
La Metodología BIM es una forma de construcción integral que comienza a ser utilizada en diversos países, incluido México. A un año de que se haga oficial esta Metodología para cualquier proyecto gubernamental, es necesario difundir los beneficios que tiene a largo plazo
Por Ángel Martínez
En 2019, siguiendo el ejemplo de Inglaterra, con el afán de mejorar los procesos productivos y los costos en la construcción pública –al menos en un principio, puesto que lo ideal es que se aplique para cualquier tipo de proyecto–, México decidió implementar y adaptar la Metodología BIM.
En el documento que da cuenta de la ruta de acción que seguiría el país para este fin, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) establecía que esta medida buscaba: “mejorar los procesos de desarrollo de la infraestructura pública, considerando la eficiencia de la planeación, disminución de sobretiempos y sobrecostos, así como fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas. Además, permitirá mejorar la calidad de los proyectos y su seguimiento integral, así como contar con infraestructura resiliente, eficientar el uso de los recursos públicos y estimular la competitividad global de la industria mexicana de la construcción”.
Nombrada como Metodología BIM (Building Information Modeling) en la mayoría de los países que lo ejecutan, en México se decidió adecuarla por el de Modelado de Información de la Construcción (MIC), quizá con la intención de diferenciarla del proceso del modelado que se realiza con el software de integración general del proyecto, y que constituye sólo una parte de los pasos que conforman la metodología MIC, los cuales se enlistan a continuación:
I) Planeación,
II) Preparación, Evaluación y Autorización,
III) Licitación, Adjudicación y Contrato,
IV) Ejecución o Construcción, y
V) Operación, Mantenimiento y Conservación
Cabe destacar que desde aquel primer documento, la hoja de ruta sigue más o menos congruente con lo proyectado por la SHCP respecto a la manera en que se integraría parcialmente. Se estableció que en 2022 los sectores de Comunicaciones, Transportes, Medio Ambiente y Recursos Naturales, Turismo, Salud y Educación Pública trabajarían con esta medida, para que tan sólo un año después se concretara “en la totalidad de los sectores que ejecuten proyectos de infraestructura pública”.
En febrero de 2024, la Secretaría de Gobernación presentó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la “Norma Técnica que regula el Modelado de Información de la Construcción en proyectos de obra pública de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes”, que hace efectiva la primera parte de la ruta, especificando, no obstante, que esta medida se aplicará a “Cualquier Obra Pública distinta a los PPI y susceptible de aplicación de la Metodología MIC cuyo monto de inversión sea igual o mayor a 100 millones de pesos, o bien, las Obras Públicas que determinen las personas titulares de la Secretaría o de la Subsecretaría independientemente de su monto”.

A propósito del modelado BIM
A fin de evitar confusiones terminológicas, la Norma Técnica publicada en el DOF distingue entre BIM y MIC. Esta última “consiste en un proceso de generación y gestión integral de datos de una Obra Pública durante su ciclo de vida, desde la planeación hasta su operación y mantenimiento, utilizando herramientas informáticas dinámicas de modelado de obras en tres dimensiones y en tiempo real, con la finalidad de optimizar el tiempo y maximizar los recursos económicos, materiales y humanos invertidos durante el diseño y la construcción de la citada infraestructura”.
La “herramienta informática dinámica de modelado en tres dimensiones y en tiempo real” es, precisamente, el software comúnmente conocido como BIM. El arquitecto Patricio Zapata, Customer Success Manager LATAM en Graphisoft, compañía especialista en software BIM, explica que “BIM expresa que múltiples disciplinas están produciendo modelos BIM, de una forma orquestada (por ejemplo, se ha definido qué se modelará, cómo se modelará, con qué datos), y que son intercambiados para informar las acciones de cada una de las disciplinas de tal forma de reducir errores y aumentar el valor del proyecto en todas las fases”.
En el inciso 2.7 de la Norma Técnica se señala lo que se debe entender por modelado BIM: “Modelo BIM 3D. Modelo que constituye la representación de infraestructura en tres dimensiones (coordenadas X, Y, Z)”.
El modelado BIM, entonces, es la integración de las diversas disciplinas que intervienen en un proyecto “de una forma orquestada”, lo cual implica que “debe existir un plan de ejecución BIM (BEP, en ingles), que defina una estrategia de desarrollo del proyecto, estableciendo cuándo hay suficiente información para que los contratistas desarrollen sus proyectos, y cuándo y cómo se distribuye la información para asegurar un proyecto libre de errores”, comenta el representante de Graphisoft.
Pero, ¿por qué es relevante el conocimiento del modelado BIM para los contratistas de cualquier disciplina? El mismo documento de la SHCP explica que “La participación del sector privado no se limita a los contratistas directos para la construcción, también debe considerar a las empresas activas en la cadena de valor, incluidos los proveedores de materiales y equipo, empresas de ingeniería, arquitectura y planificación”.
En consideración del especialista en software, ninguna disciplina –sea HVAC, hidrosanitario o contra incendio, por mencionar sólo algunas– está exenta de conocer el manejo adecuado de BIM, ya que “cada disciplina, si quiere permanecer en el juego, debe desarrollar su capacidad por aplicación del modelo BIM, lo que implica entender claramente qué es lo básico que se requiere, y además, cuál es el valor agregado de la empresa en cuanto a su know how. De ahí se deriva la búsqueda de la herramienta adecuada para conseguir estos objetivos”.

“Cada disciplina, si quiere permanecer en el juego, debe desarrollar su capacidad de aplicación del modelo BIM, lo que implica entender claramente qué es lo básico que se requiere, y además, cuál es el valor agregado de la empresa en cuanto a su know-how. De ahí se deriva la búsqueda de la herramienta adecuada para conseguir estos objetivos”: Arq. Patricio Zapata, Customer Success Manager LATAM en Graphisoft
Pero, ¿qué tan sencillo es hacer la integración de estas disciplinas? El Customer Success Manager LATAM señala: “Esto depende del set-up del BIM que se busque implementar. Considerando que se usan estándares abiertos (IFC), y que por lo tanto se han definido ciertas reglas básicas (punto de inserción, estructura de pisos, información requerida a nivel de elementos), es extremadamente sencillo, incluso con software gratuito (visualizadores IFC), federar (combinar) varios modelos y analizar manualmente o de forma automatizada (usando, por ejemplo, SOLIBRI OFFICE) la calidad de los modelos y la calidad del conjunto”.
Si bien comenzar puede resultar complejo, una vez que una compañía desarrolla la habilidad de proyectar usando herramientas de autoría BIM”, el desarrollo de los proyectos se acelera, reduciendo las horas necesarias para elaborar un modelo apto para intercambiar; luego, el prestigio de la compañía crece. Si esto es administrado adecuadamente, lleva a la adjudicación de más contratos”, continúa el directivo.
Para el caso de México, el modelado BIM “requiere la formación continua de los usuarios para asegurar la eficiencia y para hacer crecer el conocimiento. Lo que partió como iniciativa privada para mejorar la productividad, pasó a ser un tema obligatorio para proyectos de gobierno a partir del 2024, hito que permitirá, gradualmente, adquirir la experiencia necesaria para poner urgencia al desarrollo de estándares locales que se adapten y a la vez mejoren las actuales prácticas”, adelanta el arquitecto Zapata.
Es fundamental, por lo tanto, dejar en claro que aunque en países de habla inglesa la metodología BIM incluye todo el proceso, previo, durante y posterior a la realización del proyecto, para México se debería ocupar la denominación MIC cuando se hable de este mismo ciclo. O en todo caso, distinguir que el modelado BIM es sólo una parte de la Metodología BIM.
BIM, BAM, BOOM
Más allá de su reciente obligatoriedad en algunos sectores, la metodología MIC pretende crear beneficios no sólo para los involucrados en el desarrollo de la infraestructura del país. En una visión más amplia, la implementación del MIC tendría que ser un beneficio para las personas que utilizan esa infraestructura, independientemente del sector en el que se aplique. La buena noticia es que México comienza a responder de manera favorable respecto a su conocimiento.

“Te puedo decir que, desde BIM Task Group, donde pertenezco a la Comisión de Industria, realizamos una primera encuesta BIM a nivel nacional, en donde nos arrojó que de los más preparados para recibir e implementar la Metodología BIM son, en primer lugar, las empresas. En segundo lugar está la academia, que está insertando la materia BIM en sus planes de estudios de manera transversal, esto es, para estudiar la Metodología MIC y, sobre todo, la norma ISO 19650, que regula esta metodología”, refiere Dulce Barocio, vicepresidenta de la Red Internacional de Ciudades Inteligentes, directora Comercial TERABIM y Country Manager Globalbitz.