Por Jonathan Porta
La relación entre México y Estados Unidos (EU), con base en el T-MEC, se encuentra en una fase inestable. Esto porque la nación norteamericana argumenta que nuestra política energética va en contra del Tratado de Libre Comercio firmado por ambos países.
Para tratar de solucionar esta situación, actualmente se mantienen consultas en ambos territorios en las que se establecen argumentos para determinar quién tiene la razón sobre este tema.
Cabe recordar que, de acuerdo con la Oficina del Censo de Estados Unidos, hasta agosto de este año, México es el segundo socio comercial de la Unión Americana, sólo superado por Canadá y dejando en tercer lugar a China.
Datos de la misma oficina del gobierno de ese país dejan ver que, para mediados de este año, el comercio entre ambas naciones tuvo exportaciones por más de 40 mil 300 millones de dólares e importaciones por 30 mil.
Controversia en revisión
De acuerdo con analistas, si después de agotarse los mecanismos para resolver esta diferencia, entre México, Estados Unidos y ahora también Canadá, se concluye que la política energética mexicana va en contra del espíritu del T-MEC, nuestros vecinos del norte podrían solicitarnos una indemnización.
Bajo este supuesto, si el gobierno nacional decidiera no tomar ninguna acción ante esta resolución, los otros países tendrían la posibilidad de emprender medidas inmediatas que afectarían el comercio entre las naciones, como el aumento de aranceles a las exportaciones mexicanas.
Obviamente, una situación así afectaría la operación de las cadenas de suministro nacionales, siendo las del sector automotriz las más afectadas, pues las exportaciones de vehículos a EU se reducirían.
A su vez, los efectos negativos también se verían en un retraso en la distribución de algunos componentes automotrices, lo que reduciría la producción de este sector industrial en México.
¿Qué hacer frente a este problema?
Frente a esta situación es importante que los directores de las empresas consideren minimizar el riesgo de la cadena de suministro, además de ejercer un mayor control sobre los gastos que hace su negocio.
Justamente, para lograr una transformación en el área de adquisiciones de cualquier compañía es necesario aprovechar al máximo las tecnologías en la nube y la automatización para ejecutar procesos de manera más eficiente. Para lograrlo, debe tomar en cuenta los siguientes puntos:
- Implementar un sistema de compras digital: con el que pueda simplificar las solicitudes de compra, al igual que los pedidos, permitiéndole dar seguimiento, en tiempo real, a estas solicitudes para obtener información sobre los gastos preaprobados.
Al dar un seguimiento a estas erogaciones obtendrá una visión total de sus compras y pagos, con lo cual podrá identificar en dónde se gasta de más y hacer los cambios pertinentes para lograr ahorros en su organización. - Optimizar las cuentas por pagar: para lograrlo, debe tener un proceso de facturación electrónica eficiente que además trabaje de forma precisa y oportuna: algo que no podrá lograr si sigue llevando esta tarea en papel.
- Además, con una herramienta digital como está será capaz de identificar los gastos fraudulentos o duplicados antes de que sucedan.
- Diseñar y planificar su cadena de suministro: esto lo puede lograr con la ayuda de un modelo de datos y la Inteligencia Artificial (IA). El primero le ayuda a organizar la información, mientras que la segunda realiza su propio análisis y presenta opciones de cambios para sus eslabones.
¿Qué es lo importante? Que la herramienta que use para modelar su cadena de distribución tenga gran capacidad de análisis y procesamiento para establecer cuáles son las mejores rutas por las cuales deben de transitar su flota de transporte.
En suma, para hacer frente a una eventual crisis en el traslado de mercancías hacia los países de América del Norte, o simplemente eficientar los procesos en las condiciones actuales, se deben poner en marcha los cambios que ayuden a su compañía a ser ágil y con capacidad de respuesta.
Así, frente a los cambios que se pudieran suscitar en la relación comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, es buen momento para modernizar las cadenas de suministro, dándoles visibilidad y certeza a cada uno de los eslabones. Todo en beneficio de la capacidad que México debe mantener para participar en el T-MEC.