El director de Seguridad, Salud y Medio Ambiente describe que la sustentabilidad parte del ideal de ser un buen vecino, de ser capaces de usar eficiente y responsablemente los recursos naturales, a través de una mejora continua y una sinergía con las comunidades
Por Ángel Martínez
Luis Julián Hernández, , director de Salud, Seguridad y Medio Ambiente en Constellation Brands llegó hace tres años a la marca con el propósito de planear y definir la estructura corporativa que a corto, mediano y largo plazo redituara en una cultura de prevención por parte de los empleados, acorde con su filosofía: Juntos o nada. «Estos temas generalmente se manejan en un segundo nivel; es decir, se trabaja mucho el tema del agua, pero creemos que el tema de la seguridad, de preocuparnos por nuestros empleados, es igual de importante, por lo que deseamos manejar un cambio a nivel cultural», comenta.
Con ello en mente, optó por adaptar un programa de seguridad industrial que se utiliza con mayor frecuencia en las plantas químicas. Process Safety Management le daba la posibilidad de realizar, por principio de cuentas, un análisis de los potenciales escenarios de riesgo, después del cual se podrían establecer los programas de seguridad adecuados a cada zona, además de que a éstos se les podían
ir agregando capas a fin de reforzar un área determinada, y así establecer estándares mínimos y máximos de seguridad.
«En cuanto a la seguridad contra incendio, por ejemplo, nos enfocamos en ver cuál es la mejor estrategia que podemos adaptar. Junto a nuestros asesores, determinamos la cantidad de equipos, las características y el alcance de cada opción antisiniestros. Porque en ello hay también que revisar temas como materiales peligrosos, manejo de polvo, entre otros. Constellation asigna un presupuesto importante para que desde la planificación del desarrollo intrínsecamente esté lo mejor», especifica.
«En Constellation la seguridad va en dos sentidos: por un lado, está el tema operacional, al que le corresponden los equipos y las máquinas y, por el otro, está la parte humana; es decir, en la parte cultural, en donde tratamos de dar respuesta a la pregunta, ¿cómo involucrar al empleado para que participe en la consciencia de cuidarse, de cuidar las operaciones, de ser preventivo en todo momento?», comenta.
El proceso de consolidación
A mediados de 2012, los medios de comunicación recibieron una de las noticias más trascendentes para el país: Grupo Modelo vendía el total de sus acciones a la empresa belgo-brasileña Anheuser-Busch InBev, en una operación estimada en 20 mil 100 millones de dólares. Con ello, el ciento por ciento de la producción y distribución de las marcas de Grupo Modelo recaía en los nuevos dueños, si bien seguirían estando asesorados por un Consejo de Administración, el cual estaría dirigido por María Asunción Aramburuzabala, nieta de don Félix Aramburuzabala, uno de los fundadores de Grupo Modelo.
Producto de las diversas leyes de competencia, el Departamento de Justicia de Estados Unidos estableció que AB InBev tendría que ceder la parte del negocio de Grupo Modelo para el país vecino del Norte: “Constellation Brands era el socio de la distribución de Modelo en Estados Unidos desde mucho tiempo atrás, por lo que, de manera casi natural, recayó en nosotros la responsabilidad de todo el proceso: desde la producción hasta la distribución, lo cual hemos estado haciendo paulatinamente desde 2013”, relata Luis Julián Hernández.
Aunque su función en Constellation está enfocada en planear proyectos sobre Seguridad y fomentar una cultura de prevención de riesgos, Hernández no desconoce la historia de la marca en México, que, describe, «pasó de dedicarse solamente a los sectores vinícolas y de bebidas destiladas, a involucrarse en el negocio cervecero, lo cual se coronó con la adquisición de la planta de Nava, Coahuila. Esto permitió que desde 2013 comenzáramos el proceso para hacerla propia; es decir, que no dependemos de Grupo Modelo, que se quedó con el negocio en el resto del mundo».
A la adquisición de la primera planta se sumó otra más en Obregón, Sonora, un año después, además de la planta de producción que está en fase de construcción en Mexicali. Con esas tres plantas, Hernández visualiza tener capacidad suficiente para responder a la demanda futura de un mercado que crece cada año a doble dígito: «Fue un proceso que nos deja muy satisfechos porque ya somos una entidad completamente independiente. Varias de nuestras cervezas están entre las cinco mejores, y Corona es una de ellas. Cuando alguien se tome una cerveza Corona en cualquier lugar de Estados Unidos, tiene que tener la certeza de que se produjo en México».
El director de Seguridad, Salud y Medio Ambiente describe que la sustentabilidad parte del ideal de ser un buen vecino, de ser capaces de usar eficiente y responsablemente los recursos naturales, a través de una mejora continua y una sinergía con las comunidades. “Esto quiere decir que no sólo vamos a cumplir con los requerimientos legales, sino que vamos a participar en los procesos de revisión y mejora con la comunidad para un uso sustentable y racional del agua. Nosotros debemos ser capaces de participar en el tema del buen uso del agua, no solamente en el suministro y en la no afectación de las demás actividades productivas, sino en la manera en que es utilizada al interior de las operaciones».
Cómo se maneja el agua en las plantas de Constellation Brands
- Huella hídrica. 3.5 litros de agua por cada litro de cerveza, de los cuales 33 % se va al producto, 33 % se evapora durante el proceso y el 33 % restante sale como agua residual tratada
- Consumo de agua de la planta
- Se consumen 3.5 litros de agua por cada litro de cerveza producida
- Del total del agua recibida, más de 35 % es tratada y se regresa a un cuerpo receptor como agua residual tratada, cumpliendo las especificaciones de las normas federales correspondientes
- Con la finalidad de extraer menos agua de pozo se tienen sistemas de recuperación de agua para ser usadas nuevamente en diferentes actividades
- Cuando la planta de Mexicali inicie producción en 2020 utilizará 1.75 millones de m3. El consumo estimado para la etapa final del proyecto es de 7 millones de m3 de agua por año
Cita los procesos de utilización del agua que se siguen en la planta de Nava, Coahuila, los cuales, asegura, son similares a los procesos de mejora que tiene la planta en Obregón, así como los que tendrá la próxima planta en Mexicali: «Nava es una de las plantas más productivas, quizá del mundo; cuenta con última tecnología, mientras que Obregón está en un proceso de reconversión, y en Mexicali, desde el diseño estamos abarcando los temas de sustentabilidad, en los que, no sólo nos referimos a agua, nos referimos a energía, a manejo de residuos, y además, estamos desarrollando todo ello bajo una documentación que dé pie a los estándares ambientales que se manejarán para la operación de la compañía», explica.
Nosotros debemos ser capaces de participar en el tema del buen uso del agua, no sólo en el suministro y en la no afectación de las demás actividades productivas, sino en la manera en que es utilizada al interior de las operaciones”
Luis Julián Hernández, director de Salud, Seguridad y Medio Ambiente
Según destaca su página de Internet, la planta cervecera en Nava es una de las más eficientes y automatizadas del mundo, que cuenta con sistemas de tratamiento de aguas eficientes gracias a los cuales se puede reutilizar hasta el 33 por ciento del agua que se ocupa, lo que lo hace una de las fábricas con mejor tasa de eficiencia hídrica de la industria.
Para el director de Salud, esta preocupación social parte de un gen en la compañía, producto de la actividad vinícola que durante más de 70 años ha realizado Constellation en uno de los estados norteamericanos con las leyes más estrictas en materia medioambiental como lo es California.
Luis Julián Hernández adelanta los objetivos próximos que Constellation espera obtener en el país: «Parte de nuestros objetivos es tener proyectos de vinculación con la comunidad a fin de desarrollar programas de sustentabilidad, educativos, y que generen áreas de oportunidad a partir de lo que nosotros ofrecemos. En lo que respecta al agua, respetaremos los estándares permitidos, ya que nuestro foco es tener el desempeño más alto de la industria. Para Nava, estuvimos en 3.1 litros por litro de producción, pero nuestra misión es poder bajar hasta 2.8 litros por litro, un proyecto muy ambicioso».