Aunque la descarbonización del sector salud en México aún está en una etapa inicial, en años recientes ha ganado terreno. El impacto ambiental que generan industrias como la farmacéutica y la de servicios hospitalarios, aunado a la demanda de los consumidores por productos y servicios fabricados con una huella ecológica mínima y la creciente presión internacional para abordar el cambio climático están impulsando a este sector a atravesar una forzosa transformación verde.

Tan sólo en nuestro país, el sector salud contribuye con 27 millones de toneladas de CO2 equivalente por año, del cual, 68% es generado por el consumo de energía en edificios, transporte y equipos médicos. Esta transición hacia operaciones más sustentables representa tanto una responsabilidad ética como una oportunidad estratégica para generar beneficios ambientales al disminuir la huella de carbono del sector, pero también una estrategia para lograr ahorros significativos en los costos operativos.

Si bien el término “descarbonización” se encuentra registrado en investigaciones científicas de finales del siglo XX, no ha sido hasta la firma del Acuerdo de París en 2015, que el concepto ha adquirido una relevancia central en la agenda política a nivel global. La introducción de esta estrategia hacia una economía baja en carbono y las regulaciones mundiales sobre eficiencia energética han impulsado una ola de innovación tecnológica, dando lugar a una amplia gama de nuevos productos y servicios diseñados para reducir la huella de carbono en las edificaciones del sector, garantizar la calidad de los productos médicos y proteger la salud de pacientes y personal.

Un ejemplo de esta ola de innovación tecnológica son los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, que operan en edificios hospitalarios y laboratorios farmacéuticos, ya que en la actualidad no sólo filtran contaminantes, regulan la temperatura y la humedad, y previenen infecciones y contaminación cruzada, también han evolucionado en el desarrollo de equipos más eficientes, como bombas de calor de alta eficiencia y sistemas de control inteligentes. Estas innovaciones facilitan la implementación de soluciones de eficiencia energética que reducen el consumo de energía y, por lo tanto, disminuyen significativamente los costos operativos para las empresas y propietarios de edificios.

Un ejemplo de esta ola de innovación tecnológica son los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, que operan en edificios hospitalarios y laboratorios farmacéuticos, ya que en la actualidad no sólo filtran contaminantes, regulan la temperatura y la humedad, y previenen infecciones y contaminación cruzada, también han evolucionado en el desarrollo de equipos más eficientes, como bombas de calor de alta eficiencia y sistemas de control inteligentes

“Al igual que los vehículos que reducen las emisiones al volverse más eficientes en combustible o funcionan con baterías eléctricas, los edificios también se están descarbonizando, y aquí está lo interesante: al implementar en los sistemas HVAC soluciones que combinan equipos de alta eficiencia eléctrica, estrategias de control de sistemas optimizados, refrigerantes con bajo GWP, entre otros, las organizaciones del sector salud han logrado cumplir con sus objetivos ambientales y reducir la cantidad de energía utilizada y, por lo tanto, tener una menor huella de carbono”, comentó Carlos García, director General de Trane México.

“Desde la optimización energética hasta el manejo de refrigerantes, nos encargamos del acompañamiento en cada paso hacia la sustentabilidad. Estas soluciones son especialmente críticas en entornos sensibles como quirófanos de hospitales y plantas farmacéuticas, donde la confiabilidad y la calidad del aire son fundamentales, así que estos casos demuestran el éxito en la adopción de prácticas sustentables”, comentó el directivo.

A su vez, el futuro de la sustentabilidad en el sector salud y farmacéutico está marcado por la digitalización y el uso de tecnologías avanzadas para monitorear y optimizar el rendimiento energético de los sistemas HVAC.

La sustentabilidad en el sector salud y farmacéutico no es sólo una responsabilidad ética tal y como lo promete la Agenda de Salud Sostenible para las Américas 2018-2030, sino una oportunidad estratégica con beneficios tangibles, por lo que las soluciones para garantizar una buena calidad del aire, un flujo de aire adecuado y el confort de los usuarios juega un papel crucial. A medida que más hospitales y plantas farmacéuticas adopten estas prácticas sustentables, el futuro de la salud y la industria farmacéutica será, sin duda, más prometedor.

“Las soluciones y servicios digitales que integran IA y análisis de datos están trasformando los sistemas HVAC de manera remota y conectada, facilitando el mantenimiento predictivo y optimizando el control de redes eléctricas, lo que resulta en una mayor confiabilidad y seguridad del sistema, al tiempo que maximiza la eficiencia energética y asegura una operación óptima de los sistemas, prometiéndonos un futuro digitalizado y verde”, finalizó el ejecutivo.