
Desde México hasta Argentina, tal vez el sistema más común de protección contra incendios, además de los extintores manuales, son los gabinetes de mangueras. Su instalación se ha convertido en un evento casi dogmático, ¿pero en realidad son necesarios?, ¿son requeridos por los códigos actuales de seguridad contra incendios?
Por Jaime A. Moncada, PE / Imágenes: cortesía IFSC
La realidad es que hace un par de siglos las mangueras contra incendios eran sinónimo de protección contra incendios en edificios e industrias. Quizá por eso es fácil entender por qué, en nuestra región, casi todos los edificios e industrias importantes están equipados con gabinetes de mangueras, conocidos como: cajetines, hidrantes, bocas de incendio equipadas o bies.
Sin embargo, la comunidad de expertos en protección contra incendios, desde hace casi medio siglo, ha cuestionado la necesidad de instalar gabinetes de mangueras en los edificios, aunque en la industria este tipo de instalación se está replanteando.
La normativa NFPA, por ejemplo, desde hace ya varias décadas no requiere la instalación de gabinetes de mangueras en edificios en Estados Unidos. Incluso, en aquellos edificios donde originalmente se instaló un gabinete de mangueras, las mangueras han sido retiradas, eliminando así su mantenimiento. En la fotografía 1 se muestra un gabinete listo para proteger en el Aeropuerto Internacional de Miami, se ha retirado la manguera, pero se ha dejado la válvula de conexión a la manguera.

Menciono esto porque los grandes edificios que se están construyendo en Latinoamérica, ya sean rascacielos para hoteles, centros comerciales o grandes bodegas con estanterías, suelen basarse en la normativa de la NFPA. No obstante, terminamos con edificios que incluyen sistemas contra incendios que en muchos no se utilizan y, en todo caso, exceden lo que se ve en los Estados Unidos.
En mi opinión, eso no tiene sentido, pues deberíamos apelar a la alta efectividad de sistemas en protección contra incendios a un costo razonable. Yo he escrito que la falta de actualización de nuestras regulaciones en protección contra incendios son la principal limitación para la correcta implementación en edificios e industrias. También considero que nos falta comprensión de los porqués de éstas; es decir, entender cómo y cuándo han ocurrido cambios.
Conexiones para mangueras
Los criterios de diseño e instalación de los sistemas de mangueras están definidos en la NFPA 14, Norma para la Instalación de Sistemas de Montantes y Mangueras. Esta norma indica que un sistema de montantes (standpipe, en inglés) es un arreglo de tuberías, válvulas, conexiones y equipos afines, con conexiones para mangueras ubicadas de tal modo que el agua puede descargarse a chorros mediante las mangueras y boquillas adosadas, con la finalidad de extinguir un incendio.
Considerando lo descrito en el párrafo anterior, esta norma define tres tipos de sistemas:
1. El Sistema Clase I provee una columna o montante, típicamente dentro del hueco de la escalera de evacuación, cargado de agua a presión, con conexiones para mangueras de 2-ó pulgadas de diámetro (64 mm), instaladas en cada descanso de las escaleras. En edificios protegidos con rociadores automáticos, como el mostrado en la Fotografía, se permite que la conexión de 2-ó pulgadas tenga una reducción de 1-ó pulgadas (38 mm). Este sistema es para uso de los cuerpos de bomberos.
2. El Sistema Clase II provee una columna o montante cargado de agua a presión, conectado a un gabinete equipado con un tramo de manguera, típicamente de 100 pies (30 m) de longitud y 1-ó pulgadas (38 mm) de diámetro, con una boquilla adosada. Este sistema es principalmente para el uso de personal entrenado.
3. El Sistema Clase III es la combinación de un Sistema Clase I y Clase II. Este sistema es para uso de los cuerpos de bomberos.

Por lo tanto, ¿dónde se requieren las conexiones para mangueras? El IBC (International Building Code, por sus siglas en inglés) y los códigos de la NFPA señalan que los edificios deben ser equipados con conexiones para mangueras Clase I si cualquiera de las siguientes condiciones existe:
- Edificios nuevos de cuatro o más pisos sobre el nivel exterior cuando están protegidos con rociadores automáticos
- Edificios nuevos de tres o más pisos sobre el nivel exterior cuando no están protegidos con rociadores automáticos
- Edificios nuevos que tengan más de 15 metros entre el nivel exterior y el suelo del piso más alto, si tienen balcones o pisos intermedios
- Edificios nuevos con más de un sótano o más de 6.1 m debajo del nivel exterior
- Edificios existentes de gran altura
Debo recalcar que no existen explícitamente requerimientos de conexiones para mangueras para edificios existentes, pues estos criterios, para edificios nuevos, han estado en la norma de construcción por más de 100 años. Cuando el edificio es renovado, se utilizan los criterios para edificios nuevos.
Las únicas ocupaciones que requieren una conexión diferente a un sistema Clase I son:
- Los centros de detención nuevos o existentes, sin rociadores automáticos, de tres o más pisos sobre el nivel exterior, pueden utilizar conexiones Clase III
- Hasta la edición del 2018 de la NFPA 1, en ocupaciones nuevas y existentes de asamblea, en un teatro, el escenario de más de 1000 pies2 (93 m2) de área debía estar equipado con líneas de mangueras de 1-ó pulg (38 mm), a cada lado del escenario. Como ha ocurrido con muchos otros requerimientos sobre gabinetes de mangueras, este requerimiento se ha eliminado
¿Cuándo y cómo ocurrió este cambio normativo? Bueno, típicamente en un edificio que tiene un gabinete equipado con manguera (Clase II), la conexión para la manguera es normalmente lo único que los bomberos utilizan, pues no confían en la manguera existente.
Ellos alegan –y me refiero a los bomberos de Estados Unidos e incluso los latinoamericanos– que los gabinetes presentes en los edificios tienen mangueras y boquillas de baja calidad o con mal mantenimiento.
Además, en esta última región geográfica, corren el riesgo de que las boquillas hayan sido robadas. Por este motivo, casi todos los cuerpos de bomberos entran al incendio con sus propias mangueras al hombro. Cuando llegan al área del incendio, desconectan la manguera que está en el gabinete y conectan la que ellos traen.

Ahora bien, la manguera del Sistema Clase II solo la debería utilizar personal entrenado. Es muy raro que el personal de un edificio, exceptuando las instalaciones industriales de alto riesgo, haya sido entrenado en el uso de mangueras en un incendio, así que los ocupantes, si no pueden apagar el incendio con un extintor, suelen evacuar y dejar las funciones de extinción al cuerpo de bomberos.
En instalaciones industriales de alto riesgo, como refinerías, petroquímicas, centrales eléctricas y minas, puede existir una brigada industrial que haya sido entrenada en la operación de líneas de mangueras de 1-ó y 2-ó pulgadas. Pero una metodología que está ganando tracción es la de distribuir las mangueras en unas cuantas casetas de mangueras alrededor de la instalación, en lugar de tener decenas de gabinetes con mangueras a través de la instalación.
Cálculos Hidráulicos
Otro cambio importante en la NFPA 14 ocurrió en la década de 1990, cuando los cuerpos de bomberos empezaron a utilizar mangueras con boquillas de niebla. Antes, utilizaban boquillas de chorro sólido, las cuales funcionaban adecuadamente a presiones de aproximadamente 65 PSI (4.5 bares).
Nuevamente hay otro, pero se detectó que los patrones de las boquillas de niebla se deterioraban rápidamente cuando operaban a presiones menores a 100 PSI (6.9 bares). Ahora, NFPA 14 requiere que un sistema Clase I pueda entregar una presión residual de 100 PSI (6.9 bar) en la conexión más remota de cada montante, cuando dos conexiones operan simultáneamente fluyendo a 250 gpm (946 lpm) cada una. La única manera de documentar este requerimiento es a través de un cálculo hidráulico.

Jaime A. Moncada EP
Es director de International Fire Safety Consulting (IFSC), firma consultora en ingeniería de protección contra incendios con sede en Washington, DC. y oficinas en Latinoamérica.
Correo: jam@ifsc.us.