Por Jaime A. Moncada
Los sitios de concurrencia masiva presentan problemas específicos de seguridad contra incendios como el movimiento físico y comportamiento de las personas (en adelante: los ocupantes), capacidad de las salidas, y métodos apropiados de alertar y dirigir a los ocupantes en caso de una emergencia. A la par, los ocupantes de este tipo de edificaciones no están familiarizados con la localización de las salidas o cómo resguardarse en caso de un incendio. De hecho, muchas de estas ocupaciones se utilizan con niveles de iluminación muy bajos o, como en teatros o cines, casi en total oscuridad.
Los sitios de concurrencia masiva se definen como escenarios u ocupaciones para reuniones públicas donde se reúnen cientos de personas. Ejemplos de este tipo son estadios, auditorios con asientos fijos o movibles, grandes salones de reunión, restaurantes, bares, bibliotecas, salas de conciertos, salas de exhibición, centros de convenciones, centros deportivos y terminales de pasajeros para transporte, entre otros. Generalmente, cuando hay una densidad importante de ocupantes y el recinto tiene más de 50 personas, este recinto se evalúa como una ocupación de reunión pública. Si el recinto tiene menos de 50 personas, se evalúa como un uso auxiliar a otro tipo de ocupaciones.
Para ilustrar los riesgos específicos de los diferentes tipos de edificios con concurrencia masiva, me voy a centrar, de aquí en adelante, en la descripción de los riesgos y protecciones en un estadio. Es decir, debe quedar claro que los requerimientos de un estadio son muy diferentes a los que pueda requerir una discoteca o una sala de cine o un aeropuerto.
Riesgos según el número de ocupantes
El 24 de mayo de 1964 se enfrentaron en el Estadio Nacional de Lima las selecciones de Perú y Argentina en la final clasificatoria para las olimpiadas de Tokio. Aquel día, la asistencia oficial fue de 47 mil 197 espectadores, la capacidad máxima del estadio. Argentina ganaba uno a cero cuando faltando dos minutos para el final del partido, Perú marcó el gol del empate. Sin embargo, el árbitro uruguayo, Ángel Pazos, anuló el gol. La decisión provocó una reacción en cadena que inició con aficionados enfurecidos invadiendo la cancha, peleas en las tribunas y la fatídica decisión de la policía de utilizar gases lacrimógenos contra los mismos aficionados en dichas tribunas. Esto desató una estampida hacia las vías de egreso que habían sido cerradas también por la policía. El resultado fue 318 muertos y más de 500 heridos, la peor tragedia en un estadio de cualquier tipo en el mundo y otro desafortunado “récord mundial” para nuestra región.
El peor incendio en un estadio ocurrió 21 años más tarde, en el estadio Valley Parade en Bradford, Inglaterra, un 11 de mayo de 1985. Esa tarde, mientras Bradford City empataba contra Lincoln City, dos equipos de la tercera división del futbol inglés, la basura que durante años se había colectado debajo de las graderías del estadio prendió fuego en el techo de madera sobre estas graderías y en cuestión de minutos todo un costado del estadio estaba en llamas. Afortunadamente la mayoría de los espectadores pudieron evacuar hacia la grama, pero la rapidez del incendio 56 personas perdieron la vida y 265 más quedaron heridas.
Códigos de prevención de incendios
Estos dos incidentes ilustran dos de los objetivos principales en los códigos de seguridad contra incendios: evitar o controlar un incendio mientras se ofrecen métodos seguros, eficientes y eficaces de evacuación. La seguridad contra incendios de un edificio o estructura se obtiene cuando éste se evalúa como un todo. No solamente es importante la definición de los sistemas contra incendios, ya sean éstos automáticos (por ejemplo, rociadores automáticos) o manuales (como conexiones para mangueras), sino que se deben analizar simultáneamente con los medios de evacuación, la construcción y compartimentación del edificio, sus contenidos y terminados interiores, los métodos de alarma de incendios y notificación a los ocupantes, la iluminación interior, elevadores, señalización, sistemas de aire acondicionado y calefacción, entre muchos otros.
Los códigos modernos de incendios como los desarrollados por NFPA para la mayoría de los riesgos implican una metodología prescriptiva, donde los edificios y estructuras son evaluados desde el punto de vista de su uso u ocupación. Bajo este concepto, cada ocupación tiene requerimientos diferentes, es decir, los requerimientos de seguridad de un hospital son diferentes que los de un edificio de almacenamiento, además de que la arquitectura de cada edificio varía, de modo que el análisis normativo dará un resultado diferente para cada edificio, incluso si corresponden a una misma ocupación. En los edificios de concurrencia masiva, reitero que el énfasis está en el movimiento eficaz de los ocupantes y en el control del incendio.
Los códigos modernos de incendios como los desarrollados por NFPA para la mayoría de los riesgos implican una metodología prescriptiva, donde los edificios y estructuras son evaluados desde el punto de vista de su uso u ocupación
Siguiendo con el ejemplo de un estadio, debemos entender que el diseño arquitectónico e ingenieril de estos edificios ha evolucionado, y de la misma manera han cambiado los retos para el ingeniero de protección contra incendios. Hoy, el estadio moderno es utilizado para una gran variedad de eventos, desde un partido de fútbol, hasta conciertos, mítines políticos y conferencias religiosas, donde el campo deportivo está ocupado por espectadores, incrementado la capacidad del recinto y modificando los planes de evacuación. La estructura puede ser también techada, introduciendo complicaciones durante la evacuación del humo en un incendio. El estadio moderno también incluye amplias áreas cubiertas, como suites corporativas, restaurantes, bares, cocinas, tiendas, áreas VIP, cabinas de transmisión, palcos para la prensa, camerinos y oficinas, que incluyen riesgos de incendios con cargas de fuego altas.
La normativa de la NFPA
Como era de esperarse, la normativa de la NFPA incluye extensos requerimientos para edificios de concurrencia masiva, los cuales se encuentran principalmente en la norma NFPA 101, Código de Seguridad Humana. Conforme a la referencia anterior del riesgo en un estadio, la principal diferencia en su diseño es si éste se ha clasificado como un área de asientos protegida contra el humo o no. Cuando existe un sistema de control de humo que mantenga la capa de humo 1.8 m encima de las vías de evacuación y las áreas cubiertas del estadio están protegidas con rociadores automáticos, entre otras protecciones, se permite que los factores de capacidad de las salidas sean menos restrictivos y las distancias a las vías de evacuación se puedan hacer más largas.
El concepto de área de asientos protegida contra el humo, mejor conocida en inglés como smoke protected seating, busca equiparar la seguridad de un estadio como si éste estuviera totalmente al aire libre. La evaluación del estadio se separa de las reglas prescriptivas típicas en las normas de la NFPA, y requiere la realización de una Evaluación de la Seguridad Humana, lo cual suena más sencillo de lo que es. Este reporte debe ser realizado por escrito, elaborado por profesionales competentes y con experiencia, también debe ser revisado anualmente con autorización de la autoridad competente local. Las condiciones que deben considerarse en esta evaluación incluyen aproximadamente 80 factores diferentes. Debo mencionar, casi de manera anecdótica, que a diferencia de las regulaciones de la FIFA, NFPA 101 permite que el tiempo de flujo nominal durante la evacuación sea de 11 minutos en estructuras con más de 25 mil sillas.
El estadio moderno debe incluir también un análisis de ingeniería de protección contra incendios que defina la resistencia al fuego de la estructura, la cual depende de los objetivos de protección, los cuales pueden diseñar el sistema de evacuación denominado técnicamente como secuencia de alarma positiva, donde se permite una prealarma de hasta 180 segundos antes de que la señal de alarma general sea iniciada. Se requiere que empleados estén presentes alrededor del estadio en suficiente cantidad y con conocimiento de los protocolos operacionales de control de multitudes, seguridad, sistemas de monitoreo, así como sistemas contra incendios.
Para concluir, un estadio es una edificación cada vez más compleja igual que otros tipos de edificios y estructuras con concurrencia masiva. Tanto los problemas de seguridad humana como de protección contra incendios apuntan a que los aspectos de diseño del estadio deben ser conjugados con la gestión del mismo. Los criterios establecidos por la NFPA no sólo sirven para la evaluación de edificios nuevos, sino para la reforma de edificios existentes. No obstante, los criterios de diseño son complejos y requieren la participación de profesionales experimentados, competentes con experiencia previa.