Actualmente, el valor del activo del agua se encuentra en una etapa de incremento constante, por lo que el enfoque de la industria hacia la gestión de este recurso natural se ha convertido en una prioridad. De esta manera, es crucial que las empresas se adapten a los nuevos lineamientos en materia de reutilización y tratamiento de agua, porque una gestión óptima de este recurso no sólo es cuestión de responsabilidad social, sino también una necesidad estratégica para la sustentabilidad y la viabilidad de cualquier compañía en el sector industrial.

En este contexto, un grupo de expertos de Rotoplas, empresa líder en soluciones de agua, así como especialistas en materia económica y de negocios se reunieron para abordar los desafíos para el sector industrial con la entrada en vigor, en abril de este año, de la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-2021, una actualización necesaria de esta normativa que busca asegurar la integridad de los cuerpos de agua. Esta norma, de cumplimiento obligatorio para todas las descargas de aguas residuales en depósitos naturales reemplaza a la versión de 1996 e incorpora avances técnicos fundamentales.

“Existía una necesidad importante de una nueva reforma a las normativas existentes en materia de tratamiento de aguas residuales, pues los parámetros de toxicidad que se establecían en la versión anterior no eran los indicados para afrontar el problema de la contaminación de los cuerpos receptores de agua de la nación”, afirmó Homero Landa, Director de Ingeniería de Rotoplas Servicios de Agua. 

La NOM-001-SEMARNAT-2021 establece los límites permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales, al introducir parámetros como la Demanda Química de Oxígeno (DQO), que debe variar entre 60 y 150 mg/L; la toxicidad, con sólidos suspendidos totales entre 20 y 100 mg/L, Nitrógeno total entre 15 y 25 mg/L y Fósforo total entre 5 y 15 mg/L; y el color, junto al Carbono Orgánico Total, en sustitución de la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO5) en casos de alta salinidad. 

Estas actualizaciones tendrán mediciones más precisas y relevantes, que se adaptan a los más altos estándares internacionales para hacer un uso óptimo de este recurso y para garantizar su disponibilidad, accesibilidad, asequibilidad, calidad y seguridad.

La NOM-001-SEMARNAT-2021 establece los límites permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales, al introducir parámetros como la Demanda Química de Oxígeno (DQO), que debe variar entre 60 y 150 mg/L / © Rotoplas

Las aguas residuales no tratadas adecuadamente representan una amenaza grave para los ecosistemas hídricos y la salud pública, con costos estimados de 57 mil millones de pesos por contaminación del agua y 900 mil millones por daños ambientales anuales, según el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico (FCCyT). 

“El nitrógeno y el fósforo en los cuerpos receptores de agua tienen un impacto en la sobrepoblación de algas, lo que trae como consecuencia problemas como el sargazo en el Caribe. Por ello es necesario que el sector industrial cumpla con las normativas e invierta en las nuevas tecnologías para garantizar un adecuado tratamiento del agua”, puntualizó Landa.

Por su parte, Yolanda Padilla, experta en negocios sostenibles para Rotoplas Servicios de Agua, hizo énfasis en la importancia de cumplir con los parámetros de sustentabilidad en cuatro ámbitos importantes para el sector industrial y empresarial, el económico, con procesos productivos estables y con inversiones con retorno; el ecológico, al incentivar la reutilización; lo legal, con el cumplimiento de las normativas; y el marco operativo, al garantizar un uso óptimo del agua. 

“Debemos tener en cuenta que todo lo que regrese como agua será una inversión. Así que recuperar y tratar adecuadamente este recurso para su reutilización significa un avance significativo en la construcción de un futuro más sostenible y próspero”, señaló.

La industria debe asumir un papel proactivo en la gestión del agua, priorizando la adhesión a la NOM-001-SEMARNAT-2021 como un paso fundamental hacia la sustentabilidad y la responsabilidad corporativa. La optimización y gestión del recurso hídrico no solo fortalece la integridad del entorno hídrico, sino que también contribuye a garantizar el acceso, calidad y seguridad del agua para las generaciones presentes y futuras.