La eficiencia energética es un concepto en boga en las sociedades actuales. De manera básica, significa hacer un uso racional de la energía, si bien más recientemente responde a una medida para contrarrestar los impactos ambientales del cambio climático, de los que todos hemos sido testigos. El objetivo, ahora, no es consumir más, sino de manera más responsable.
La industria de aires acondicionados y calefacción, durante los últimos 10 años, ha ido evolucionando hacia una mayor conciencia ambiental usando gases refrigerantes que no afectan la capa de ozono y ha enfocado sus esfuerzos en el tema de la innovación para desarrollar nuevas tecnologías que permitan que los sistemas brinden no sólo comodidad sino una mayor eficiencia energética.
El informe Future of Cooling, emitido por la Agencia Internacional de Energía, señala que de seguir las tendencias actuales, la energía requerida para abastecer los aires acondicionados en el mundo se triplicará para 2050, lo que equivaldría a la demanda de electricidad actual de China.
Los efectos del cambio climático han hecho que en países como la India o México las olas de calor sean cada vez más intensas. En la India, por ejemplo, las olas de calor son particularmente mortales justo por la escasez de aires acondicionados. Este país particularmente, tiene la penetración más baja de tecnología en aires acondicionados en el mundo: hoy, menos del 10 % de todos sus hogares cuentan con un sistema HVAC.
En México, el año pasado se registraron 112 casos de golpe de calor en estados como Sonora (16), Jalisco (15), Tabasco (14), Chihuahua (11) y Baja California (1), de acuerdo con información de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil. Lo anterior ha incrementado la demanda de aires acondicionados de uso residencial. De acuerdo con el gerente de la oficina en Nueva York del Instituto Rocky Mountain, Radhika Lalit, la forma de llevar los beneficios del enfriamiento mecánico a los países cálidos es mejorar la tecnología A.C.
«Los mejores aires acondicionados para habitaciones, disponibles en el mercado hoy en día, no representan más del 14 % de la máxima eficiencia teórica», señala Lalit. Los modelos más baratos, preferidos por los consumidores debido a, lo que Lalit llama «miopía de primer costo», son aún menos eficientes.
Este panorama hace necesario que dentro de la industria de la climatización se siga avanzando en el desarrollo de tecnologías que permitan lograr una mayor eficiencia energética de los equipos de aire acondicionado. Empresas como Trane ha manifestado su compromiso con la sustentabilidad con acciones claras que permitan reducir el impacto ambiental, ofreciendo equipos con un alto grado de ahorro de energía y ayudando a los consumidores a realizar compras informadas en lugar de simplemente elegir el modelo más económico.
“Hoy en día, hay mucho interés en el ahorro de energía. Actualmente estamos en un proceso de transición con el uso de refrigerantes de primera generación de bajo impacto ambiental con un portafolio de equipos EcoWave”, comentó Carlos García Villareal, Director General de Trane México.
De acuerdo con datos de la American Society of Heating, Refrigeration and Air-Conditioning Engineers (ASHRAE), la industria HVAC en México tiene un crecimiento anual promedio de 7 %, equiparable al de naciones de primer mundo, como Estados Unidos y Alemania. “En México, hay un mercado potencial para los aires acondicionados. Una parte importante de las ventas se generan a través de los equipos minisplit”, indica García Villareal.
Pero, ¿qué hay de los edificios?
La climatización supone el mayor consumo de energía en los edificios, al representar hasta 70 % de la demanda eléctrica total. Afortunadamente, con avances tecnológicos como el Internet de las Cosas, hoy en día son cada vez más los edificios inteligentes que a través de controles remotos pueden brindar confort a los ocupantes de una oficina, con mayor eficiencia energética, además de que un edificio conectado ayuda a recolectar datos que se pueden convertir en una ventaja competitiva. Si a esto se le suman los beneficios de contar con una certificación de alta eficiencia, como LEED, se pueden lograr ahorros de entre 24 y 50 % en el consumo de energía, 40 % en el consumo de agua, 70 % en la generación de residuos y entre 33 y 39 % en emisiones de carbono.
Desde luego, estos avances deben mejorar en paralelo la calidad de vida de la sociedad. Acciones como reducir la huella de carbono en 1 gigatón (mil millones de toneladas) de CO2, lo que equivale a las emisiones anuales de Italia, Francia y el Reino Unido combinadas; reducir la huella ambiental en las operaciones para disminuir emisiones de gases de efecto invernadero, así como evitar la entrega de desperdicios a vertederos y reducir en 10 % el consumo de energía, son parte de los compromisos de sustentabilidad para 2030 de Ingersoll Rand y Trane.
“Lograr la paridad de género en roles de liderazgo para una mayor igualdad de oportunidades en los puestos de trabajo, seguir capacitando técnicamente al personal y ampliar el acceso de la comunidad a servicios de bienestar que incluyen alimentación, nutrición, vivienda, transporte y confort climático, son parte de nuestros compromisos”, señaló el directivo.
“Acciones que van más allá y muestran el compromiso de esta industria no solo con la eficiencia energética sino también con la sociedad”, finalizó.