Un innovador filtro de agua barato y fácil de elaborar que impide el paso de amibas y salmonela, y asegura que el líquido sea ciento por ciento potable fue presentado por el doctor Juan José Santibáñez Santiago, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante la XIII Feria de Ciencias y Humanidades de la Unidad Iztapalapa de la Casa abierta al tiempo, el investigador explicó que se trata de un dispositivo de zeolita, carbón activado y antracita, cuyos sedimentos de hasta cinco micras impiden el paso de las amibas –que miden 15 micras– y de salmonela –de entre 15 y 25 micras– lo que garantiza mejor calidad y pureza.
Además contiene otro filtro de zeolita un poco más pequeño y plata coloidal para obtener agua potable capaz de aprobar cualquier examen de laboratorio considerado en la Norma Oficial Mexicana 127, que regula las especificaciones para el consumo humano.
Este aparato es fácil de construir, con una inversión menor a 150 pesos y es duradero, comparado con los que venden empresas transnacionales que dejan de funcionar a los tres meses, precisó Santibáñez Santiago.
El Museo Gota de Agua –que se propone buscar, innovar, inventar y diseñar sistemas que faciliten el ahorro del recurso sin sacrificar el consumo– brindará capacitación para la elaboración e instalación del equipo en fregaderos, llaves de baño y regadera para contar un recurso de excelencia, además de que “tendremos la posibilidad de ofrecer el confeccionado en la UAM, que podrá reemplazar la compra de al menos dos botellones de 20 litros por semana”.
El reaprovechamiento del líquido en el retrete es posible mediante una pequeña perforación en la tapa, por donde «se saca el tubo de alimentación y, colocando una especie de lavamanos, el agua que cae de vuelta en el tanque para expulsar los desechos podrá reutilizarse, ahorrando entre 50 y 60 por ciento el consumo per cápita».
El reaprovechamiento del líquido en el retrete es posible mediante una pequeña perforación en la tapa, por donde «se saca el tubo de alimentación y, colocando una especie de lavamanos, el agua que cae de vuelta en el tanque para expulsar los desechos podrá reutilizarse, ahorrando entre 50 y 60 por ciento el consumo per cápita»
«Este es un ejemplo de cómo los ciudadanos podemos contribuir a revertir la situación crítica que enfrenta el planeta en materia hídrica, fundados en el esfuerzo, la innovación, la destreza, la habilidad y la voluntad por tener más agua y de mejor calidad», subrayó el también director del complejo museográfico.
La licenciada Vanessa Martínez, colaboradora del Museo, mencionó que dos mil cien millones de personas en el mundo carecen del servicio de agua potable o de sistemas de saneamiento, mientras otras 780 mil fallecen al año por falta del líquido; diez gotas derrochadas por día representan dos mil litros no aprovechados al año.
En México, el consumo por individuo es de entre 126 y 133 litros diarios. De acuerdo con el tipo de retrete, se tiran entre 12 y 16 litros en el convencional y entre cuatro y seis en los ahorradores, por lo que si un sujeto los emplea cuatro veces al día, en el segundo caso se evitaría el desperdicio de más de 40 litros cada día per cápita; el lavado de trastes consume entre 15 y 20 litros por minuto y el de lavado de manos, entre seis y ocho litros, abundó el docente de la UAM, al dictar la conferencia Innovación científica y bienestar familiar de cara a la mala calidad del agua.
Los interesados en construir el filtro pueden consultar el canal de YouTube de la XIII feria de Ciencias y Humanidades aquí.