Con un acelerado crecimiento urbano, Monterrey se ha convertido en un referente de desarrollo vertical en México y Latinoamérica, respondiendo a las demandas contemporáneas de eficiencia, sostenibilidad y optimización del suelo urbano. 

Este crecimiento ha sido impulsado tanto por la falta de espacio en áreas céntricas como por la llegada de importantes inversiones extranjeras, facilitadas por el fenómeno de nearshoring. Así, Monterrey se proyecta como un modelo de urbanización que combina tecnología, sostenibilidad y calidad de vida, consolidando su liderazgo en desarrollo urbano.

Polo estratégico de crecimiento vertical

Durante la última década, la capital de Nuevo León ha experimentado un crecimiento sorprendente en el sector inmobiliario vertical. Con una expansión de cinco veces en la construcción de desarrollos verticales en comparación con años anteriores, actualmente la ciudad cuenta con 39 desarrollos en marcha, los cuales cubren más de 594 mil metros cuadrados. 

La demanda de viviendas modernas en ubicaciones céntricas y estratégicas especialmente en zonas como San Pedro Garza García y Valle Oriente ha impulsado el auge de estos desarrollos, cuyo precio promedio es de 65,687 pesos por metro cuadrado, en áreas habitacionales que van desde 60 a 70 metros cuadrados.

Vicente Mondaca, country Manager de ComunidadFeliz, proptech enfocada en la gestión de propiedades y condominios, comentó: “El crecimiento vertical en Monterrey no sólo es una respuesta a la falta de suelo urbano, sino también una apuesta por el futuro de nuestras ciudades. Proyectos de alta rentabilidad, con rendimientos anuales promedio de 6.47% y hasta 12.5% en zonas exclusivas, han posicionado a Monterrey como un destino atractivo para inversionistas nacionales e internacionales». 

Nearshoring y sostenibilidad 

El fenómeno del nearshoring ha sido clave en este proceso, atrayendo a empresas extranjeras y contribuyendo al crecimiento económico de Nuevo León. En 2023, el estado dio la bienvenida a 22 de las 100 empresas más grandes de México, generando una demanda sustancial de vivienda para profesionales que buscan vivir cerca de sus centros de trabajo. 

Esto ha consolidado a Monterrey no sólo como un hub económico, sino también como una ciudad atractiva para quienes desean un estilo de vida moderno y accesible.

“Con la llegada de empresas internacionales, Monterrey se ha transformado en un polo de inversión. La verticalización permite una densificación urbana más eficiente, optimizando los recursos y facilitando la vida en comunidad. A medida que las ciudades mexicanas evolucionan, la ciudad se perfila como un modelo de sostenibilidad y accesibilidad para el resto del país y América Latina”, señaló el directivo. 

Asimismo, recalca que el enfoque de ComunidadFeliz está alineado con estas necesidades, contribuyendo a la gestión eficiente de estos complejos habitacionales.

A pesar de los beneficios evidentes, este crecimiento también presenta desafíos para Monterrey. La movilidad urbana, la presión sobre los servicios públicos y la segmentación del acceso a la vivienda son áreas de preocupación. 

El rápido desarrollo sin una planificación adecuada podría llevar a problemas de saturación de servicios y exclusión de ciertos sectores de la población. Para hacer frente a estos desafíos, el sector público y privado deben trabajar en conjunto en la creación de estrategias que permitan un crecimiento inclusivo y regulado.

“El futuro de Monterrey depende de cómo gestionemos este crecimiento. Desde ComunidadFeliz, es fundamental promover desarrollos que integren tecnología, servicios eficientes y que sean sostenibles en su diseño y operación”, enfatizó Mondaca.

El futuro de Monterrey depende de cómo gestionemos este crecimiento. Desde ComunidadFeliz, es fundamental promover desarrollos que integren tecnología, servicios eficientes y que sean sostenibles en su diseño y operación”

Vicente Mondaca, Country Manager de ComunidadFeliz

Las recomendaciones hacia 2025 incluyen una diversificación de los proyectos verticales, atendiendo las necesidades de diferentes niveles socioeconómicos y priorizando el desarrollo de tecnologías que optimicen el uso de recursos naturales y energéticos. Estos proyectos pueden incluir transporte integrado y eficiente, que permita una movilidad más fluida dentro de la ciudad, y espacios que favorezcan la convivencia y la interacción social.

“A medida que llegamos al  2025, Monterrey sigue siendo un referente de modernidad y progreso. Los desarrollos verticales han venido a redefinir el concepto de vivir en la ciudad, ofreciendo una alternativa accesible y sostenible. Con inversiones estratégicas y una planificación adecuada, podemos asegurar que esta tendencia beneficia a todos, creando ciudades más justas, inclusivas y sostenibles para las generaciones futuras”, concluyó el ejecutivo.