Bajo este título, la Comisión Nacional del Uso Eficiente de la Energía (Conuee) llevó a cabo un seminario tecnológico vía online, el cual fue impartido por el ingeniero Darío Ibargüengoitia, quien se encargó de exponer algunas de las consideraciones principales que los especialistas del confort deben tener a fin de lograr un triple objetivo: garantizar la salud de las personas, mantener el confort en los inmuebles y consumir la menor energía posible.
El ingeniero Ibargüengoitia, quien es representante de la Sociedad Estadunidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE, por sus siglas en inglés) en México, comenzó la ponencia refiriendo la importancia de construir, o en su caso reacondicionar, espacios saludables al interior de las edificaciones, ya que aproximadamente el 90 % del tiempo lo pasamos en alguno, sea que se trate de una escuela, una oficina, o el hogar.
En este sentido, recordó que la Calidad del Ambiente Interior está determinada por conceptos como el confort térmico, la calidad del aire interior, el confort acústico y el confort visual: «Todo sistema de acondicionamiento para espacios cerrados tiene como principal objetivo dar confort, pero ¿cómo garantizamos que realmente se obtenga esto? Logrando espacios sanos, con la temperatura y la humedad adecuada, además de una correcta ventilación. Niveles de iluminación adecuados y buena acústica. Todo esto con el menor consumo de energía posible», refirió.
El también socio fundador de Ibalca recordó hay factores al interior del inmueble que deben considerarse para obtener un confort térmico, como son la temperatura del aire, la humedad del aire (incluso destacó que, según diverso estudios mundiales, una adecuada humedad que evite la propagación del virus oscilaría entre el 40 y 60 %), así como la distribución y pureza del aire.
En contraste, entre aquellos factores que provocarían un proyecto mal climatizado (y por lo tanto que requerirá más energía) están una mala orientación del espacio, además habría que considerar el ambiente exterior (temperatura, humedad, temperatura radiante, velocidad del aire, altitud y latitud). El ingeniero refirió que un mal manejo de la climatización estaría dada por el «metabolismo» del inmueble: «Si diseñamos[un espacio] para que sean unas oficinas y se convierten en un gimnasio, ya perdimos toda eficiencia», recalcó.
Por otro lado, el ingeniero Ibargüengoitia González destacó la labor que tiene en la actualidad el mantenimiento preventivo de los equipos de aire acondicionado como una doble labor de optimizar los recursos energéticos, a la vez que se elimina cualquier posibilidad de que se propague cualquier virus. Factores como la automatización de los equipos, lograr puntos de ajustes adecuados, el que se tengan claras las secuencias de operación normal y de emergencia, así como el que los usurarios también puedan hacer ajustes mínimos respecto a su necesidades, conforman la lista de elementos a considerar para lograr el ahorro energético y prevenir la propagación del Covid-19.
Según la ASHRAE, un espacio con buena CAI es aquel en el que no se conocen contaminantes en concentraciones nocivas, según lo determinan las autoridades competentes y en el que la mayoría (80 % o más) de las personas expuestas no presenta insatisfacción»
En un contexto mundial en el que se ha determinado la injerencia que tienen los sistemas de climatización en la propagación del virus SARS-CoV-2, para la AHSRAE y para el ingeniero es importante proporcionar una adecuada Calidad del Aire Interior (CAI), concepto que la asociación define como «todo aquel espacio en el que no se conocen contaminantes en concentraciones nocivas, según lo determinan las autoridades competentes y en el que la mayoría (80 % o más) de las personas expuestas no presenta insatisfacción».
¿Qué nos recomienda el ASHRAE para el Covid-19 respecto al CAI? Aumentar la ventilación, mejorar los niveles de filtración. «Lo normal era tener filtro plegables o desechables, MERV 8 o 6, lo que nos pide ahora es mejorar la filtración es un MERV 13 o 15, para detener todo tipo de bacterias y partículas; en cualquier caso que se pueda, tener sistema de rayos VC; además, en operación y mantenimiento, lograr ventilar la mayor parte del día», resalta.
No obstante, el también reconocido como LEED Fellow en 2019 recordó que, basados en la Norma Mexicana 577, próxima a convertirse en estándar, el Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción y la Edificación (ONNCCE) elaboró un Criterio de Evaluación, 002, Calidad del Ambiente Interior en Edificaciones, que debería ser tomado en cuenta para poder contar con un certificado que avale un espacio de Ambiente de Calidad: «lo que se pretende es que un evaluador pueda certificar los parámetros en los que están funcionado los sistemas de acondicionamiento para garantizar una calidad ambiental adecuada», extendió.