Es necesario acabar con inercias e intereses creados por administraciones pasadas en la discusión del modelo de gestión del agua en la Cuenca del Valle de México, pues esto determinará la posibilidad de un acceso equitativo para la próxima década, consideró Elena Burns, al participar en el Foro La gestión del agua en el Siglo XXI vista desde México.

En la actividad convocada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), entre otras instituciones, la subdirectora general de Administración del Agua de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reconoció que hay propuestas que deben discutirse a fondo para saber qué tan profundo y qué tan lejos se debe ir para extraer el recurso.

En la búsqueda de un acceso equitativo es imperativo revertir los daños que ocasionaron empresas del norte del país, región donde las aguas fueron dedicadas a distritos de riego o concesionadas, razón por la que ahora los  ejidatarios al interior del distrito o el grueso de la población carecen de certeza sobre la dotación del líquido, apuntó.

La administración federal actual está enfrentando la problemática, “pero tenemos que ser muchos más para poder realmente corregir, sobre todo cuando los grandes concesionarios son los votantes en el Consejo de Cuenca, que excluye a los pequeños agricultores”.

La administración federal actual está enfrentando la problemática, “pero tenemos que ser muchos más para poder realmente corregir, sobre todo cuando los grandes concesionarios son los votantes en el Consejo de Cuenca, que excluye a los pequeños agricultores”

-Elena Burns, subdirectora general de Administración del Agua de la​​ Conagua

En este contexto, es necesario garantizar que los pequeños agricultores y otros sectores tengan voz y voto en la definición de programas regionales, sobre todo cuando hay la intención de hacer grandes obras. “Se requiere de mucho trabajo de diseño, construcción y consenso, así como de voluntad política de la gente que demanda el recurso”, afirma Burns.

No obstante, la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta de la Comisión de Asuntos Legislativos, aseveró que el cambio de legislatura ha dificultado el avance de la iniciativa, debido a las nuevas reglas que operan en la Cámara de Diputados, que dejaron sin atender asuntos no concluidos en periodos anteriores.

“Desde agosto de este año, gracias a las asesorías del Conacyt, ya contamos con un preproyecto unificado de dictamen, que recoge las iniciativas contenidas en las cinco, dando como resultado un Proyecto de decreto de leyes que consta de 14 títulos con 359 artículos, más ocho transitorios”.

Este planteamiento fue publicado por la UAM para hacerlo extensivo a la población con la expectativa de que sea aprobado por las comisiones de la Cámara de Diputados en agosto. “Las comisiones dictaminadoras en el Senado haremos lo propio para garantizar que el documento cumpla con los fines deseados, respetando los avances que se han logrado”, asegura Rivera.

La licenciada Clara Marina Brugada Molina, alcaldesa de Iztapalapa, sostuvo que el denominado gobierno de la Cuarta Transformación tiene como prioridad una gestión distinta, con el propósito de resolver todos los problemas que hoy se tienen.

«Lo urgente se volvió permanente y lo temporal en eterno. Esa es la historia de la gestión del agua que no ha resuelto el día a día, pero sí ha comprometido el futuro, por lo que estamos frente a una crisis estructural y sistémica. Sufrimos los efectos de una forma no sustentable de gestionar nuestro recurso más preciado»

-Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa

“Lo urgente se volvió permanente y lo temporal en eterno. Esa es la historia de la gestión del agua que no ha resuelto el día a día, pero sí ha comprometido el futuro, por lo que estamos frente a una crisis estructural y sistémica. Sufrimos los efectos de una forma no sustentable de gestionar nuestro recurso más preciado: de la sobreexplotación de los acuíferos del Valle de México a la escasez pronunciada y cotidiana para más de 1 millón y medio de personas, así como al colapso del problema del drenaje y a las cada vez más extendidas inundaciones”.

Más allá de eso, también resulta importante la aportación de universidades, para resolver la problemática de 600 mil habitantes de la alcaldía, misma que debería retomarse por parte de los gobiernos; “porque de seguir haciendo lo mismo, lo único garantizado es la debacle ambiental, humana y social de la Ciudad de México y de un conjunto amplio de cuencas hidrológicas que se conectan e interrelacionan en la megalópolis, advertida reiteradamente en numerosos estudios publicados desde mediados del siglo XX”, subrayó la alcaldesa.