Juan Carlos Machorro, experto en energía de la firma Santamarina y Steta, resaltó los aspectos que pueden ser concordantes de la próxima legislación secundaria para cumplir con las reformas constitucionales en materia energética y a la vez con la visión de inversionistas privados nacionales y extranjeros. En particular, con la visión de la administración Trump.
“La presidente Claudia Sheinbaum ha expresado una actitud de apertura, labor de equipo y oportunidades de participación de inversionistas en el sector energético y particularmente el eléctrico. Esto es parte del mensaje transmitido en el contexto del Plan México; sin embargo, se percibe disonancia entre el discurso de apertura y las reformas constitucionales aprobadas, que podría aclararse en la legislación secundaria. La presión de la administración Trump también vendrá a promover mayores definiciones al respecto, bajo un ambiente de negociaciones de gran calado”, señaló.
Explicó que la administración Trump trae en su agenda la revisión del TMEC en 2026, cosa que los equipos revisores de los tres países van a empezar desde este 2025. Recordó que México viene “cojeando” desde 2022 por la serie de extrañamientos ante violaciones de nuestro país al tratado en materia de energía en opinión de EU y Canadá.
“Hay un proceso abierto de consultas que está latente, pero que la administración Trump puede detonar en cualquier momento junto con Canadá y así instalar un panel arbitral para determinar quién tiene la razón”, señaló.
El especialista consideró que también se podría iniciar un nuevo proceso de consultas con base en los argumentos que se hicieron valer en el proceso que actualmente está abierto, pero ahora además con nuevos argumentos reforzados y recontracargados, desde que México –a nivel Constitucional– está incluyendo el tema de prevalencia de las empresas de Gobierno, lo cual muestra visos de violación al texto del propio tratado.
“Desde luego, estos puntos no sobresalen ante las aristas de negociación política entre países, como lo son la migración o el fentanilo o incrementos generales de aranceles, pero que formarán parte del juego”, subrayó.
El mejor escenario para México
El especialista consideró que México tiene una oportunidad única hacia una transición energética, si consolida la apertura en leyes secundarias y reglamentos; si se establecen y respetan reglas del juego sensatas y claras, en aras de lograr un mayor crecimiento y una transición energética responsable y ordenada.
“No hay que olvidar que los mecanismos de participación anunciados incluyen la entrega de energía a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), esquemas de generación mixta y la participación en el mercado eléctrico mayorista. Los números a cargo del Gobierno no parecen corresponder a su capacidad de financiamiento actual y aquellos asignados a los privados pueden quedarse cortos, en este afán de mantener cuotas de mercado.
”Sin embargo, se aprecia una apertura prudente por parte del Gobierno Federal, planificando y liderando esfuerzos del tránsito hacia energías renovables con apertura a la participación privada; mucho mayor eficacia en la labor administrativa y de gestión, con piso parejo para todos los participantes, pero, sobre todo, con una visión estratégica que privilegie la técnica y un sentido pragmático y de eficiencia más que ideológico. En éste, como en otros temas, deberíamos pensar más en las siguientes generaciones y menos en las siguientes elecciones”, concluyó.