Al tiempo que las plantas, los negocios y las oficinas desinfectan las superficies preparándose para la reapertura, otro peligro podría estar acechando en las tuberías de agua y debe tomarse en consideración.
En muchos casos, el agua se ha mantenido estancada en las tuberías por meses, lo cual, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), implica riesgos de Legionella. Cuando el agua se estanca, las temperaturas del agua caliente pueden descender hasta el punto en que son propicias para el crecimiento de la Legionella: 77-108 ºF, 25-42 ºC. El estancamiento también puede derivar en niveles peligrosamente bajos de desinfectante, como cloro, y en un incremento en la presencia de metales.
La Universidad de Purdue realizó un estudio con información disponible, a partir del cual recomendó mejores prácticas para reabrir con seguridad grandes edificios. Entre las recomendaciones incluidas en el estudio, están las siguientes:
- Asegurarse de que el calentador de agua ha recibido mantenimiento adecuado y que la temperatura esté establecida correctamente a, cuando menos, 120 ºF, 50 ºC. Temperaturas más altas pueden reducir aún más el riesgo, pero se debe tener cuidado con los riesgos de quemaduras
- Hacer correr agua caliente y fría a través de todos los dispositivos de uso: regaderas, lavabos, lavamanos, etc., hasta que el agua caliente alcance su máxima temperatura. Este proceso puede ser necesario por segmentos (por pisos o cuartos individuales), dependiendo del tamaño del lugar y de la presión del agua. La meta es reemplazar con agua fresca toda el agua que se encuentra en el interior del sistema de tubería. Otros dispositivos que utilicen agua, como las máquinas de hielo, pueden requerir pasos adicionales, como deshacerse del hielo viejo
- Limpiar todos los elementos decorativos que utilicen agua, como fuentes, para asegurarse de que están libres de cualquier lodo y biofilm visible. Después de que el elemento se ha rellenado, medir los niveles de desinfectante
- Asegurarse de que las torres de enfriamiento reciban mantenimiento y que se incluyan los procedimientos de puesta en marcha y apagado, siguiendo las recomendaciones del fabricante y las mejores prácticas de la industria
- Asegurarse de que los equipos de seguridad, incluidos los rociadores contra incendio, las estaciones para lavado de ojos y las regaderas de seguridad, estén limpios y en buen estado
- Acercarse a la oficina de suministro de agua local para conocer cualquier posible desperfecto en el suministro. Una vez que el sistema ha vuelto a la normalidad, revisar con frecuencia la posible presencia de Legionella y otros contaminantes