El organismo necesita estar hidratado en todo momento. La cantidad, sin embargo, depende de varios factores, como la edad, la actividad física que realicemos, o en casos especiales, si se sufre de deshidratación por enfermedad. la falta de agua en cualquier persona puede provocar fatiga, cansancio o dolores musculares. En suma, nuestro cuerpo necesita este vital líquido para su adecuado funcionamiento.
Si bien nuestro país se encuentra entre los que consumen más agua -ocupa el quinto lugar con 366 litros diarios por habitante-, la Ciudad de México presenta los mayores problemas de abastecimiento, según el Foro Económico Mundial. Al mismo tiempo, es uno de los países que más gasta para comprar agua natural, debido a que tomarla de la llave genera desconfianza.
Kantar Worldpanel, consultora líder global en investigación de mercado, registró que el año pasado, prácticamente todos los mexicanos tuvieron la necesidad de comprar agua (98 %); Ademas, en promedio, cada familia adquirió 1 mil 385 litros en un año, lo que significó un gasto de 1 mil 315 pesos.
Otra opción para saciar la sed es recurrir a bebidas azucaradas: jugos, refrescos, tés embotellados, de los cuales se han hecho varios estudios en los que se han comprobado su poco valor nutricional, además de que no proporcionan la saciedad que necesitamos. De acuerdo con la Profeco y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), los mexicanos gastamos más de 2 mil 600 pesos al año en estas bebidas, y consumimos en promedio 163.3 litros por persona.
El reporte “Profeco Brújula de Compra” señala que los mexicanos pagan una media de 6.83 pesos por cada litro de agua que consumen, mientras que por un litro de jugo o refresco desembolsan entre 14.40 y 15.98 pesos, aunque esta inversión puede llegar al doble, según el establecimiento en el que se adquiera.
¿En dónde encontrar entonces agua segura, potable, gratuita y a la mano si pasamos la mayor parte del tiempo fuera de la casa?
Bebederos, una solución
El problema no es cuánto beber, sino la calidad de lo que se toma. Una solución para estar hidratado en todo momento, sin que implique un gasto y que esté al alcance de las personas, son los bebederos públicos. En este sentido los bebederos públicos ofrecen múltiples beneficios como los que se destacan a continuación.
- Mejoras en el medio ambiente. Aprovechar una fuente de agua potable ayuda a reducir considerablemente la basura en contenedores de plazas, parques y espacios abiertos; y evita la contaminación al disminuir la degradación ambiental que provocan los envases desechables
- Agua pura y segura al momento. Los bebederos son altamente funcionales para parques, plazas, universidades, escuelas, fábricas o edificios de oficinas, en donde se necesita un suministro constante de agua potable que cuente con un sistema de purificación confiable. Además, representará un ahorro en el bolsillo si se cuenta con aditamentos para la recarga de recipientes de agua
- Hidratarse durante el ejercicio. Las fuentes de agua en general no requieren tanto mantenimiento y pueden proporcionar el líquido las 24 horas, los siete días de la semana, lo que permite a deportistas, o personas que realizan actividad física tener a su alcance el recurso en todo momento
- Inclusión y acceso. Para todas las comunidades en general los bebederos son valiosos, pero para aquellos que no cuentan con recursos o incluso no tienen la movilidad suficiente o las condiciones para poder comprar agua, este recurso es la única opción de hidratarse
- Salud y bienestar. Contar con agua potable y pura, es sinónimo de salud ya que se previenen enfermedades y al ser gratis y limpia reduce notablemente el consumo de bebidas azucaradas
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua es esencial para el cuerpo humano en cualquier etapa de la vida porque tiene beneficios importantes para la salud además de permitir una buena digestión, como lo son regular la temperatura corporal, hidratar la piel, así como lubricar las articulaciones y órganos.