La industria inmobiliaria en México es un pilar fundamental para la economía del país, genera numerosos empleos directos e indirectos y es la segunda industria que más aporta al producto interno bruto (PIB) del país. Este sector no sólo abarca la construcción de viviendas y desarrollos comerciales, también impulsa el crecimiento de sectores relacionados como los materiales de construcción, servicios financieros y tecnología.

Además, la inversión en infraestructura y proyectos inmobiliarios fomenta el desarrollo urbano sostenible y mejora la calidad de vida de la población al proporcionar viviendas y espacios comerciales adecuados. La fortaleza y estabilidad del mercado inmobiliario son cruciales para atraer inversión extranjera, lo que a su vez promueve el crecimiento económico y el desarrollo social del país. Por lo que, la transparencia y seguridad de la industria es esencial para mantener su crecimiento y atractivo tanto para inversionistas nacionales como internacionales. 

La transparencia implica la claridad y accesibilidad de la información relacionada con transacciones y regulaciones, lo cual brinda confianza a los inversionistas sobre el entorno en el que están operando. Por otro lado, la seguridad se refiere a la protección de los derechos de propiedad y la estabilidad jurídica que garantiza que las inversiones estarán protegidas y que los contratos serán respetados.

En México, como en muchos otros países, la transparencia y seguridad en el sector inmobiliario están estrechamente ligadas a la eficacia de las instituciones regulatorias y judiciales, así como a la aplicación efectiva de las leyes y normativas. En este contexto, la Certificación PRIME se presenta como un distintivo fundamental para las empresas que buscan destacar por sus prácticas de gobierno corporativo y su preparación para cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) o Bolsa Institucional de Valores (BIVA).

La Certificación PRIME es esencial para las empresas inmobiliarias que buscan mejorar su gobierno corporativo y prepararse para cotizar en el Mercado Bursátil

La Certificación PRIME es un reconocimiento otorgado a las empresas inmobiliarias que implementan planes estratégicos validados por despachos de prestigio, cumpliendo con los rigurosos estándares establecidos en la Guía de Recomendaciones en Gobierno Corporativo. Esta guía tiene como misión principal preparar a las empresas para cotizar en la BMV, asegurando que cumplan con los requisitos necesarios en el rubro de Gobierno Corporativo para la emisión de deuda y la colocación de valores.

Este reconocimiento no solo avala el compromiso de las empresas con la transparencia y la ética, sino que también le proporciona acceso a financiamiento competitivo y mejora su perfil ante los inversionistas.

Al respecto, Agustín Levy, CEO del grupo inmobiliario Levy Holding compartió que “contar con la estructura y reglamentación adecuada, así como con certificaciones como la certificación PRIME, permite a las empresas destacarse en un mercado altamente competitivo y en constante evolución. Esto se traduce en una mayor confianza por parte de los inversionistas, tanto nacionales como internacionales, quienes buscan garantías de que sus inversiones estarán bien gestionadas y protegidas.”

Los requisitos necesarios para obtener esta certificación pueden resumirse en los siguientes puntos: 

  • Gobierno Corporativo: cumplir con estándares establecidos por el programa
  • Legalidad: Ser una empresa constituida legalmente en México
  • Viabilidad y rentabilidad: Presentar proyectos viables y rentables
  • Historial crediticio sano: Mantener un historial crediticio limpio
  • Estructura financiera sólida: Contar con una estructura financiera saludable y capacidad de pago
  • Estado legal: No estar en concurso mercantil, suspensión de pagos o insolvencia

La certificación PRIME, además, ofrece a las empresas inmobiliarias la oportunidad de alinearse con las mejores prácticas internacionales en términos de gobernanza y transparencia. Este alineamiento no sólo fortalece su posición en el mercado interno, sino que también abre puertas a nuevas oportunidades de inversión y financiamiento a nivel global. Las empresas certificadas pueden acceder a una gama más amplia de recursos financieros y atraer a inversores que priorizan la transparencia y la responsabilidad corporativa, al tiempo que contribuyen con el crecimiento de la industria y el país. 

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