizarse según las instrucciones del fabricante, controlarse periódicamente para garantizar que se utilicen de forma segura y que no constituyen un peligro (por ejemplo, si se vuelcan)
- Exigir un sistema de permisos para las actividades de trabajo en caliente y hacer cumplir un intervalo de enfriamiento de treinta minutos o más al utilizar sopletes, quemadores o soldadores
- Reducir el riesgo de incendios, colocando vallas u otros controles en las obras en construcción para evitar el vandalismo o la entrada de personas no autorizadas, pueden incluir iluminación o personal de seguridad fuera de horario, según sea necesario
- Designar a una persona encargada como gestor del programa de prevención de incendios para administrar el plan de principio a fin
- Los cigarrillos o las cenizas que se borran incorrectamente representan una amenaza significativa para la seguridad contra incendios en los edificios. El sitio de construcción debe ser siempre una zona de no fumadores. Las áreas designadas para fumar deben estar a una distancia segura de materiales combustibles.
- Los combustibles y otros líquidos y gases inflamables deben almacenarse lejos de las áreas de peligro de incendio y monitorearse cuando estén en uso
- Las herramientas de construcción, especialmente las que utilizan baterías recargables, pueden sobrecalentarse y provocar incendios. Todas las baterías deben cargarse fuera del área de construcción y en un lugar seguro
Cabe resaltar que la industria de la Construcción promueve la actividad económica de sectores conexos. Tan sólo en 2021, el ramo de la Construcción contribuyó con alrededor del 6.8% del Producto Interno Bruto del país. Por lo tanto, se considera un termómetro para la economía de una nación, ya que atrae inversiónpública y privada; promueve la generación de una mayor cantidad de empleos; beneficia directamente a otras ramas del sector industrial y detona la construcción de infraestructura, como carreteras, puentes, hospitales y viviendas.