Jesús Riezgo, especialista de Ecolab, nos cuenta cómo las soluciones de control, monitoreo, planeación y el uso de productos basados en la ciencia permiten a los usuarios industriales sacarle jugo a cada gota de agua, aprovechándola más de una vez en diversos procesos y reduciendo el desperdicio al mínimo

Por Chirstopher García

La escasez de agua en el mundo actual es cada vez más evidente. Durante los últimos años, la gravedad del problema se ha manifestado en situaciones extraordinarias, como la vivida en 2023 en la capital de Nuevo León, donde hubo de reducirse el suministro a prácticamente toda la población y a las actividades productivas, debido a la escasez.

Desde luego, la situación no es nueva. De acuerdo con datos del Banco Mundial, en México la disponibilidad promedio anual per cápita pasó de 10 mil metros cúbicos (m3) en 1960 a 4 mil en 2012. Se estima que, para 2030, la disponibilidad descienda por debajo de los 3 mil m3 por habitante al año.

Para el usuario industrial, someterse a cortes o programar su producción con base en horarios de suministro es imposible. De ahí que la cantidad de empresas industriales que buscan aprovechar el recurso al máximo cada vez sea más numeroso.

Si bien los procesos industriales demandan un suministro variable según su especialidad, lo cierto es que ninguno puede prescindir del agua. Por ello, nos explica Jesús Riezgo, especialista de la división de Alimentos y Bebidas para Latinoamérica Norte en Ecolab, los usuarios industriales deben encontrar mejores maneras de aprovechar el agua en sus procesos y procurar que ni una gota se pierda. ¿Cómo?

Es aquí donde Ecolab se suma a la ecuación. Con base en tecnologías, en la ciencia y en su expertise, son capaces de ayudar a los usuarios en su camino hacia la optimización. “Nuestra propuesta a nivel industrial, en los diferentes tipos de procesos, es hacer un análisis holístico de tus entradas, tus salidas de agua, tus consumos y entender cómo enlazas eso con tu costo total de operación”, resume.

Puede parecer un proceso sencillo, pero en una planta industrial, con decenas o cientos de entradas y salidas de agua, detectar cómo se comporta cada parte del proceso es todo menos sencillo. De ahí que los usuarios industriales, recurran cada vez con mayor frecuencia a socios tecnológicos como Ecolab, que les permitan detectar esas oportunidades de reducción del consumo en sus procesos, de reutilizar el recurso en más de una actividad o de asegurarse de que, tras su aprovechamiento en planta, pueda emplearse todavía para actividades ulteriores.

Especificar (E): Cuéntame un poco sobre ti y sobre la labor de Ecolab.

Jesús Riezgo (JR): Tengo una trayectoria de 26 años. Estuve mucho tiempo en la parte de aguas, que es la división NALCO de Ecolab, entonces tengo un poco de ambas perspectivas. Como sabes, Ecolab es una empresa que se encarga de la parte de soluciones para el mejoramiento de la sustentabilidad con nuestros clientes. Nosotros estamos abocados al ahorro de agua, ahorro de energía, reducción de la huella de carbono y la sustentabilidad, no sólo desde el punto de vista de hacer más con los recursos que tenemos, sino la parte sustentable del costo total de operación; es decir, que sea viable para el cliente y que logremos reducir ese costo.

Si tenemos el impulso del costo total de operación, que puede ser reducido, el beneficio para el consumidor final se empieza a percibir y la firma que produce ese bien también empieza a percibir ese incremento y todo comienza a fluir en un círculo virtuoso, al mismo tiempo que tenemos las reducciones de consumos de agua y energía.

E: ¿Cuál es su visión sobre el agua?

JR: Permíteme compartirte un dato: de acuerdo con cifras que tenemos, hasta 2022, hemos ahorrado alrededor de 3 mil millones de galones de agua con las aplicaciones que tenemos, y contando. Para nosotros es un número muy importante.

En el contexto global, sabemos que existen zonas que presentan escasez de agua o restricción en el consumo. En ese sentido, la viabilidad de los proyectos debe estar amarrada con un consumo adecuado del agua y tratar de apegarnos a las metas de reducción de nuestros clientes.

Como sabes, dependiendo del segmento, las empresas tienen estándares en cuanto al consumo y la medición puede variar en cada uno, pero el objetivo es establecer ese est.ndar con ellos: si es industria cervecera, refresquera o automotriz, tratar de apuntar hacia esa meta. Nuestra intención es ayudarlos a llegar a esos valores.

Cada vez más, empresas como Ecolab somos las que facilitamos el que se obtengan esos objetivos y aseguramos la viabilidad de los proyectos de las diferentes empresas en México y en el mundo.

E: ¿Podrías compartirnos un ejemplo de este tipo de acercamientos que ayudan a sus clientes a lograr sus metas?

JR: Claro. Nosotros trabajamos mucho con la industria cervecera. Para la producción de una cerveza como tú la conoces, el fabricante recibe agua del suministro municipal, la trata, la depura para que tenga la calidad y especificación que requiere; luego, viene toda la mezcla de ingredientes, el cocimiento, la preparación, y luego esta cerveza se va al proceso de envase, en donde las botellas necesitan transitar, mantenerse firmes en la línea para que la cerveza caiga justo en la botella. Después necesitamos calentarlas y enfriarlas para hacer una pasteurización y, al final, llevan un proceso de lavado y etiquetado, para arribar al proceso final, que es el empacado.

En cada una de estas partes del proceso, nosotros intervenimos: desde asegurar que la calidad del agua de entrada sea la correcta, hasta procurar que el consumo sea el menor posible. Por ejemplo, si hacemos un filtrado o un retiro de sales, procuramos que el agua que se desecha en este punto sea la menor posible, de forma que puedas tener el mayor aprovechamiento del recurso. Después tenemos la parte en la que pasa la cerveza para ser envasada, en donde se requiere una limpieza frecuente para mantener su inocuidad. Esa limpieza requiere agua y aditivos que ayudan a mantener la limpieza e inocuidad. Parte de lo que hacemos ahí es procurar que sea lo más eficiente posible para que no tengas que hacerlo dos o tres veces, sino que sea a la primera y que consumas la menor cantidad de agua posible.

Nuestro acercamiento con el cliente va desde determinar la calidad del agua de entrada, hasta qué calidad necesitas sacar y qué calidades vas a necesitar en cada parte de tus procesos. Este análisis nos permite saber que el agua que sale del proceso A es de calidad suficiente para que la use el proceso B”


Ahora, cuando transita la botella también procuramos que no vibre, para que la cerveza no se derrame y no haya necesidad de enjuagar. Tenemos lubricantes para evitar la fricción en la botella y que no usan agua, entonces también se reduce el consumo. Finalmente, a la hora de empacar, que las limpiezas sean de calidad para que la cantidad de agua utilizada sea la menor.

A través de todo este proceso cervecero, nosotros logramos ahorrar hasta 40% de agua.

Obviamente, siempre que se trata de procesos industriales, la cantidad de agua es muy grande; pero realmente el esfuerzo que se hace para reducir el consumo es significativo yeso siempre tiene beneficios para lo que está alrededor: mayor cantidad de agua para los habitantes vecinos, para otras empresas o, por ejemplo, la reutilización del agua que se desecha para la agricultura. Eso hace que la economía sea circular.

Cuando tenemos una economía circular, ya no tenemos desperdicio. Eso es lo que buscamos. Finalmente, el agua es un recurso que está ahí; y el tema no es tanto que se acabe, sino que se ensucie o se desperdicie.

E: ¿Es decir que los aditivos que ustedes proveen a la industria, por ejemplo, no tienen ningún perjuicio sobre el agua que pudiera afectar su uso en procesos ulteriores?

JR: Correcto. La norma establece ciertos límites y ciertas variables. Se mide, por ejemplo, la demanda biológica y química de oxígeno, que son las cargas, y nosotros atendemos también la parte del tratamiento del agua en la descarga para que llegue a esas condiciones. Los procesos que se utilizan son biológicos, que hacen una degradación natural de esos nutrientes, los separan, los retiran del agua, se sedimentan y el agua que está arriba puede salir en condiciones de descarga.

En este punto existen varios niveles, pero de manera general podemos hablar de tres: el primero, que te permite reciclar el agua hacia otros procesos; el segundo, que te permite verter el agua residual a ríos o cuerpos de agua, y el tercero, que permite su reutilización en el agro.

Se trata de ver este ciclo y este sistema de una forma más holística. Nuestro acercamiento con el cliente va desde determinar la calidad del agua de entrada, hasta qué calidad necesitas sacar y qué calidades vas a necesitar en cada parte de tus procesos.

“Estamos promoviendo esquemas de innovación fuertes, que te permiten tener una visualización del proceso. Retomando el ejemplo de la inocuidad: ¿cómo logras que se haga a la primera y que utilices la cantidad de agua estrictamente necesaria? A través de procesos digitales”

Hablábamos de cerveza, pero puede ser automotriz, fabricación de dulces, y este análisis nos permite saber que el agua que sale del proceso. A es de calidad suficiente para que la use el proceso B. Entonces, en vez de tener dos entradas de agua fresca, disminuimos el consumo total.

Un ejemplo más: digamos que el agua de salida del proceso B, si la pasamos por este filtro, la podemos regresar al proceso A, entonces la reutilizamos. El tercer acercamiento es el que te comentaba, ya a la salida de todo el proceso: ¿qué hacemos con el volumen de agua: dividimos las corrientes, las tratamos por separado o las tratamos juntas y esa agua la reintegramos o la usamos nosotros mismos en procesos menos sensibles?

Con todo esto, la idea es ir acotando la demanda de agua, al tiempo que bajamos el costo de producción.

E: ¿Qué tan natural es ya para los industriales maximizar el aprovechamiento del agua?

JR: Esto empezó como una tendencia global. Los grandes grupos comenzaron a asumir cierta responsabilidad; ahora mismo, por ejemplo, Ecolab tiene metas para 2030, en comunidad con la ONU y otras empresas, para llegar a metas estrictas de reducción. Pero te podría decir que esto ya ha permeado un poco más allá.

Primero comenzamos con los grandes corporativos; después también los gobiernos comenzaron a ser más estrictos, y hoy por hoy creo que ambas partes están muy involucradas. Cada año nos acercamos con nuestros clientes para preguntar sobre los planes para el año y el agua está como número uno, tanto como la reducción en el consumo de energía o de emisiones. Son las tres cosas que aparecen frecuentemente en cualquier industria, ya no s.lo en los grandes corporativos, sino incluso en las locales.

E: ¿Considerarías que se están implementando las acciones suficientes para cuidar adecuadamente del recurso?

JR: Mi punto particular de vista es que nunca es suficiente, siempre hay algo más que hacer. Pero, cuando menos en términos de si la industria está pensando de la forma correcta, yo creo que sí, sobre todo, cuando tienen aliados estratégicos como nosotros, que están tratando de operar en ese sentido.

Hoy por hoy lo más importante es que sea sustentable en todo sentido: que sea viable económicamente, que nos permita posicionar el producto con el precio correcto y que, al mismo tiempo, cuide todos estos elementos medioambientales importantes, porque incluso alrededor de las plantas, sobre todo en México, no sólo las plantas industriales sufren de la escasez, sino también la gente, todos nosotros. Estamos muy interesados en que se cuide el recurso.

E: ¿Qué importancia tiene el agua como recurso en el contexto mundial?

JR: Yo creo que cada vez va a ser más homogéneo. Siempre comienza en los países más industrializados y cobra fuerza más adelante en los países menos industrializados. No obstante, es un tema muy vigente. Toda la gente sabe lo que está pasando. Pero no es un tema de escasez o de que el agua se acabe en sí, sino tiene que ver más bien con el costo del agua.

A nivel industrial, se trata de evaluar qué tan caro va a ser obtener el líquido para cierto proceso. Por eso para nosotros es muy importante hacer este tipo de análisis y que las soluciones que se implementen vayan de la mano con la sustentabilidad y la viabilidad económica.

Por eso a nuestros clientes les señalamos siempre que nuestros servicios no son un costo, sino, al contrario, una reducción de su costo cuando logramos aterrizar todos estos proyectos. Se trata de hacerlo sustentable.