Diversos sectores productivos emplean la clasificación de tuberías mediante cédulas para definir la más conveniente según cada labor. En esta ocasión se revisan las características de aquellas usadas en el sector contra incendio
Por Christian Alfredo Zamora Rivera
Cuando hablamos de la cédula de una tubería, nos referimos al grosor con que está hecha su pared; esto significa que, a mayor grosor, mayor es el número que se le asignará. Las cédulas influyen directamente en el tipo de uso, el material que transportarán y con qué frecuencia se utilizarán, ya que, por ejemplo, si en una instalación requerimos presiones altas y temperaturas elevadas, lo ideal es optar por una tubería con cédula mayor.
En este sentido, las especificaciones de fabricación de la tubería están reguladas por la American Society for Testing and Materials (ASME), en especial en su Norma ASTM A53. Las cédulas no son exclusivas de la tubería de acero al carbón, esto lo podemos notar de igual forma en tuberías de PVC, aluminio, acero inoxidable o inclusive cobre, resaltando que este último no se maneja con números, sino con letras.
En lo que respecta a las redes de contra incendio, otro órgano regulador es la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego (NFPA, por sus siglas en inglés). Fundada en 1896 en Estados Unidos, la NFPA surge por la necesidad de normar y estandarizar los sistemas existentes y los nuevos que iban apareciendo. Hoy en día, esta institución cuenta con más de 300 códigos y normativas, ello con la finalidad de eliminar riesgos potenciales y salvaguardar la integridad de las personas.
La NFPA cuenta con seis Capítulos locales en América Latina: Argentina, Colombia, México, Perú, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela. De hecho,el NFPA Capítulo México fue el primero en fundarse, en 2002, y desde entonces ha participado en numerosos congresos y exposiciones. Las tuberías cuentan con 11 denominaciones de cédulas: 5, 10, 20, 30, 40, 80, 120 y 160, bajo la normativa nueva, y tres cédulas que se rigen bajo la normativa anterior: STD, XS y XXS.
Las tuberías cuentan con 11 denominaciones de cédulas: 5, 10, 20, 30, 40, 80, 120 y 160, bajo la normativa nueva, y tres cédulas que se rigen bajo la normativa anterior: STD, XS y XXS
Cada instalación contra incendio llevar una serie de especificaciones diferentes (presión, área a cubrir, tipo de construcción, etcétera), por lo mismo, la selección de la cédula ir directamente ligada a estos datos.
Por lo mismo, cuentan con una serie de especificaciones que se deben cumplir, por ejemplo, para ranuras por laminación debemos tomar en cuenta la presión que se manejar en el sistema; para presiones de hasta 300 psi (20.7 bar), se tiene que utilizar una tubería en cédula 10 en diámetros de 5 a 12 pulgadas.
Evolución de la ranuración en redes contra incendio
Anteriormente, la red contra incendio se instalaba de manera roscada o soldada; sin embargo, esto provocaba que el peso, seguridad y costo de la instalación aumentara considerablemente. En 1919, Victaulic introdujo las primeras uniones ranuradas para tubería, utilizando abrazaderas, tornillería de sujeción y sellos plásticos. Este tipo de unión requería que a los tubos se les hiciera una ranura por laminación para permitir que las abrazaderas generaran la sujeción; con este sistema se consiguió que la instalación fuera más limpia, eficiente, económica, fácil y segura de instalar.
Para 1960, ANVIL introduce su línea Gruvlok de accesorios para este tipo de unión, con lo que la técnica de ranurado adquirió mayor fuerza. Cabe destacar que RIDGID participó en este tipo de innovaciones desde 1978, cuando lanzó al mercado la ranuradora 925, la cual permite generar este tipo de unión de tubería de manera más sencilla.
Posteriormente, se continuaron perfeccionando los dos sistemas de la marca; el manual y el propulsado por máquinas. En ambos casos, la evolución de estas herramientas se ha dado a la par del crecimiento de las aplicaciones que han ido adquiriendo los fabricantes de los accesorios de manera comercial e industrial. Los materiales que pueden ranurarse por laminación variarán con respecto a la máquina que se esté utilizando y sobre todo a la aplicación en la cual sea requerida la tubería. En la Tabla se pueden observar los materiales y las cédulas que las herramientas RIDGID permiten ranurar.
Por otro lado, para poder dar un mayor tiempo de vida a los sistemas contra incendio, es primordial hacer una instalación correcta desde el inicio; por ejemplo, se recomienda que los cortes en los tubos siempre se realicen con cortatubos y no con corte abrasivo, ya que con el primero se genera un corte ideal, en frío y que no requiere lubricación, mientras que el segundo sobrecalienta el material y no siempre se garantiza un corte recto, lo que puede provocar pérdidas de tiempo y dinero.
También, es importante realizar una exacta limpieza de los residuos que quedan al interior del tubo. Para hacer una correcta limpieza de los residuos es importante utilizar un escariador, ya que de esta manera se garantiza una limpieza más rápida y uniforme. Implementando estas dos acciones (corte y escariado) el ranurado de la tubería es más rápido y eficiente.
En RIDGID cualquiera de las herramientas de ranurado por laminación puede trabajar en ambas cédulas; no obstante, en caso de que se requiera ranurar una cédula mayor a 40, contamos con peines especiales para máquinas de roscado el eléctrico, lo cual permitirá generar esta ranura por corte.
Es importante resaltar que cualquier instalación debe hacerse siempre de manera profesional, debido a que la seguridad de los ocupantes de cualquier edificación (comercial, residencial o de oficinas) depende de ello. Ante ello, RIDGID ofrece herramientas de calidad Premium, que ayudan a los contratistas a realizar sus instalaciones de manera profesional. De igual forma, ofrece capacitación continua y gratuita en el uso de sus equipos y herramientas en su Centro de Entrenamiento ubicado en la Ciudad de México.