El agua es necesaria para todas las formas de vida. Es un elemento crucial para el funcionamiento de los ecosistemas y la provisión de servicios ambientales de los que dependemos para sobrevivir, por lo tanto es un factor estratégico para el desarrollo de un país.
En México, la mayoría de los sistemas de protección contra incendio a base de agua están alimentados por fuentes de agua potable. Así que echemos un vistazo general sobre el uso de este líquido y su distribución.
De acuerdo con agua.org.mx, México recibe cerca de 1 billón 489 mil millones de metros cúbicos al año de agua en forma de precipitación, de los cuales el 67% cae entre junio y septiembre, especialmente en la región sur-sureste (Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz y Tabasco), con 49.6% de la lluvia.
De aquel total, 73% se evapotranspira, regresa a la atmósfera, 22% escurre por los ríos o arroyos y 6% se infiltra al subsuelo de forma natural y recarga los acuíferos. Debido a las exportaciones e importaciones de agua con los países vecinos, el país posee 471.5 mil millones de metros cúbicos de agua dulce renovable por año.
El agua se reparte según su clasificación, la cual puede ser consuntiva o no consuntiva. La primera se refiere al consumo de agua conforme a los diferentes sectores; mientras que la segunda involucra el uso de la energía motriz del agua para producir electricidad (hidroeléctricas).
En general, el INEGI señala que en el territorio mexicano 76% del agua se utiliza en la agricultura; 14%, en el abastecimiento público; 5%, en las termoeléctricas, y 5%, en la industria. No obstante, muy a mi pesar, debido a estas condiciones, México está considerado como un país con baja disponibilidad de agua.
Ahora, un sistema de abastecimiento de agua contra incendios está formado por el sistema de impulsión, una fuente de agua y la red de tubería, la cual consiste en un equipo de bombeo que suministra el caudal y presión requeridos, acompañado de un depósito de capacidad útil suficiente para garantizar la autonomía de los sistemas.
El equipo de bombeo está compuesto de una bomba jockey, una bomba auxiliar que mantiene la presión en caso de fugas y bombas principales eléctricas o de diesel, que suministran el caudal y presión nominal demandado por el sistema. Los grupos de presión se requieren cuando la instalación de los sistemas de abastecimiento de agua contra incendios precise mayor presión de la que proporciona la fuente de abastecimiento. Los depósitos pueden ser de poliéster o metálicos, según la capacidad requerida, y deben ser instalados siempre que otras reservas no garanticen la autonomía requerida para los sistemas instalados.
En los sistemas contra incendios, al almacenar y transportar agua fría (partiendo de que la calidad del agua cumple con el requisito de consumo humano), la corrosión y las incrustaciones se deben tratar como cualquier circuito de estas características. Mediante la desinfección se consigue controlar el crecimiento microbiano para que no causen efectos adversos.
Lo anterior se verá reflejado en un buen funcionamiento del sistema porque está en mantenimiento regular; es decir, se asegura la calidad fisicoquímica y microbiológica, a través del control del crecimiento de microrganismos y control de la corrosión e incrustaciones del agua dentro del rango normal de operación.
Cabe resaltar que, además de las fuentes de agua potable, es posible utilizar agua tratada para abastecer un sistema contra incendios, siempre y cuando también conlleve una revisión periódica ante la corrosión y los microorganismos almacenados.
La NFPA 13, Instalaciones de sistemas de rociadores, manifiesta en el apartado sobre suministro de agua que puede utilizarse una fuente de agua reciclada o recuperada, donde el propietario del edificio (o su agente) ha analizado la fuente y el proceso de tratamiento (si lo hubiera) a que se somete el agua antes de que esté disponible para el sistema de rociadores y de que se haya determinado que cualquiera de los materiales, productos químicos o contaminantes presentes en el agua no serán perjudiciales para los componentes del sistema de rociadores con el que toma contacto.
Por otro lado, FM Global define que un suministro de agua confiable es aquel que está adecuadamente arreglado, instalado y mantenido, de acuerdo con las especificaciones de las normas, de las recomendaciones de las compañías de seguro, además de los fabricantes de equipos, cuyo historial de funcionamiento está libre de condiciones de deterioro recurrentes no planificadas o no supervisadas.
Para asegurar que el suministro de agua esté disponible de manera continua y se mantenga de acuerdo con las normas aplicables, nuevamente la NFPA 13 advierte que un sistema de rociadores automáticos contra incendios deberá contar al menos con un suministro también automático. Los suministros de agua no deben estar sujetos a condiciones que creen interrupciones frecuentes o prolongadas del servicio, razón por la cual dichas instalaciones dentro de la industria en México echan mano de sistemas privados.
Las fuentes típicas de suministro de agua, en orden de preferencia, son las siguientes:
- Un suministro de agua público o industrial (privado) confiable
- Un suministro de agua industrial (agua tratada) confiable
- Un depósito superior abierto (estanque, lago o río)
Un suministro de agua confiable debe de estar libre de las siguientes condiciones:
- A. Deterioro o fluctuaciones periódicas en la fuente de agua, que reducen el agua de protección contra incendios disponible por debajo de los requisitos de la demanda
- B. Deterioro del equipo o material por antigüedad o negligencia
- C. Bombas contra incendios no confiables debido a arreglos o condiciones
- D. Instalación o arreglo inadecuado del equipo
- E. Uso inadecuado del equipo de protección contra incendios
- F. Historial de deterioros en el sistema de suministro de agua
- G. Historial de acción/respuesta tardía a condiciones de deterioro
- H. Exposición a interrupciones no planificadas del servicio debido a peligros naturales (terremotos, vientos, inundaciones, heladas, matorrales, fuego, etcétera)
Es fundamental la evaluación de los suministros de agua y las condiciones ambientales para determinar la existencia de microbios y condiciones que contribuyan a la corrosión microbiológicamente inducida (MIC, por sus siglas en inglés). Si se detectan condiciones que contribuyan a la MIC, los propietarios deben notificar al instalador del sistema de rociadores, para que este último elaboré un plan para el tratamiento del sistema mediante la aplicación de uno de los siguientes métodos:
- Instalar una tubería de agua que no se verá afectada por los microbios de la MIC
- Tratar la totalidad del agua que entra al sistema mediante el uso de un inhibidor bacteriano aprobado
- Implementar un plan aprobado para el monitoreo de las condiciones interiores de la tubería a intervalos de tiempo y ubicaciones establecidos
En suma, el agua que se almacena para un sistema contra incendio debe existir, asegurarse y mantenerse antes, durante y luego de la puesta en marcha.
Luis Bidegaín Greising
Luis Bidegaín Greising es Ingeniero y consultor de sistemas contra incendio con más de 30 años de experiencia. Trabajo poco más de dos décadas para la subsidiaria de Johnson Controls, Simplex Grinnell. Actualmente, es ejecutivo Superior de Compras en Bidegain Greising Fire Protection, empresa certificada por el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER) en Sistemas de Alarma, Detección de Incendio y Notificaciones de Emergencia (CEDACI), así como en Tecnologías de Rociadores Automáticos Contra Incendios (CETRACI).