Ante la desconfianza en su juventud, Rosa Pegueros, Marketing Manager para Danfoss Latinoamérica, antepuso el conocimiento y la pasión por el trabajo para probar que ni la edad ni el género definen lo que puedes lograr
Por Christopher García
Rosa Pegueros soñaba con trabajar en una estación de radio. Recuerda que a los 11 años nació ese sueño, que la llevó más tarde a encaminarse por las Ciencias de la Comunicación. En su familia fue la única que optó por esta área: su madre, ingeniera química; su padre, ingeniero mecánico, y su hermano, diseñador industrial. Curiosamente, en últimos años su trabajo lo ha desarrollado en el ramo industrial.
Pero ese sueño de niña no se truncó del todo. Como parte de su Servicio Social, trabajó un tiempo en el Instituto Mexicano de la Radio, donde conoció las labores vinculadas con la producción de radio. También, reconoce, supo lo duro que puede ser este tipo de trabajo: “Uno puede pensar ‘¡qué padre, vas a los conciertos!’, pero tener concierto cada fin de semana te deja muy cansado”.
Ya como egresada, laboró en el ramo financiero, donde le “tocó hacer tele, radio, publicidad móvil, BTL, activaciones…”, expertise que llevó consigo cuando finalmente desembarcó en Danfoss, donde es Marketing Manager para Latinoamérica desde hace casi una década.
“Cuando se da esta oportunidad en Danfoss, buscaban un perfil que ayudara a crecer la marca en México”. Pegueros se ha encargado de colocar las piezas necesarias para posicionar un Danfoss cada vez más consolidado en sus distintas áreas de especialidad
A la par, Rosa Pegueros compagina su vida profesional con la familiar. Tiene un hijo de 10 años y una hija de 5. Disfruta de toda la música, pero el Rock tiene un espacio especial en su gusto, el cual comparte con su esposo. Ambos tienen formación musical. Ella incluso formó parte de una banda escolar.
Si me preguntaran una característica clave de Rosa Pegueros, diría que es el oído. No sólo por su formación, su gusto por la música y ese sueño infantil que la encaminó hacia la comunicación, sino porque ha sabido escuchar tanto a la empresa para la que labora como a su mercado, y ha dado respuesta a sus necesidades.
ESPECIFICAR (E): ¿Qué ha sido lo más desafiante para ti a lo largo de tu carrera?
ROSA PEGUEROS (RP): Creo que uno de los retos ha sido ser líder o tener un puesto gerencial siendo joven. Siempre me apasiono mucho en los trabajos que tengo, me gusta ser muy profesional, me impulso a entregar cosas de calidad e impulso igualmente a mi equipo. Entonces, esa exigencia me ayudó a ir creciendo.
Cuando llegas a un puesto de liderazgo, sobre todo en la industria financiera, que tiende a tener cierta desigualdad, sentía que había poca credibilidad hacia los talentos jóvenes. Eso fue un reto que percibí entre los colegas de mayor edad, una suerte de “qué nos va a venir a decir esta niña”, cuando detrás de ti traes toda la experiencia que respalda tu trabajo.
Ese mismo tema, aquí en Danfoss, a mí me gusta mucho, porque tenemos un programa de posgraduados, que busca justamente darle experiencia a los talentos jóvenes. Le llamamos Early Talents e integra a estudiantes que aún están cursando sus estudios, pero que ya están teniendo experiencias profesionales. De hecho, yo actualmente tengo un practicante en México y uno en Brasil, y son talentos que vienen con mucha fuerza, con motivación y cuyas ideas son de mucho valor para la compañía.
En Danfoss, hay que decirlo, ni hace siete años que ingresé a la compañía, ni hoy en día he recibido ni percibido ninguna actitud de esta índole. Todos mis colegas de la compañía, tanto como los clientes, siempre han sido muy respetuosos conmigo. Desde luego, nos damos a respetar y nos hacemos valer, con base en el conocimiento que tenemos y que nos respalda.
E: ¿Hasta dónde consideras que es relevante el género para la industria y para el desarrollo profesional?
RP: En el mundo del Marketing, independientemente de la industria, desde mi punto de vista hay un poco más de igualdad: ves tanto hombres como mujeres. Pero ya cuando lo llevas a la industria de la Refrigeración, por ejemplo, los puestos de Ventas, Ingeniería o Soporte Técnico, en su mayoría están ocupados por hombres. No obstante, se va viendo poco a poco más presencia femenina también en estos cargos.
Es relevante el tema, porque entre las niñas hay que fomentar el chip del cambio. No que se les obligue a ser ingenieras, sino que las generaciones futuras, si tienen el interés en estos temas y quieren desarrollarse, ingresen a esta industria. Sí se necesita más talento femenino, y hay talento, pero todavía no vemos una igualdad en términos de participación.
Para empezar, no tendría por qué haber desigualdad. Yo tengo una hija y un hijo, y mi hijo no tendría por qué ganar más que mi hija. Al final, todos tenemos el talento. Pero en la industria de la Refrigeración todavía lo vemos: en la balanza la mayoría de las veces pesa el que son hombres.
E: ¿Qué observas entre tus compañeras que se desempeñan en puestos como ingeniería o soporte técnico? ¿Qué tan difícil es para ellas abrirse paso en la industria?
RP: Sí es difícil. Platico mucho con una colega del área de Drives, con quien me llevo muy bien desde mi llegada a Danfoss, y ella también empezó joven. Como ingeniera, en el segmento de automatización, tiene la misma perspectiva: “Cuando empecé”, me dice, “era muy difícil, porque hay ingenieros que son muy ‘tradicionales’ y que siguen pensando ‘cómo va a venir una mujer ingeniera a decirme cómo colocar una válvula o echar a andar un variador’”. Pero así mismo, me cuenta, “si tengo que subirme a una grúa a 30 metros de altura, me subo a la grúa. No hay por qué no hacerlo”.
También yo tengo un caso bien cercano con mis padres; ambos son ingenieros. Mi mamá es ingeniera Química Industrial y mi papá es ingeniero Mecánico, los dos por el Instituto Politécnico Nacional. Mi hermano se fue hacia el Diseño Industrial; yo soy la única que me enfoqué hacia la parte de Comunicación.
Mi mamá me contaba que en sus épocas de estudiante eran una o dos mujeres estudiando Ingeniería Química, y desde ahí había desigualdad. Profesores de la vieja guardia, militares algunos todavía, decían frente al grupo: “Las mujeres aquí nada más vienen a casarse”.
Mi mamá trabajó cerca de 30 años en el laboratorio químico de una empresa que se llamaba Acero Solar. Cuando había controversias con el producto entregado, pues hacían acero para diversas industrias y aplicaciones, me contaba que si había clientes inconformes ella tenía que ir como la líder del laboratorio a demostrar que el producto que había hecho su empresa cumplía con el estándar químico. Tenía que enfrentarse también con el argot masculino. Pero lo que ella siempre me enseñaba era: “Si tú estás segura de lo que estás haciendo, eso es lo que va a pesar, más allá de si eres hombre o mujer”.
E: ¿Consideras que se ha avanzado lo suficiente en términos reales?
RP: Vamos en el camino. No podría decirte que ya se ha avanzado sustancialmente. Yo creo que las empresas se lo están tomando más en serio; unas más que otras, y que realmente sí están trabajando para que haya esas igualdades salariales, de puestos. En Danfoss lo veo, pues sí tenemos una meta bien planteada de tener cierto número de mujeres líderes en la organización, algo que antes ni siquiera se pensaba.
Falta por hacer. Creo que ya es un discurso que se toma en cuenta y espero que en algunos años, no sé cuantos, las generaciones que siguen sientan un poco más de igualdad. En la industria de la Refrigeración aún falta por hacer. Es importante que todas las compañías adopten este cambio.
E: ¿Hay algún tema en particular que consideres de atención urgente?
RP: Si hablamos de la situación de nuestro país, la seguridad. Sé que no es de nuestra industria per se, pero la trágica situación que se vive en torno a los feminicidios nos hace estar expuestas a esa situación.
Eso es algo que nos preocupa. A mí me da pendiente cada vez que mi equipo tiene algún evento y sé que va a salir tarde. Eso es algo que no debería de pasar y que debe atenderse con urgencia: que las mujeres podamos hacer nuestro trabajo y nuestras actividades sin miedo a salir y a que alguien nos violente. Es algo generalizado, que definitivamente impacta en tu trabajo.
En los años que llevo en la industria de la refrigeración, me ha tocado un buen equipo, nadie me ha faltado al respeto. Creo que el tema es que las industrias adopten esa ideología de la igualdad de género para que le den oportunidad a más colegas o que se integren más mujeres a puestos de Ventas, de Soporte Técnico, donde en la actualidad hay más presencia masculina.
E: ¿Qué consejo le darías a las nuevas generaciones de mujeres que se están acercando a industrias predominantemente masculinos?
RP: Como profesionista, confía en lo que sabes. Eres una mujer preparada y esa es tu principal arma. Capacítate, porque eso es con lo que podemos competir en igualdad de condiciones, en un sentido positivo.
La realidad es que cuando formas parte de un equipo de trabajo no se trata tanto de una competencia: todos trabajamos por un mismo fin, que es velar por los intereses de la empresa. De pronto se olvida eso.
Hay que estar capacitándose y actualizándose, porque eso nos da una ventaja y nos permite ofrecer más. Al final, no necesitas pisotear tus principios ni nada por el estilo: tu trabajo es el que va a hablar y esa es tu carta de presentación. Eso es lo que a mí me ha funcionado: mis méritos los he obtenido gracias a mi trabajo.
Desde luego, no dejar atrás los valores, porque puedes ser un excelente profesionista, pero una persona terrible. Tiene que haber un balance, y cuando te encuentras con colegas que comparten esa filosofía, las cosas se dan muy bien.
E: ¿Qué satisfacciones has tenido durante tu trayectoria profesional?
RP: Me siento muy orgullosa de las campañas que he hecho. Aquí en Danfoss, de los proyectos innovadores que hemos desarrollado, como el Podcast, nuestra estrategia de Webinars, esos caminos que antes Danfoss no tenía y que se me dio la oportunidad de abrir junto con mi equipo de trabajo.
Me siento muy orgullosa, porque hemos dejado huella. Se ha notado que siempre estamos buscando cómo innovar, cómo llegar a los clientes y a los distribuidores de una forma diferente. Eso es lo que me hace sentir orgullosa. Lo mejor de todo, desde luego, son los resultados: si el proyecto le trajo un beneficio a la empresa, ahí es cuando sabes que va bien.
La realidad es que el mérito es de todo el equipo, no sólo mío. En conjunto, como equipo, es como hacemos la magia para que cada proyecto sea exitoso.
E: ¿Hacen falta más mujeres en este sector?
RP: Sí, desde luego. Yo quisiera ver más mujeres creando y desarrollando nuevas tecnologías para que el mundo sea más sostenible. En la familia Danfoss nos mueve mucho el que no haya agua, la problemática del cambio climático. Hay una frase que dice nuestro CEO: “La energía más verde es la que no usamos”, y tiene que ver con todo esto.
Latinoamérica seguimos siendo una región “carbonizada”, por decirlo de alguna manera, y es un tema que sigue siendo delicado en muchos países, incluido México. Nos falta mucho por hacer, todavía somos un país petrolero; hablar de energías limpias es posible, pero vamos muy despacio.
La realidad es que en México necesitamos políticos que tengan estos temas en la agenda; si no, tampoco va a haber un cambio. Empresas privadas que lo tenemos en la agenda, que hablamos de sustentabilidad, de refrigerantes con bajo PCG, lo hacemos y lo seguiremos haciendo, pero qué mejor que fuera también parte de la agenda nacional.