Detrás de la falta de agua que aqueja al Valle de México está la ausencia de lluvia, una gestión deficiente y escasez de información hacia la ciudadanía sobre la importancia de cuidar su consumo, alertó la doctora Delia Montero Contreras, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

“Hay una sequía real, pero también una sequía en cuanto a su gestión con un Sistema de Aguas (Sacmex) que no da mantenimiento a muchos pozos, ha reducido el personal y está supeditado a todo lo que diga el Jefe de Gobierno en turno. Lo cual es un problema, porque hay decisiones políticas y hay decisiones técnicas, en donde se requiere reinvertir para mantenimiento y desazolve, entre muchas otras acciones”, expresó la coordinadora de la Red de Investigación en Agua (AgUAM) .

De acuerdo con la profesora del Departamento de Economía de la Unidad Iztapalapa, si bien la falta de agua no es un asunto nuevo, pues hay zonas abastecidas por tandeo desde hace tiempo, ahora se ha agudizado por la falta de recarga pluvial que suministre al sistema Lerma, el cual aporta 40 por ciento de la demanda de la ciudad, y a todos los pozos de donde se extrae el 60 por ciento restante. 

“Estamos ante un futuro muy incierto, porque si no llueve los pozos estarán sobreexplotados, el sistema Cutzamala va a tener menos agua para el segundo trimestre del año, situación que podría ser verdaderamente caótica”.

Estamos ante un futuro muy incierto, porque si no llueve los pozos estarán sobreexplotados, el sistema Cutzamala va a tener menos agua para el segundo trimestre del año, situación que podría ser verdaderamente caótica”

Dra. Delia Montero, Investigadora de la UAM

Será muy difícil que con esta situación haya suministro constante en todas las alcaldías y quizá los nueve millones de habitantes de la Ciudad de México estén abastecidos por tandeo, lo que plantea desafíos muy serios, por ejemplo, para hospitales, universidades y escuelas, detalló.

“Se prevén lluvias hasta finales de junio, pero eso tampoco quiere decir que vayan a ser torrenciales, pero si fuera el caso, hay que prepararnos y tratar de capturar toda esa agua que se va al drenaje en la metrópoli, ir previendo zonas de recarga, no nada más en el oriente, sino en toda la ciudad, incluso desde los hogares”.

Y es que aun cuando se podría traer agua de más lejos, la coordinadora de la Red de Investigadores del Agua de la UAM señaló que el costo es muy elevado, al requerirse mucha energía eléctrica, además de que prácticamente 40 por ciento del líquido del sistema Lerma se pierde en fugas, “de ahí la importancia de repararlas, prepararnos para la captación de lluvia y llenar el acuífero”. 

Por ello, enfatizó la importancia de que la ciudadanía sepa que se va a quedar sin agua y comience a reducir sus consumos, que ejerza presión sobre los políticos para que aborden el tema.

“Es un año electoral donde nadie quiere hablar del asunto y lo más fácil es culpar al medio ambiente, cuando es responsabilidad del órgano gestor. El candidato que de veras diga aquí falta agua y lo vamos a resolver, yo creo que ese es el que va a ganar más votos”.

La doctora Montero Contreras consideró que existe una estrategia errática de esconder la problemática y decir que no pasa nada, mientras las personas, en la urgencia de resolver, lo hacen hasta en contra del presupuesto familiar.

“¿Cómo es posible que una pipa la vendan en 3 mil pesos? No hay regulación ni en la extracción para los piperos ni en los precios, y hasta el costo de la tarifa se maneja políticamente, lo que nos hace estar encerrados en un círculo vicioso en lugar de crear uno virtuoso”.

Es necesario que la población se empodere con información sobre cuánto y cómo se invierten nuestros impuestos en cuestiones de agua, que ya se elevó a nivel de la Constitución como un Derecho Humano, por lo que todo mundo debe tener acceso y eso muchos no lo saben, indicó. 

En ese sentido, recordó que como parte de una investigación se realizó una encuesta en 2011 en la que se le cuestionaba a la gente si estaría dispuesta a pagar más por el agua a cambio de un mejor servicio y la mayoría dijo que sí.

“Lo lamentable es que no hay rendición de cuentas, hay un mal servicio de abastecimiento y ni hablar de los datos del agua potable donde tampoco dan cifras, así que son muchos elementos que deben irse desmenuzando”. 

La investigadora de la Casa abierta al tiempo reconoció que para resolver el problema del agua se necesita de todos, porque ni el gobierno más eficiente puede resolverlo solo. Pero si no hay políticas públicas ni información sobre cómo se debe de actuar, el futuro es más desalentador. 

“Hay que cuidar el agua que llega a nuestras casas, ahorrarla, reutilizarla y estar enterados. Desde la Universidad contamos con el programa radiofónico AguaCero, que se transmite en vivo los lunes y miércoles, de 9 a 10 de la mañana. por UAM Radio 94.1 FM, con la intención justo de dar a conocer de una manera accesible a la audiencia, con datos y entrevistas con especialistas, una mejor gestión”, manifestó.  

 “Hay cosas apremiantes y el agua es una de ellas”, finalizó la académica.