A lo largo de su territorio, la República Mexicana cuenta con distintas necesidades y aportaciones hídricas. Sólo 33 % del país es húmedo, mientras que el 67 % restante del territorio son zonas semiáridas y áridas.

De las dos grandes regiones en que puede dividirse el país (Norte-Centro-Noreste y Sur-Sureste), la mayor aportación de agua renovable (entendida como la cantidad máxima de agua que es factible explotar anualmente en un país sin alterar el ecosistema) proviene de la región Sur-Sureste, que brinda 67 % del total, si bien, en términos económicos y poblacionales, dicha región sólo concentra a 23 % de los habitantes y aporta 20 % del PIB.

A 2015, em México se contabilizaban alrededor de 121 millones de habitantes; casi 28 % del total se localizaba en 36 localidades muy grandes, con una concentración poblacional superior a 500 mil habitantes (zonas urbanas), donde la cobertura de agua potable alcanza 95.7 por ciento. Dicha cobertura considera a la población con agua entubada procedente de la red pública, pozo comunitario o particular, así como de llave pública. En las regiones rurales, la cobertura de agua potable alcanza a sólo 81.6 % de la población y los rezagos a 2015 se encontraban principalmente en Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz.

15.3 % del total del agua potabilizada en México proviene de la planta Los Berros, perteneciente al Sistema Cutzamala, considerado uno de los más grandes del mundo


Para brindar agua potable, el líquido debe someterse a un proceso de potabilización, el cual permite mejorar la calidad del agua de fuentes superficiales y subterráneas para uso público urbano. A 2015, México contaba con 874 plantas potabilizadoras, que generaban casi 100 m3 de agua potable por segundo. La planta de Los Berros, perteneciente al sistema Cutzamala, es la mayor del país.

En el mismo año, la planta abasteció 15.3 % del total de agua potabilizada en México. Dicha planta fue construida durante la segunda etapa de desarrollo del Sistema Cutzamala, entre 1983 y 1992; ésta se encuentra conectada con el sistema de Valle de Bravo, lo que le permite aumentar su capacidad por medio de canales y el túnel de Agua Escondida que permite la entrada del líquido desde la cuenca del río Cutzamala al Valle de Toluca.