Por Alfonso Camargo
La modernización de los recursos y operación de las cadenas de frío en México debe convertirse en una prioridad para la agenda nacional. Sobre todo, en un contexto donde urge garantizar el almacenaje y distribución eficiente no solo de alimentos perecederos, sino de medicamentos y las próximas vacunas que hagan frente al COVID-19. Y Nuevo León, sin duda, juega un papel clave para lograrlo.
Pero vayamos por partes. Primero, hay que entender qué es lo que está ocurriendo en el mundo para optimizar este conjunto de procesos logísticos que garantizan la temperatura de productos comestibles y farmacéuticos, desde que son elaborados hasta su consumo final.
Al respecto, en octubre de este 2020, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señaló que 13.8 % de la comida en el mundo se pierde por ineficacias en las cadenas de suministro. Pero eso no es todo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer en noviembre que, anualmente, más de 50 % de las vacunas en todo el planeta vencen a causa de fallas en el control de la temperatura, la logística asociada y los envíos derivados de eslabones especializados.
En el caso de México ocurre algo muy similar. Aunque somos el principal exportador de alimentos perecederos a Estados Unidos, carecemos de normas y regulaciones que procuren la calidad y eficiencia logística de un producto a lo largo de cada uno de los eslabones de la cadena de frío.
Además, de acuerdo con la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), aun cuando nuestro país mueve más de 52 mil millones de dólares en productos agroindustriales, principalmente por carretera, sólo 8.4 % del total del parque vehicular nacional de carga está dedicado a la cadena de frío.
Aun cuando nuestro país mueve más de 52 mil millones de dólares en productos agroindustriales, principalmente por carretera, sólo 8.4 % del total del parque vehicular nacional de carga está dedicado a la cadena de frío”
Alfonso Camargo, Professional Service Manager en LLamasoft
Por otra parte, el 2020 GCCA Global Cold Storage Capacity Report señala que, en los últimos dos años, México perdió más de 1 millón de metros cúbicos en la capacidad de almacenaje especializado en cadena de frío.
Este documento presentado recientemente agrega que, de esta cantidad, 39 por ciento pertenece a operadores logísticos 3PL (Third Party Logistics), mientras que el resto es utilizado de manera privada por las empresas que manejan alimentos y productos perecederos.
A primera vista, todas estas situaciones se explican por la complejidad y costo de mantener óptimamente las cadenas de frío. Sin embargo, es algo que no puede normalizarse a meses de que el mundo espera la llegada de la vacuna que haga frente al Covid-19; cuando, además, es necesario garantizar el abasto de alimentos para la temporada invernal.
Sobre ello en México la estructura promedio de las cadenas de frío adopta dos formas: activa, que utiliza refrigeradores o congeladores de compresión o absorción para producir frío, y pasiva, la cual incluye sistemas de embarque o contenedores para conservar la temperatura.
Además, algunos de sus eslabones pueden ser:
- Almacenes refrigerados ubicados dentro de las zonas productivas
- Vehículos de transporte refrigerados
- Almacenes refrigerados generales, comerciales o de consumo.
- Transporte refrigerado urbano
Al respecto, afortunadamente, en diversas partes de México existen empresas especializadas que cuentan con la tecnología necesaria para participar, con sus recursos, como eslabones de almacenaje y distribución. Estas compañías enfrentan el reto de desarrollar estrategias que les permitan mantenerse vigentes en esta industria:
- Estar atentos a las restricciones que imponen los reglamentos sobre sanidad para implementar las medidas y controles de refrigeración que garanticen la integridad y calidad de los productos
- Aplicar un enfoque de negocios que busque la integración con las metas estratégicas del fabricante, reduciendo costos y mejorando la satisfacción de sus clientes finales
- Invertir en soluciones tecnológicas para dar seguimiento a la carga y sus condiciones de temperatura
Cumplir con todo esto requiere establecer procesos eficientes, optimizar la productividad y garantizar la seguridad en toda los eslabones, por lo que su mejor aliado es la tecnología, que además de proporcionar herramientas que faciliten el manejo de estos productos, ayuda a las compañías a tomar decisiones sobre las mejores alternativas para servir al cliente final, creando planes estratégicos que les permitan reaccionar frente a cualquier imprevisto dentro de la cadena.
La tecnología de LLamasoft ayuda a las empresas de este rubro a diseñar estrategias operacionales para alcanzar sus metas de rentabilidad y crecimiento; también, les permite anticiparse en la toma de decisiones basadas en datos confiables que responden a las necesidades del mercado y, por supuesto, las ayuda a ser más competitivas.
En este sentido, el papel de la tecnología en el sector de las cadenas de frío es fundamental para su proceso de almacenaje y distribución. El uso de herramientas, como el Gemelo Digital, puede ser de gran ayuda para la industria farmacéutica o logística, ya que puede prevenir disrupciones en las entregas de medicinas y alimentos. A su vez, la Inteligencia Artificial (IA) participa como un agente clave para agilizar la producción y eficientar el control de inventario.
La tecnología especializada en las cadenas de frío brinda la posibilidad de anteponer la predicción de la demanda, lo que permite definir el volumen, la frecuencia y la forma de sus redes logísticas. De hecho, este punto será especialmente relevante para la próxima distribución de vacunas, al definir cuáles serán las rutas y fechas de entrega del medicamento, por prioridades y en zonas de difícil acceso.
Hoy, sin duda, las empresas que participan en las cadenas frías en Nuevo León tienen dos principales tareas: la primera es mantenerse a la vanguardia de este rubro, siendo un ejemplo para el resto del país de cómo participar con eficiencia en la distribución y almacenaje de alimentos y medicinas.
La segunda es que deberán estar listas para el reto que viene en los próximos meses, donde jugarán un papel fundamental para abastecer a la población de la vacuna contra el Covid-19.
Por todo ello es que la modernización en los recursos y operación de las cadenas de frío en México debe convertirse en un tema prioritario para la agenda nacional.Hacerlo garantizará, satisfactoriamente, la alimentación y salud de los habitantes en el país; poniendo, a su vez, a las cadenas de suministro nacionales como un ejemplo para el sector internacional.