Luego de que Suecia y Trinidad y Tobago ratificaran su adhesión a la Enmienda de Kigali (firmada en 2016 por los países integrantes del Protocolo de Montreal), con la cual la comunidad internacional acordó la reducción en la producción y el uso de los HFC, ésta entraría en vigor el 1 de enero de 2019.
Esto se debe a que parte del acuerdo estipulaba que la Enmienda entraría en vigor en dicha fecha, siempre y cuando hubiera sido ratificada por cuando menos 20 de las partes del Protocolo de Montreal. En otras palabras, con la ratificación de Suecia y Trinidad y Tobago, sumada a la de Finlandia, la República Democrática del Pueblo de Lao (Laos), Luxemburgo, Las Maldivas, Eslovaquia y Reino Unido en días pasados, y de Canadá el 3 de noviembre, se llega a la cifra de firmantes acordada para la entrada en vigor del acuerdo.
La Enmienda de Kigali —aplicable a los 197 países del Protocolo de Montreal — sólo se vuelve legalmente obligatoria para los firmantes individuales una vez que éstos la ratifican (ver lista completa de ratificaciones).
Los países desarrollados liderarían las acciones de la enmienda con una reducción inicial de 10 % en 2019, alcanzando 85 % en 2036, en relación con las emisiones de referencia de 2011-2013.
Los países en desarrollo están divididos en dos grupos. El primero, en el que se incluye a China y las naciones Africanas, congelarán su consumo de HFC en 2024, mientras que las primeras acciones de reducción comenzarían en 2029. El segundo grupo, que incluye a India, Irán, Irak, Pakistán y los países del Golfo, estarían sujetas a una fecha límite posterior, por lo que su uso de HFC cesaría en 2028 y las primeras acciones de reducción comenzarían en 2032.