
En el marco del Día Mundial de la Tierra, la discusión sobre el impacto de la construcción en el medio ambiente cobra relevancia. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el sector de la edificación representa cerca del 37% de las emisiones globales de CO2 relacionadas con el consumo energético.
En el caso de México, datos de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) indican que la industria de la Construcción es responsable de aproximadamente el 50% de las emisiones contaminantes a nivel nacional, lo que subraya la urgencia de adoptar prácticas responsables y sostenibles en el desarrollo urbano.
Alan Valadez, director de Diagrama Arquitectos, parte del grupo inmobiliario Levy Holding, señala que para lograr una construcción verdaderamente sostenible es necesario abordar el problema desde un enfoque integral que considere todo el ciclo de vida del proyecto, desde la planificación hasta el uso del edificio.
“La sostenibilidad en la construcción debe ser un principio integral que guíe todas las decisiones del proyecto, desde el diseño inicial hasta la operación del edificio. Esto incluye un uso eficiente de los recursos, la integración del entorno natural, y la consideración de la durabilidad a largo plazo”, explica.
Pero, ¿Qué hace realmente sostenible a una construcción? No se trata sólo de colocar paneles solares o usar focos de bajo consumo. La sostenibilidad comienza desde la planificación arquitectónica, contemplando factores como la orientación del edificio, el aprovechamiento de la luz natural, la ventilación cruzada y el uso eficiente del agua. También implica elegir materiales locales y duraderos, reducir el desperdicio en obra y pensar en la vida útil del inmueble.
Por ejemplo, cada vez más proyectos incorporan sistemas de captación de agua pluvial, muros verdes, aislantes térmicos naturales y tecnologías que permiten monitorear y reducir el consumo energético. Pero más allá de lo técnico, lo verdaderamente transformador es el cambio de mentalidad: pensar en el entorno como parte del diseño y no como un recurso a explotar.
Desde su experiencia en ciudades como Guadalajara y la Riviera Maya, Diagrama Arquitectos ha apostado por integrar diseño bioclimático, materiales locales de bajo impacto y sistemas de eficiencia energética e hídrica. Además, cada proyecto parte de una visión social que pone al ser humano al centro, con espacios públicos, áreas verdes y entornos caminables que promueven la convivencia y la salud.
La sostenibilidad ya no es un valor agregado: es el punto de partida. Como arquitectos, tenemos la responsabilidad de diseñar espacios que no agoten los recursos, sino que regeneren su contexto”
Alan Valadez, director de Diagrama Arquitectos
Uno de los ejemplos de Levy Holding en el que se aplican estos principios es Yaxché Apartments, desarrollo residencial ubicado en la Riviera Maya al sureste de México, en el cual se ha priorizado el uso de materiales locales, como madera y cantera gris, para reducir la huella de carbono del proyecto. Además, se ha incorporado pasta de cemento natural y verde en los pisos, lo que contribuye a una mayor regulación térmica, mientras que las soluciones de ventilación cruzada y la optimización de la iluminación natural ayudan a reducir la necesidad de energía artificial.
Este tipo de enfoques prácticos y sostenibles refleja cómo el diseño arquitectónico puede responder a las demandas del medio ambiente sin comprometer la funcionalidad y la calidad de vida de los residentes.
Aunque cada vez más desarrollos en México buscan certificaciones como LEED o EDGE, la adopción de prácticas sostenibles aún no es la norma. “En muchos casos, la sostenibilidad se percibe como un lujo, cuando en realidad debería ser un estándar básico en cualquier proyecto”, advierte Valadez.
Desde Levy Holding se ha impulsado la integración de soluciones sostenibles en proyectos habitacionales, comerciales y de usos mixtos, priorizando el uso responsable del suelo, la infraestructura verde y la convivencia entre lo urbano y lo natural.
En el marco del Día Mundial de la Tierra el grupo hace un llamado a repensar el papel de la arquitectura, no sólo como respuesta a una necesidad habitacional o comercial, sino como una herramienta crítica para enfrentar el cambio climático.