Una de las estrategias que ha mostrado mejores resultados para promover la eficiencia energética, y una mejor rentabilidad en los edificios, es implementar Sistemas de Gestión de Energía. Si no sabes dónde empezar para realizar uno, la siguiente metodología te será de mucha utilidad 

Por Ángel Martínez

Un Sistema de Gestión de Energía (SGEn) es una metodología completa que ayuda a los edificios a identificar, aplicar e incrementar áreas de mejora energética. En México, la ISO 50001 es quizá el estándar más popular para edificaciones de alto consumo de energía y encuentra su réplica en la NMX-J-SAA-50001-ANCE-IMNC-2019. 

Este estándar internacional ha sido ampliamente difundido también por la Comisión Nacional del Uso Eficiente de la Energía (Conuee) en sus propósitos de brindar herramientas a los diferentes sectores productivos para mejorar sus gestión energética y cumplir, a la par, con las metas acordadas de reducir su consumo de energía gradualmente. 

Si bien la ISO 50001 brinda una metodología amplia para los grandes consumidores, no significa que no podamos encontrar alternativas para saber qué acciones implementar en caso de que se hayan detectado consumos que estén afectado el desempeño de un edificio y que, por lo tanto, se vean reflejados en el pago de facturación mes tras mes. 

En este sentido, el ingeniero Luis Becerril, actual ingeniero en Ventas de Cuentas Nacionales en Trox México, propone un procedimiento simplificado para determinar “dónde y cuáles son las áreas de oportunidad de mejora, y adónde pueden llegar si se implementan”, con la advertencia de que si bien este procedimiento no da una certificación en sí, es útil para todas aquellas empresas que en sus proyectos internos se hayan planteado planes de ahorro de energía. 

Tomando como base el enfoque PHVA (Planificar, Hacer, Verificar y Actuar) de la metodología ISO, esta propuesta de diagnóstico energético también arrojará una visión objetiva de dónde, cuándo y con qué grado de eficiencia es utilizada la energía, por lo que dará medidas de Ahorro y Uso Eficiente de la Energía (AUEE), siendo responsabilidad del dueño del inmueble, en una segunda etapa, llevar a cabo las recomendaciones derivadas de este análisis. 

Fuente: Luis Becerril

Para el especialista, este modelo de análisis energético se conforma de cuatro fases: 1. Recopilación de Información, 2. Análisis Energético, 3. Evaluación de Medidas de AUEE y 4. Informes de Medidas de AUEE.

1. Recopilación de Información

Este primer paso está conformado, a su vez, por cuatro apartados: 

A. Análisis previo 

B. Levantamiento de datos 

C. Mediciones 

D. Identificación de oportunidades 

Aunque cada uno de estos apartados contiene sus particularidades, este primer paso implica a grandes rasgos obtener datos generales del edificio por evaluar: su actividad, ubicación, antigüedad, horario de operación e, incluso, el número de personas que lo habitan. También, es importante proporcionar datos como antecedentes energéticos y operaciones. 

En este primer paso, el levantamiento de datos servirá para seccionar y encontrar las áreas de mayor consumo de energía (aire condicionado, iluminación, bombeo, elevadores, etcétera). Este paso también implica trabajo en campo por parte de los especialistas, pues deberán coordinar entrevistas con los Gerentes de Mantenimiento, a fin de identificar las posibles oportunidades de ahorro y tener un informe del funcionamiento del edificio. 

Las mediciones específicas que se realicen a los equipos o áreas del inmueble, por su parte, servirán para identificar las Oportunidades de ahorro, las cuales irán en dos sentidos: oportunidades operativas (de bajo costo) y oportunidades tecnológicas (aquellas que implicarían sustituir equipos instalados por otros de mayor eficiencia). 

2. Análisis Energético

Dentro de un SGEn, un análisis del consumo energético real es determinante para tomar decisiones sobre las acciones a seguir en el proceso de mejora continua. La ISO 50001, por ejemplo, refiere a su vez a la ISO 50006 como el estándar para medir y predeterminar, con base en fórmulas establecidas, los consumos energéticos que tendrá cierto edificio a futuro; es decir, predice un escenario. 

En el caso del análisis sugerido por el especialista, se tendrían dos perspectivas (lo que no significa que no se pueda utilizar cualquier software o programa para calcular el gasto energético base del edificio): 

1. Contabilidad Energética

  • Consumos globales 
  • Consumos por centros de utilización 
  • Análisis de costos de carga 

2. Indicadores de Desempeño Energético

  • Consumo energético / superficie del edificio 
  • Consumo energético / número de empleados 
  • Consumo energético / horas trabajadas 

Para el especialista, este paso implica un trabajo de ingeniería a detalle. A fin de tener certeza sobre el consumo de la energía, es recomendable contar con una cálculo de línea base, “para saber dónde estamos parados, cómo se han movido estos consumos energéticos en un rango de tiempo y a partir de ahí saber hacia dónde queremos movernos”. 

Una vez establecida la línea base de energía, es muy importante también establecer el costo total de energía que está presentando el edificio, ya que, según comenta el ingeniero Becerril, “hay industrias o edificios que no están en la tarifa que les corresponde, ya sea por falta de información o desconocimiento. Es un punto que hay que valorar”. 

Por su parte, los indicadores de desempeño energético darán una guía de cómo estamos y hacia dónde queremos llegar. Aquí se puede utilizar algún software o programa especializado que dé una pauta para saber el consumo de energía, ya sea por la superficie del edificio, por el número de empleados, o bien, por las horas trabajadas. 

Estas dos medidas darán como resultado una incidencia en los costos, a partir de los cuales, ahora sí, podemos determinar las prioridades de acción (bien sea por equipos, por zonas o de manera general). 

3. Evaluación de medidas de la AUEE

A partir de los resultados energéticos obtenidos en el paso número dos, lo siguiente es hacer una evaluación de las medidas AUEE. Este paso implica tres etapas: 

A. Análisis técnico del sistema o del equipo 

B. Determinación de potenciales de ahorro 

C. Análisis de rentabilidad 

El especialista menciona que es importante, antes de cualquier sugerencia, ver cómo están funcionando los equipos instalados; pero, más importante, saber si el equipo está cubriendo la necesidad para la que fue instalado. 

“Hay veces que el equipo funciona todo el día; sin embargo, no cubre la necesidad del espacio. En un aire acondicionado, los compresores no paran de trabajar todo el día, pero quizá el confort nunca se alcanza”, ejemplifica. 

Es por ello que, antes de proponer un cambio, hay que ver si se cumple con el objetivo final. Esto nos llevará a determinar si es necesario hacer cambios, considerando al mismo tiempo la rentabilidad, el monto de inversión y su retorno. 

“El costo de los equipos o de implementar una nueva solución no tiene que quedarse solamente ahí. Si nosotros cambiamos un compresor, con un tiempo de vida de 20 años, tenemos que analizar la inversión a ese tiempo, ya que si contemplamos una opción más económica, quizá a futuro el gasto sea mayor”, resalta. 

4. Informe de las medidas AUEE

Este es el documento que se entrega al inversionista, que debe ser de fácil comprensión, concreto y sencillo para los que participan en el edificio. Este documento debe contener las siguientes características: 

-Introducción 

  • Antecedentes y alcances del proyecto 

Resumen Ejecutivo 

  • Breve resumen de resultados 

Descripción general de la instalación 

  • Ubicación, superficie, personal, giro, etc. 
  • Datos de facturación energética 
  • Descripción de los sistemas 

Medidas de AUEE 

  • De inversión nula
  • De baja inversión 
  • Inversión considerable 

Resumen de resultados 

Cabe resaltar que este documento no sólo está dirigido a la parte técnica. Es muy probable que tenga que ser revisado por directivos, personal de finanzas o tomadores de decisiones, por eso es fundamentar explicarlo de tal manera que resulte convincente y claro para todos los involucrados. 

En cuanto al Resumen Ejecutivo, debe considerar aspectos esenciales que cualquier persona dispuesta a invertir en un análisis de esta índole le interesa saber, como cuál es el porcentaje económico y energético que va a ahorrar la implementación de las AUEE, cuáles son las soluciones que se están ofreciendo, cuáles son las garantías que ofrece la empresa que se contrató, así como los tiempos de retorno y la inversión económica necesaria por parte de quien solicitó el servicio. 

Otro aspecto importante a considerar es la sección de Medidas de AUEE, pues en este punto se le darán al inversionista todas las recomendaciones que puede implementar en su edificio, desde las que no significan una inversión económica, las que implican un gasto económico considerable, hasta las medidas de planeación mayor. 

Para el ingeniero Becerril, la inversión más sencilla, la Inversión Nula, engloba aquellas estrategias que se pueden ejecutar sin gastos económicos, tales como implementar sesiones de capacitación o concientización entre los empleados para el ahorro de energía. 

Las medidas de Baja Inversión implican que el dueño del inmueble considere la sustitución de algunos equipos de costo inferior, esto es, de aquellos equipos que no tengan la mejor eficiencia energética. En esta Baja Inversión, también se puede considerar la optimización de procesos. 

El Resumen Ejecutivo, debe considerar aspectos esenciales que cualquier persona dispuesta a invertir en un análisis de esta índole le interesa saber, como el porcentaje económico y energético que va a ahorrar la implementación de las AUEE

Por su parte, la Inversión Considerable es la más fuerte respecto al desembolso monetario. En este punto, hay que tener en cuenta que tiene que ser una inversión programada, para no interrumpir en las labores diarias de quienes ocupan el edificio. 

Conclusión del diagnóstico energético 

No hay que olvidar incluir al final y en cualquier parte de los puntos listados todos los testimoniales y análisis llevados a cabo durante el diagnóstico, ya que estos servirán de referencia tanto para quien aplique el análisis como para quien lo solicite. Son la garantía de que se ha estado trabajando conforme a los puntos de mejora encontrados en el camino. 

“Cada edificio es un nuevo mundo”, asegura el ingeniero Luis Becerril; no obstante, los cuatros puntos presentados forman una propuesta estructurada y simplificada para todos aquellos que no quieran o no puedan implementar un SGEn conforme a la ISO referida en un inicio o cualquier otra, según las características del edificio. 

En la actualidad hay herramientas que también ayudan en la óptima gestión de un edificio, como los BMS y los software de automatización especiales para las diversas áreas de un inmueble (iluminación, HVAC, sistemas de bombeo, etcétera), y permiten promover el ahorro de energía. 

También habría que recordar la advertencia hecha por Kim Fausing, CEO de Danfoss, compañía especialista en componentes para el sector del aire acondicionado y la refrigeración, durante la pasada Conferencia Global Anual sobre Eficiencia Energética realizada por la Agencia Internacional de Energía: no podemos aspirar al Net-Zero sin pensar en la eficiencia energética. 

Este análisis puede ser un primer paso para alcanzar metas más ambiciosas. 

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