En la lucha contra los virus, Kärcher logró probar la eficacia de sus limpiadores de vapor en un laboratorio independiente. El resultado es que si son usadas de forma adecuada, las máquinas remueven hasta 99.999% de los virus envueltos como el del coronavirus y de la influenza, así como 99.99% de las bacterias comunes en superficies duras de los hogares.
Ante la contingencia sanitaria en que los desinfectantes deben reservarse principalmente para la atención de pacientes ambulatorios y hospitalizados, los limpiadores de vapor contribuyen a la higiene general, tanto de hogares como en usos comerciales e industriales.
Como los virus no son gérmenes u organismos vivos, los expertos hablan acerca de la inactivación de estos. En el caso de los virus envueltos, como el Sars-CoV-2, estos pueden ser neutralizados con altas temperaturas. Una prueba certificada de virus (Modified-Vaccinia-Ankara-Virus) en el laboratorio, representativo para los virus envueltos, fue distribuida en una superficie dura. Después, esta área fue limpiada con la boquilla de mano de un limpiador de vapor y una almohadilla de microfibra adecuada. Se demostró que se puede lograr una significativa reducción de hasta 99.999% de los virus a la máxima presión de vapor y con una duración de limpieza de 30 segundos en una zona.
Kärcher probó los limpiadores de vapor de uso doméstico y profesional y descubrió que no afecta el resultado en la lucha contra el virus, ya sea que se produzca en una caldera o en un calentador de agua, pues ambas tecnologías lograron resultados comparables en el laboratorio.
Es importante para la aplicación considerar que el vapor de agua caliente sale a una temperatura de alrededor de 100 ºC y se enfría a medida que aumenta la distancia, de modo que, para combatir eficazmente los virus, la boquilla debe ser guiada directamente sobre las superficies.
También es importante destinar el tiempo suficiente de limpieza y elegir una duración de vaporización de 30 segundos en una zona, aplicando la máxima etapa de vapor. Las almohadillas de microfibra utilizadas deben lavarse a una temperatura de al menos 60 ºC en un programa de lavado estándar (no Eco).
Asimismo, los limpiadores de vapor mostraron efectos secundarios positivos, pues solo necesitan electricidad y agua y pueden ser usados por un tiempo casi ilimitado, independientemente de la disponibilidad de desinfectantes y, dado que no necesitan agentes químicos de limpieza, su aplicación protege las vías respiratorias de los usuarios y generan un ambiente agradable. También se evitan reacciones alérgicas potenciales por los residuos de los agentes de limpieza; por ejemplo, en el caso de los niños que juegan en el piso. Las personas alérgicas se benefician del hecho de que el vapor se adhiere al polvo y reduce la dispersión de los alérgenos.