Por Analía Baño
Frente a la contingencia sanitaria, las variantes en las políticas mercantiles que trajo la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como el T-MEC, las cadenas de suministro de retail han mostrado gran fortaleza. Sin embargo, estos cambios, a los que seguramente se sumarán otros, involucran desafíos que las empresas tienen que enfrentar.
El primero de ellos es predecir los cambios y disrupciones que pueden modificar los procesos y afectan a todas las áreas de la cadena de suministro. Ante este panorama hay que vislumbrar escenarios alternativos de rutas y proveedores para adquirir nuevos mecanismos y tomar mejores decisiones.
La cadena de suministro se enfrenta a un segundo reto: entender cuál es la demanda, acompañarla con el inventario disponible, tener completa visibilidad de lo que tienen en stock y automatizar los departamentos que sean posibles. El objetivo es que el consumidor obtenga lo que desea a pesar de sus cambios de preferencias y, para ello, es clave analizar y predecir qué van comprar para estar listos a la hora de atender esa demanda.
El tercer desafío al que debe hacer frente esta industria es dar respuesta al comercio electrónico, que tras la pandemia incrementó considerablemente, especialmente en Latinoamérica (que se convirtió en la segunda región de mayor crecimiento), al aumentar en 30 por ciento el número de consumidores en algunos países, lo que representa un cambio que se estimaba llegaría hasta 2022, de acuerdo con las consultoras America’s Market Intelligence (AMI) y Euromonitor. Responder de manera adecuada a este mercado debe ser una prioridad para retener y atraer a los clientes y evitar que elijan a la competencia.
Por ejemplo, una importante empresa especializada en venta de productos para la construcción, remodelación, equipamiento, decoración de la casa y el jardín contaba en su e-commerce con opciones de entrega y retiro poco flexibles; el problema se resolvió con la implementación de un motor de decisiones que mejoró la experiencia del cliente al considerar su geolocalización, los productos seleccionados, sus atributos e información de stock, entre otros.
Para superar estos y otros retos, la tecnología se presenta como una aliada. Herramientas como el Big data, Data lakes y la Automatización Robótica de Procesos (RPA por sus siglas en inglés), permiten obtener información vital de cada una de las áreas de la cadena de suministro; desde números, fechas de pedidos y datos de proveedores, hasta rutas y medios de transporte.
El objetivo es que el consumidor obtenga lo que desea a pesar de sus cambios de preferencias y, para ello, es clave analizar y predecir qué van a comprar para estar listos a la hora de atender esa demanda»
Los modelos de análisis predictivos, como Machine Learning y las soluciones de Inteligencia Artificial (IA), se encargan de anticipar la demanda, optimizar las rutas o disponer de los productos que se necesitan en el momento que se requieren. En tanto, el Digital Twin ofrece simulaciones virtuales que crean escenarios posibles sobre cambios de proveedores o rutas. Esto permite que los tomadores de decisiones planeen las mejores estrategias para el negocio.
Dentro del sector retail es fundamental que las farmacias y organismos de salud a cargo de la distribución y campañas de vacunación incorporen estas herramientas para garantizar el transporte, cumplir con los estándares de calidad y los mecanismos de control de aplicación, en colaboración con las autoridades de salud.
Es justo por estas aplicaciones y sus alcances, que las innovaciones tecnológicas representan una ventaja competitiva en el mercado para la cadena de suministro. Pero no solo requieren de ellas, también es necesario desarrollar un mindset digital, que se define como la actitud de mejora continua con ayuda de la tecnología.
Adquirir esta capacidad permite adaptarse a los cambios y desarrollar un pensamiento disruptivo, capaz de responder con la misma agilidad y flexibilidad que lo hace la tecnología, lo cual es fundamental para enfrentar cualquier desafío futuro.
Confío en que la industria avanzará, apoyada por la tecnología, y con ello seguirá cimentando las bases de un futuro en el que estaremos más interconectados y las cadenas de suministro serán tan resilientes, ágiles y flexibles, que se podrán adaptar a los cambios que vengan.