El ingeniero Odón de Buen, director General de la Conuee, charla con Especificar sobre la prórroga para la entrada en vigor de la nueva NOM-027, que busca tomar en cuenta a todos los actores del mercado, si bien su objetivo final es que los usuarios se vean realmente beneficiados “con equipos que duren”
Más de 2 millones de calentadores solares de agua operan en los distintos estados del país, cifra, a un tiempo, escasa y elocuente sobre la importancia de esta tecnología para México. Escasa, si se considera que existen 31.4 millones de hogares en la República, pero elocuente si se observa que la tasa de crecimiento anual promedio ha sido de 14 % durante la última década. Y sigue en aumento.
Baste con señalar que de 2004 a 2016 la capacidad solar instalada para calentamiento de agua se quintuplicó, pasando de 642 mil 650 a 3 millones 575 mil 868 m2, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
No es de sorprenderse, si se considera que calentar agua es la operación que más energía consume en los hogares mexicanos, al demandar más de 50 % de su consumo energético total.
Hasta hace 3 años, 42 % de los hogares mexicanos (13.2 millones) seguía utilizando únicamente calentadores de gas, energético que mayor porcentaje representa en el gasto familiar. El aumento en el precio de este insumo (visible sobre todo en el gas licuado de petróleo) y el relativo bajo costo de algunas tecnologías de calentamiento solar han abonado a que las familias opten por integrar esta tecnología en sus hogares.
Lo cierto es que hay de tecnologías a tecnologías y esto puede representar un riesgo para los usuarios, pues se puede caer en la trampa del bajo precio, que suele conllevar baja calidad. Y es que, de acuerdo con cifras de la propia Semarnat, de los calentadores solares de agua que se comercializan en el país, 55 % son de manufactura nacional y el resto se importa, totalmente o en parte.
Si bien la procedencia del producto no define necesariamente su calidad, la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) ha detectado que los tubos evacuados importados de China –utilizados para ensamblar en México la tecnología de calentamiento solar predominante– han mostrado poca resistencia al granizo, que los rompe al caer y los deja inservibles.
La Conuee, a petición del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, desarrolló la NOM-027-ENER/SCFI-2018 (Rendimiento térmico, ahorro de gas y requisitos de seguridad de los calentadores de agua solares y de los calentadores de agua solares con respaldo de un calentador de agua que utiliza como combustible gas L.P. o gas natural. Especificaciones, métodos de prueba y etiquetado), con el fin de garantizar el ahorro de energía, la calidad y la seguridad de estos equipos.
La entrada en vigor de la NOM -originalmente establecida el 28 de diciembre de 2018- fue pospuesta un año debido a que Sotecsol, organización que agrupa a los fabricantes y distribuidores de calentadores de tubos evacuados, denunció que la norma era “perjudicial para los hogares de México”. La agrupación objeta que los requisitos de la norma son excesivos y duplican el precio de la tecnología, al tiempo que “privilegian a un grupo de 10 empresas que producen los calentadores que se adaptan a la normativa”, según reporta el portal Obras web.
En este contexto, Especificar charló con el ingeniero Odón de Buen, director General de la Conuee, respecto de la nueva NOM y la situación que ha suscitado su publicación. Si bien el titular de la Comisión reconoce que la prórroga de un año decidida al interior de la propia Conuee busca tomar en cuenta los comentarios vertidos por Sotecsol, explica que el objetivo de la norma es que los usuarios que inviertan en estas tecnologías se vean realmente beneficiados “con equipos que duren”, no lo opuesto.
Especificar (E): ¿Se detectó antes del desarrollo de la norma algún problema con los calentadores solares de agua?
Odón de Buen (OdB): Precisamente hay antecedentes de un mecanismo que parte de un dictamen de idoneidad técnica (DIT). El Infonavit buscó a la Conuee después de sus primeras experiencias en Hipoteca Verde sobre el funcionamiento de los sistemas, y entonces se diseñó, no como norma oficial, sino como una regulación técnica voluntaria, el Dictamen Técnico de Energía Solar Térmica en Vivienda (DTESTV), que básicamente integra dos pruebas –uno de los puntos contenciosos de la norma–. Una de las pruebas se refiere a la resistencia a impactos. Si uno busca “granizadas calentadores solares” en Google, se da cuenta de que en la zona de El Bajío hay reportes en periódicos de pérdidas de calentadores solares porque no resistieron el impacto del granizo, además del hecho de que éste es cada vez más grande debido al cambio climático. La segunda es que los sistemas se prueben a una presión una vez y media superior a la presión esperada de operación.
Ése es un punto a debate desde hace tiempo. Hay quienes fabrican calentadores que no resisten la presión que indica la norma, la cual sería de ± 4 1/2 atmósferas, ya que muchos de los sistemas operan prácticamente a presión atmosférica, es decir, simplemente la presión del tanque. Pero la razón de tener este nivel de presión se basa en tres aspectos: uno, por norma, los sistemas de agua se alimentan a una presión de casi 7 atmósferas; segundo, los sistemas hidráulicos en las casas están obligados a resistir esa presión; tercero, los calentadores a gas están sujetos a cumplir ese nivel de presión. Lo cierto es que la resistencia a presión en prueba es menor a lo que se tiene.
Entonces, la prórroga de la norma se debe a que sí hubo una solicitud al más alto nivel para revisar la situación y modificar estos dos puntos. El hecho es que hay varios universos de estos sistemas. Hay quienes importan partes de China; algunos son buenos, algunos no son tan buenos. Hay ya existente una red de empresas que se dedican a integrar estos sistemas y venderlos; o sea, es una red importante. Hay otros que fabrican en México desde hace muchos años. Curiosamente, los que fabrican en México desde hace mucho tiempo funcionan con colectores de cobre, los llamados colectores solares planos mientras que los que se fabrican con partes importadas funcionan con tubos evacuados. Entonces, quienes se sienten afectados por lo establecido en la norma son los que fabrican con elementos que vienen principalmente de China, que son esencialmente los tubos, y están vendiendo esto en México, quizás hasta más que el otro tipo de diseño y eso hay que admitirlo.
Los inconformes. Debido a la relativa informalidad en que se fabrican y comercializan los calentadores de tubos evacuados, la obligatoriedad de la norma podría resultarles un impedimento para estar en el mercado
E: Entonces, ¿uno de los objetivos de la norma es detener este flujo de materiales que no cuentan con la suficiente calidad?
OdB: Bueno, a final de cuentas es una cuestión de sistema. Puede ser que
los materiales individuales sean de calidad, pero también está la cuestión de la integración. Entonces, por eso se trata de probar el sistema completo y someterlo a la presión de trabajo para verificar que resista, porque sí hay reportes de problemas con ese tipo de sistemas. Incluso acaba de publicarse un reporte de grupos de investigación en China en donde detectan un problema que se refleja en la calidad de los productos, precisamente por la alta temperatura, que es una ventaja de los tubos evacuados, que afecta la calidad de los empaques.
Una preocupación en términos de calidad es que estos equipos, que representan un gasto para una familia, tienen una recuperación de dos, tres y hasta cuatro años. Los equipos deben durar cuando menos ese tiempo. Parte de la exigencia de calidad es asegurar la rentabilidad de la inversión para las familias.
E: ¿Podría decirse que las objeciones sobre el encarecimiento de los equipos no serían del todo precisas?
OdB: Lo que hay en estos momentos al interior de la Secretaría de Energía (Sener), más bien, liderado por la propia Secretaría, es una conversación en torno a cómo atender este problema. Es decir, la Sener reconoce especialmente a Sotecsol, que representa a las empresas que venden los equipos de tubos evacuados con elementos importados de China, en la lógica de que hay productos de menor costo y que sólo así son accesibles a las personas de menores ingresos. Estamos viendo cómo integrar esas condiciones de mercado a la necesidad de contar con un marco regulatorio y de ajustarse a las características de las casas y sistemas que tienen exigencias mayores.
E: Una objeción a la norma es que muchas casas no cuentan con la presión de agua que se establece.
OdB: Un argumento de Sotecsol es que los calentadores funcionan con el tinaco y sin ningún sistema de presión, lo cual es un argumento válido. Pero en un equipo de aplicación universal, ¿qué sucede si se instala uno de esos equipos en una casa que tiene un sistema hidroneumático? Pues que a la primera que se quiera utilizar el equipo no va a resistir la presión. Ni siquiera me sirve. Entonces, es parte de la discusión identificar muy claramente las limitaciones de los sistemas que son más económicos, a fin de ajustar la norma para reconocer estas características.
Para beneficiar al usuario. La nueva NOM busca garantizar que los calentadores solares que se comercialicen en México ofrezcan calidad suficiente para que la inversión sea rentable
E: A partir de que entre en vigor la Norma, ¿se espera mayor crecimiento del mercado de calentadores solares?
OdB: Claro. Ahorita incluso hay la queja de cuando menos dos laboratorios que ya habían hecho su acreditación, ya están listos para hacer las pruebas y dar certificados de acuerdo con la NOM; organismos que certifican en función de las pruebas de laboratorio estaban ya acreditados para llevar a cabo sus funciones. Ha habido cartas dirigidas a la Sener por parte también de ANFAD. Lo que nos corresponde ahora es buscar el equilibrio y que inclusive, a través de una resolución, antes de que llegue diciembre, podamos definir las nuevas condiciones, que no alteran el tipo de pruebas que se hagan, pero quizás con otros parámetros; por ejemplo, la presión, en vez de que sea de 4 1/2 pueda ser menor, o que la prueba del balín –que equivale al granizo– sea de una altura diferente a la existente.
La posición que mantenemos en este momento es que las pruebas no pueden ser menores a las exigidas en el DTESTV. Pero eso también está a discusión al interior
de la Secretaría de Energía.
E: ¿La Norma considera todas las tecnologías de calentamiento solar de agua que existen en el mercado?
OdB: No define tecnologías. La presión que establece es la que tiene que resistir el equipo, no obliga al uso de hidroneumático ni ningún otro aspecto similar, esas son condiciones exteriores. Lo que se prueba es el equipo.
E: ¿Hay alguna región donde esté más concentrado el uso de estas tecnologías?
Odb: En la zona de Morelos es muy común, pero ahí es donde está una de las fábricas de sistemas solares de colector plano; en El Bajío; en el Altiplano se ven por todos lados, sobre todo en las colonias de bajos ingresos, los sistemas de tubo evacuado. Ahí han sido exitosos estos sistemas. Incluso nos hemos encontrado con actores políticos, alcaldes en campaña para ser precisos, que han regalado este tipo de sistemas, y sobre eso también va a ser importante tratar de recabar información sobre la operación actual. Yo he hecho investigación simplemente de periódicos por internet y cada vez que hay una granizada, los diarios reportan que se afectaron calentadores solares.
E: La entrada y el uso de material importado no son problema, siempre y cuando pasen las pruebas…
OdB: Sí, la norma es de sistema, no de elementos. Incluye incluso el tanque. Hay normas que sí son de elementos. Las normas hindúes, por ejemplo, debido a los problemas que tuvieron con equipos chinos, sí tienen exigencias sobre las características de elementos del sistema. En el caso de México no existe ese requisito. El sistema se instala, se le aplica la presión de prueba e incluso se le aplica la prueba de desempeño, que en ese sentido no hay una regulación, sino simplemente una caracterización de cuánto gas ahorra.
“Lo que nos corresponde es buscar el equilibrio y que inclusive, a través de una resolución, antes de que llegue diciembre, podamos definir las nuevas condiciones. La posición que mantenemos es que las pruebas no pueden ser menores a las exigidas en el DTESTV”
Odón de Buen, Director General de la Conuee
E: Los equipos que cumplen con la Norma Oficial se hacen acreedores al distintivo NOM.
OdB: Aquí depende. En las normas de la Conuee, la norma misma incluye la etiqueta; la tienen los refrigeradores, los calentadores a gas, las estufas. No todos los productos de NOM de la Conuee llevan la etiqueta como parte de la norma. Aquí sí habría un etiquetado.
E: ¿Qué tan factible es la presencia de sistemas que utilicen de manera ilegal la etiqueta?
OdB: Aquí es donde funciona bien la competencia. Y eso nos ha ocurrido en otros sistemas, como los refrigeradores, donde alguien viene y nos dice que se está vendiendo un equipo que no cumple con la norma. Aquí existe la posibilidad de que tengamos varios laboratorios de prueba y los que compiten mandan el equipo sospechoso a un laboratorio y lo traen como testimonio para que la Profeco actúe, en general, para inmobilizar mercancía.
E: El mercado se empieza a autorregular…
OdB: Yo esperaría que así fuera. Y cómo están de polarizados, seguramente va a ocurrir.
E: El universo de fabricantes de calentadores solares de agua, ¿a cuánto asciende?
OdB: Del lado de los que fabrican sistemas de colectores solares planos, hay 3, uno muy importante es Módulo Solar, que está en Cuernavaca, a quien Sotecsol acusa de monopolio. Del otro lado hay cientos de empresas, que realmente son ensambladores.
Se habla de inversiones para tener aquí la fabricación del tubo o de los elementos que componen el sistema. Pero la gran mayoría son empresas que distribuyen esos equipos, que están asociados a los ensambladores. Entonces, si lo van a hacer, que los hagan bien nada más. Ése es el meollo de la norma, porque instituciones como el de la Vivienda de la Ciudad de México y el Infonavit pidieron en su momento que hubiese algún tipo de regulación para asegurar la calidad de los sistemas. Y la Norma es una prueba común que asegura, bajo un sistema robusto, que esto se cumpla.