Considerando los entornos económico, social, cultural, político, jurídico y tecnológico, deberemos pensar qué sucederá en el corto, mediano y largo plazo, pero, sobre todo, cómo las tecnologías del confort pueden apoyar a diversas industrias en su nueva misión de promover la salud en sus espacios
Por Carlos Hernández
Debido a la pandemia de Covid-19 durante 2020, y que se intensificó durante el segundo semestre de ese año, han surgido nuevas expectativas en las personas, y por tanto en la sociedad, acerca de cómo será retornar a la normalidad. Considerando los diferentes entornos (económico, social, cultural, político, jurídico y tecnológico), deberemos pensar qué sucederá en el corto, mediano y largo plazo, cómo las nuevas medidas de convivencia afectarán el devenir en los siguientes años.
El confinamiento nos ha permitido reflexionar acerca de aspectos relevantes como la salud, los ingresos y egresos (tanto individual como empresarial y gubernamental), el modo de relacionarnos, el uso de dispositivos electrónicos que nos han facilitado la vida (pero que también nos han hecho ser más dependientes de ellos) y que todos ellos forman parte de los entornos antes mencionados.
Con base en lo anterior, pensar en un mundo que pueda ser sostenible se convierte en un tema prioritario. Los esfuerzos de personas y gobiernos apuntan a encontrar en la medida de lo posible, un equilibrio “tecnológico-económico-ambiental”. En este sentido, debemos considerar un análisis desde el punto de vista de mercados verticales y cómo podría ocurrir su reactivación económica, vinculando a la industria del aire acondicionado y la refrigeración (HAVC, por sus siglas en inglés).
HOSPITALES
Por obviedad, fue el sector más demandado y tuvieron que realizar adecuaciones para atender a la población, sin importar que fueran públicos o privados. En este caso, tecnologías como luces ultravioleta y sistemas de filtración contribuyeron a desempeñar adecuadamente su labor. Pero no solamente éstos, ya que el uso de equipos de mayor eficiencia, con un impacto menor en la huella de carbono debido a un menor consumo eléctrico, también contribuyeron, tal fue el caso de compresores tipo Inverter, sistemas de volumen de refrigerante variable (VRV), generadores de agua helada con compresores magnéticos, manejadoras de aire con variador de frecuencia, todos los cuales continuarán siendo utilizados en los próximos proyectos que se desarrollen.
El plan del Gobierno Federal es realizar la mayor inversión en hospitales de los últimos 30 años (según informó el IMSS). Se visualiza, desde el punto de vista de proyectos, ya sean nuevos o remodelaciones, un crecimiento de entre 12 y 15 %. En este caso, se solicitarán equipos de aire acondicionado, equipo médico, así como sistemas de control. No solamente en el sector público, el sector privado visualiza ya el crecimiento de turismo médico en ciudades como Tijuana, Mexicali y Guadalajara. (Según explica SECTUR). Se espera que el crecimiento en ingresos sea superior al 18 %, al término de 2021.
HOTELERÍA
Este sector fue de los más afectados por la pandemia. Se espera una reactivación importante que compense las pérdidas de 2020. En este caso, inversión en adecuación y modernización de instalaciones, se realizó desde inicio de 2021, y continuará durante el resto del año. Se espera que en 2022 sea un excelente año para la industria hotelera.
Las tecnologías verdes en este mercado están enfocadas principalmente a unidades más eficientes en la especialidad de aire acondicionado. Debemos recordar que el consumo eléctrico de un inmueble (dependiendo del tipo de que se trate y el uso que tenga) puede representar desde un 25 hasta 40 %. Los sistemas de volumen de refrigerante variable se han vuelto una magnífica opción, reduciendo hasta en 30 % la facturación por este concepto. También, sistemas centrales con agua helada, con un buen diseño del sistema de control, contribuirán significativamente a esta reducción.
Se espera que, en este año, la industria hotelera recupere alrededor del 40 % del turismo “perdido” con relación al año anterior. Esto impactará en sus ingresos positivamente. Aunque como ya señalamos, la recuperación más importante ocurrirá en 2022. No obstante, no hay que olvidar que la atracción de viajar y hospedarse estará a vinculada a permanecer en espacios mejor ventilados, con sistemas eficientes de filtración y con nueva tecnología en espacios acondicionados.
OFICINAS
Este sector tendrá un nuevo paradigma, ya que el trabajo desde casa ha mostrado ser un esquema interesante, por lo que se espera que el trabajo “híbrido” será una “nueva realidad”. En este sector, la inversión estará enfocada a certificaciones, como LEED o WELL, las cuales se apoyan en tecnologías verdes y conceptos modernos de confort y salud para los usuarios.
El invertir en estas certificaciones implica desde 15 y hasta 20 % más en relación con un diseño o una remodelación tradicional, aunque se vuelve más atractivo para quienes ocuparán los espacios, pues trabajar en un ambiente respaldado con esos sellos reconocidos en todo el mundo es garantía de productividad y de mayores ingresos para los dueños de esos inmuebles.
En este caso las tecnologías verdes con relación al aire acondicionado son los equipos de volumen de refrigerante variable, sistemas de ventilación, o bien, acondicionamiento de aire con variadores de frecuencia. Esto impacta directamente en un menor consumo eléctrico y, por ende, en una menor facturación. También, debemos mencionar que el tiempo de vida útil de los equipos puede aumentar hasta hasta 20 %, por su uso inteligente, con base en la demanda real.
OTROS ESPACIOS
La industria, los centros de datos y los restaurantes también invertirán en mejores sistemas de aire acondicionado, con el fin de brindar seguridad sanitaria y confort para los ocupantes.
México es uno de los 10 países con mayor captación de inversión extranjera directa durante los primeros meses de este año. Las industrias están invirtiendo también en mejorar las condiciones de sus ocupantes en los espacios donde laboran y que sus almacenes permanezcan con condiciones adecuadas para conservar su mercancía (por obviedad, en donde se necesite, pues no todas las industrias tienen las mismas necesidades).
Si pensamos que la productividad de las personas puede aumentar hasta 25 %, una inversión superior hasta 20 % con relación a una inversión tradicional, tiene beneficios económicos tangibles. En el caso de aire acondicionado, las tecnologías eficientes que impactan en un menor consumo son los sistemas centrales con compresores magnéticos, tornillo y manejadoras de aire con variador de frecuencia.
Invertir certificaciones LEED o WELL implica hasta 20 % más en relación con un diseño o una remodelación tradicional, aunque se vuelve más atractivo, pues trabajar en un ambiente respaldado con estos distintivos es garantía de productividad y de mayores ingresos para los dueños de esos inmuebles
A manera de conclusión, habría que decir que en el caso de equipos HVAC podemos contar con ventajas por invertir en unidades que ofrecen beneficios, como:
- Mejor desempeño de las personas que se encuentran en un espacio, ya que ofrece el confort que los ocupantes necesitan, además de la seguridad sanitaria. El control de la temperatura y la humedad son factores que afectan positiva o negativamente. Por esta razón, pensar en un correcto equipo de aire acondicionado tiene repercusiones positivas.
- Ser empáticos con el medio ambiente, ya que el uso de refrigerantes amigables con éste ha permitido disminuir la afección a la capa de ozono en nuestra atmósfera hasta en 30 %.
- El uso de equipos eficientes tiene un impacto en la huella de carbono, ya que éstos, al utilizar energía eléctrica para su funcionamiento, permiten operar con un consumo menor comparado contra aquellos que no lo son. Debemos pensar también que la generación y distribución de energía eléctrica está en función de la demanda. Menor demanda, mayor beneficio.
- Ubicación de los equipos de aire acondicionado. Los dueños de los espacios donde se encuentran los ocupantes (oficinas, gimnasios, restaurantes) pueden tener un beneficio económico (una renta mayor, un costo mayor de una membresía, entre otros) por ofrecer un servicio “diferente y superior”. Certificaciones como LEED o WELL han evaluado esto. Las rentas en edificios certificados son superiores a las del mercado tradicional.