La crisis del cambio climático aumenta sin duda alguna las condiciones del ciclo del agua; esto dificulta la previsión de la disponibilidad de los recursos hídricos, disminuye la calidad del agua, acentúa su escasez y representa una amenaza para el desarrollo sostenible en todo el mundo.
Las ciudades en el mundo enfrentan estos retos de distinta manera y el cambio climático afecta la forma en que las personas deben lidiar con el tema del agua. Para poder hacerles frente y darles solución a corto y largo plazo, se deben considerar factores como el aumento de población, la migración, los cambios de uso de la tierra, la situación económica y social, entre otros.
Un aspecto de suma relevancia es que la escasez de agua está impactando de manera similar regiones de distintas latitudes. Por ejemplo, las ciudades de Sao Paulo, Delhi y Estambul enfrentan desafíos equiparables respecto al manejo del agua. Su población está creciendo y el acceso al agua potable disminuye día a día. El mayor problema es el crecimiento no planificado de estas ciudades.
Delhi, por ejemplo, con una población actual de 29.4 millones de habitantes (segunda ciudad más poblada del mundo), presenta una red de abastecimiento de agua muy antigua, con un gran número de fugas. Esto no sólo significa desperdicio de agua, sino que se está contaminando la que llega a los hogares.
Sao Paulo, con una población de 21.8 millones de habitantes (la cuarta más poblada del mundo), concentra en su región sureste cerca de 40% de la población del país, mientras que sólo cuenta con entre 6 y 7% del agua disponible en Brasil. Este es un gran desafío para mejorar la distribución del agua y tener un acceso más fácil a ella.
Para Estambul, por otro lado, con 15.4 millones de personas (13va ciudad más poblada del mundo), el cambio climático solo agrava el problema existente. Se trata de la ciudad más grande de Turquía, donde el mayor desafío es el suministro de agua, que actualmente es insuficiente para cubrir la gran demanda.
En otras ciudades como Bogotá, en Colombia, el cambio climático ha incrementado notablemente la intensidad de las lluvias en toda la sabana. Esta situación, sumada a la impermeabilización del suelo generado por la urbanización y a la edad avanzada del sistema de alcantarillado de la ciudad, derivan en un significativo aumento del riesgo de inundación a nivel urbano. Una situación similar se vive en Amsterdam, Holanda, donde son constantes las tormentas y, por su intensidad, las estaciones de trenes, los túneles, carreteras y las viviendas se inundan gravemente.
Las ciudades en el mundo enfrentan estos retos de distinta manera y el cambio climático afecta la forma en que las personas deben lidiar con el tema del agua. Para poder hacerles frente y darles solución a corto y largo plazo, se deben considerar factores como el aumento de población, la migración, los cambios de uso de la tierra, la situación económica y social, entre otros.
Situación distinta pero igualmente problemática se vive en el estado de Quintana Roo, en México. En la región el agua es abundante; no obstante, la zona en donde se ubica el recurso la vuelve inadecuada para consumo humano, pues presenta una carga elevada de minerales, lo que representa un riesgo para la población.
¿Cómo resolver el desafío del agua?
Para enfrentar el problema de la escasez, Amanco Wavin señala la necesidad de concientizar a la gente sobre la escasez de agua que se vive hoy en día y de la importancia de no desperdiciarla, así como de buscar acciones que contribuyan a la conservación del recurso, como reemplazar las estructuras viejas.
“No solo podemos ahorrar agua, sino también evitar que se contamine. Si se recolecta por separado, el agua de lluvia se puede reutilizar fácilmente con menor esfuerzo y energía. Necesitamos también aumentar el número de edificios ecológicos en la ciudad, o bien, las aguas residuales se pueden volver a utilizar en los hogares con un sencillo proceso de purificación”, explica Serap Uzun, Gerente de Marketing y Comunicaciones de Wavin en Estambul, Turquía.
Estas soluciones requieren por necesidad de la participación de funcionarios de los distintos niveles de gobierno, a fin de anticipar la creciente demanda e invertir cada vez más para lograr una mejor distribución del agua.
En lo que respecta al manejo del agua de tormenta, Amanco Wavin recomienda implementar sistemas urbanos de drenaje sostenible a nivel de las viviendas. De acuerdo con Marie-Cecile Dekker, Directora Global de sistemas de aguas residuales de Wavin Países Bajos, los sistemas de alcantarillado necesitan ser adaptados o actualizados para enfrentar el clima actual. Un buen ejemplo en Amsterdam es el proyecto a ‘prueba de lluvia’ (rainproof), que se ocupa de este desafío del cambio climático y curiosamente incluye un crecimiento ecológico en las ciudades con la reforestación de más árboles.
El drenaje QuickStream es un sistema sifónico para la recolección de aguas de lluvia procedentes de grandes cubiertas en el que las tuberías van completamente llenas. Esto se logra con el diseño especial de la alcantarilla que impide el ingreso de aire al sistema y la acción del bajante que opera como motor, generando la succión.
Desde luego, Amanco Wavin también recuerda que las acciones para resolver los problemas del agua pueden empezar desde casa, evitando desperdiciarla y siendo más conscientes en su uso. Una acción crucial es evitar vaciar el aceite doméstico o de autos en los alcantarillados —algo que se hace comúnmente—, pues un solo litro de aceite usado puede contaminar hasta 40 mil litros de agua potable.
El uso de nuevas tecnologías para la distribución y manejo de las aguas pluviales en las ciudades es solo una de las propuestas para enfrentar el desafío del agua en términos de sistema de drenaje. La tecnología AquaCell de Amanco Wavin permite un manejo sustentable de las aguas a través de la retención. El sistema almacena agua en el área donde se precipita para luego absorberla dentro de la estructura formada por las celdas AquaCell. Esta solución reduce la carga de pico de lluvia en la red de alcantarillado y los sistemas de drenajes naturales, lo que reduce el riesgo de inundación.
Este sistema puede ser utilizado de forma independiente o combinado con otros, como el drenaje QuickStream, también de Amanco Wavin, un sistema sifónico para la recolección de aguas lluvia procedentes de grandes cubiertas en el que las tuberías van completamente llenas. Esto se logra con el diseño especial de la alcantarilla que impide el ingreso de aire al sistema y la acción del bajante que opera como motor del sistema generando la succión.
“Los desafíos del agua son un punto de atención continuo. Para Amanco Wavin es un reto en el que podemos ayudar juntos a diseñar soluciones a la medida. Ofrecemos productos que permiten generar entornos saludables y sostenibles, por eso comprendemos la necesidad de trabajar de forma articulada en la búsqueda de mejores soluciones, de la mano con acciones de impacto que permitan el uso, acceso y distribución del agua de manera óptima”, señala Jorge Jean, Director de Marketing para México y Centroamérica de Amanco Wavin.
Otra opción en alcantarillado es Novafort de Amanco Wavin. Se trata de una tubería de PVC que cuenta con tecnología de alta vanguardia diseñada para el manejo y desalojo de aguas residuales sanitaria, pluvial o combinada. Con su robusta estructura compuesta por una pared doble, lisa internamente y corrugada externamente, provee un excelente comportamiento hidráulico y estructural, además de que ofrece facilidad de instalación y manejo.
En su compromiso y propuesta de construir entornos saludables y sostenibles, Amanco Wavin se compromete una vez más con la ciudadanía y el medio ambiente en las acciones dirigidas a mejorar la distribución y el manejo del agua, a través del desarrollo de productos y soluciones sustentables que permiten crear un mejor desempeño en la construcción y ciudades más resistentes al cambio climático.
Clic aquí para más información sobre los productos que Amanco Wavin ofrece para la construcción de ciudades resilientes.