La tecnología está permitiendo cubrir esos huecos que hasta ahora no podían cubrirse en términos de protección y productividad. Mercedes Trueba y Craig Breese, de Honeywell, explican que anticipar los riesgos con apoyo de la tecnología permite salvar más vidas
Por Christopher García
Son aproximadamente las 4:30 de la tarde. El piso de exhibición de la Mexico Fire Expo se observa transitado. Personas en busca de equipo de protección, sistemas contraincendio, soluciones. En torno al stand de Honeywell Industrial Safety, decenas de personas dedican su atención a conocer las soluciones que la marca pone a su disposición. Detectores de gases, equipos de protección anticaída, guantes, gafas, botas, radios y protectores auditivos de última generación.
Mercedes Trueba, responsable en México para esta división, explica a un grupo de personas los beneficios de su nuevo detector de amoniaco para ambientes refrigerados. Tras unos minutos, la representante de Honeywell se acerca acompañada por Craig Breese, Presidente de Honeywell América Latina.
Sonrientes ambos, contentos por el crecimiento que ha tenido la cultura de la seguridad en México, tras los saludos protocolarios y los agradecimientos mutuos, nos revelan la misión que guía las labores de la división: «Anticipar riesgos y salvar vidas».
Y es que en México las estadísticas de pérdidas humanas por accidentes de trabajo todavía son lamentables: 1 mil muertes por año. A manera de ejemplo, relata un suceso que ocurrió en el propio piso de exhibición durante las labores de montaje. Un hombre de mediana edad colocaba parte de la estructura de un stand aledaño al de Honeywell, a una altura considerable sobre el piso, sin equipo de protección ni línea de vida. En cierto momento, la escalera que lo sostenía perdió estabilidad y el hombre cayó irremediablemente. De no ser por el material que se encontraba debajo, alumino y madera en su mayoría, que amortiguó la caída, ésta podría haber sido fatal. Se trata de un accidente que pudo evitarse con el uso de elementos básicos de seguridad, como la línea de vida. «Esta cultura de seguridad es la que debemos impulsar», dice Mercedes Trueba.
Pese al ejemplo, durante los 20 años que ha trabajado en el medio, Trueba ha notado cierta evolución. «Hoy hay mayor conciencia. De la mano de empresas trasnacionales que traen planes de salud ocupacional, seguridad, ambiente y salud en el trabajo, en sectores nacionales, como el automotriz y la minería, la cultura de la seguridad ha permeado».
Además, las posibilidades que ofrece el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) están llevando a la cultura de la seguridad hacia nuevos derroteros. La tecnología está permitiendo cubrir esos huecos que hasta ahora no podían cubrirse en términos de protección y productividad. «Estamos en el proceso de conectar todos los sistemas físicos con el mundo del software para dar mayor rendimiento y tecnología a las aplicaciones que estamos desarrollando». Ambos, Mercedes Trueba y Craig Breese, conversaron ampliamente con la revista Especificar sobre esta transición, que, en resumidas cuentas, busca proteger la vida.
Especificar (E): ¿Cómo está recibiendo este proceso la industria? ¿Cómo aporta el IoT a la seguridad?
Mercedes Trueba (MT): En Honeywell nos hemos dedicado a la salvaguarda de los trabajadores en México y a nivel global, por supuesto, pero hoy en día estamos conectándolos con sistemas que permiten a las empresas tener mayor control, primero, de vida y salud, de trazabilidad de los propios equipos, pero, sobre todo, de prevención de accidentes o muertes. Estamos combinando la seguridad con la productividad. Nos encontramos en la nueva era de la protección industrial y nos estamos transformando de una empresa que manufactura productos a una empresa de soluciones integradas con el IoT. ¿Cómo lo está recibiendo la industria? A bocanadas positivas, porque quizás hoy existe un trabajador en piso que no tiene intercomunicación, pero requiere protección auditiva. Entonces, tenemos equipos que van a ayudar a proteger la capacidad auditiva, pero además van a tener interconexión con las instrucciones del supervisor. Esto significa que le voy a brindar protección a la persona, pero también calidad de vida. La enfermedad laboral más importante en todo el mundo, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), es la hipoacusia, la pérdida de la capacidad auditiva. Dicho de otro modo, nos dedicamos a brindar soluciones específicas para distintos ramos, pero sobre todo a anticipar enfermedades para proteger la vida del trabajador.
Estamos combinando la seguridad con la productividad. Nos encontramos en la nueva era de la protección industrial y nos estamos transformando de una empresa que manufactura productos a una empresa de soluciones integradas con el IoT. ¿Cómo lo está recibiendo la industria? A bocanadas positivas»
Mercedes Trueba, responsable de Seguridad Industrial en Honeywell
Craig Breese (CB): Mi visión es quizás un poco más macro, pero de ella hay tres puntos destacables. Uno es lo que llamamos el Industrial IoT. Hoy en día, de los 130 mil empleados de Honeywell en el mundo, 25 mil son ingenieros y la mitad de ellos son ingenieros de software. De la facturación global que tenemos en Honeywell (40 mmdd), 62 por ciento tiene contenido software. Es una tendencia que seguirá adelante. El tercer punto interesante es que acabamos de invertir en México en un nuevo Centro de Desarrollo e Investigación, ubicado en Tecnoparque. Tenemos ya más de 200 personas en este grupo, trabajando para aplicaciones muy específicas en México y América Latina, pero basado en México, porque notamos que a veces descubrimos algunas aplicaciones muy particulares para lo que se requiere en México. Una última estadística: en Honeywell, como compañía, estamos ya conectando a alrededor de 90 millones de aparatos, muchos de ellos en el área de seguridad para los trabajadores, pero en otros campos también.
MT. Dentro de la división de Industrial Safety, estamos trabajando para conectar a los trabajadores con la industria en una sola red. A través de sistemas simples, como RFDI o GPS, hemos creado un arnés que llamamos Bio-Harness, que detecta signos vitales para las personas que trabajan en altura, uno de los riesgos laborales que causa la mayoría de las muertes. Con ello, tenemos una adecuada comunicación con la persona para saber si ha cambiado su ritmo cardiaco, su temperatura o algún otro de sus signos vitales para enviar una brigada de rescate antes de que ocurra un accidente.
E. ¿Cuáles son las industrias que más emplean estas tecnologías?
MT. Hay sectores que tienen mayor grado de desarrollo, porque tienen una necesidad imperativa. Estamos hablando de la industria petroquímica y la minera, que también está buscando muchísimo la interconectividad. De hecho, estamos trabajando con un grupo minero en el Norte del país, que nos solicita una solución especial para poder tener, a través de los detectores de gas individuales, interconectividad para localizar dentro de la mina el traslado de sus trabajadores. La tecnología ahora ya no está enlazando una sola necesidad, sino múltiples. Inclusive hemos percibido que las empresas desean invertir en estos activos, pero muchas veces el presupuesto es un problema si se llega a extraviar el producto. Una vez más, a través de la tecnología, podemos localizar un equipo de alto costo que se haya extraviado.
CB. Es un tema de inteligencia. Los sistemas que menciona Mercedes son inteligentes y comunican. Si el sistema existe, pero no está conectado, no se encuentra en un ecosistema. Con estos dispositivos el trabajador está en un ecosistema, y con ellos podemos entender todos los peligros y las posibilidades que hay en ese entorno. Pero si no se tiene comunicación inteligente, no es posible.
E: ¿Cuál es el respaldo de investigación detrás de estos avances?
CB. La base, siempre, es entender las necesidades. Eso es el inicio de todo el proceso. El famoso «voice of the costumer» es donde empezamos. Pasamos mucho tiempo en campo para entender las necesidades de una persona y así desarrollar una solución específica que le permita enfrentarse a los peligros de su entorno laboral. Personas de Honeywell asisten a los centros de trabajo a informarse con los propios trabajadores, con los supervisores o los gerentes sobre cuál es el problema de base. No se trata de que seamos más inteligentes o tengamos mejor tecnología; a veces sí, pero no siempre. El objetivo es tener la suficiente capacidad para escuchar, entender y traducir este entendimiento en una solución, algo que Honeywell hace bastante bien.
Pasamos mucho tiempo en campo para entender las necesidades de una persona y así desarrollar una solución específica que le permita enfrentarse a los peligros de su entorno laboral. No se trata de que seamos más inteligentes o tengamos mejor tecnología; a veces sí, pero no siempre. El objetivo es tener la suficiente capacidad para escuchar, entender y traducir este entendimiento en una solución»
Craig Breese, presidente de Honeywell América Latina
E: ¿Qué porcentaje de sus ingresos invierte Honeywell en I + D?
CB: Invertimos el 7 por ciento y estamos orgullosos de decirlo, porque se trata de un porcentaje muy alto en relación con otras empresas. Pero si recordamos lo que acabamos de platicar, que somos una compañía en transición hacia el software industrial, un proceso que está avanzando muy rápidamente, si no estás en el primer bloque de desarrolladores, te quedas fuera del juego. Obviamente, queremos ser parte de ese primer bloque. Esa es la razón detrás de esa cifra.
E: ¿Por qué invertir en un centro de desarrollo en México?
CB: Es parte de la historia de la compañía. Honeywell nació hace 130 años, pero por mucho tiempo estuvo muy enfocada en Estados Unidos y en el Oeste de Europa. Sólo en los últimos 15 años hemos realmente empujado en regiones de alto crecimiento, como México, donde nuestro enfoque ha sido crear nuestra propia infraestructura, cultura, desarrollo e investigación para nuestro mercado. Lo hicimos hace muchos años en China; más tarde en India y otros países, y con éxito cada vez, porque la solución es pensar en forma global, pero actuar en forma local. Si no tenemos soluciones pensadas en México no podemos tener éxito. Nos dimos cuenta de que hemos atacado el sector alto con éxito, pero quizás no al medio o bajo. Hoy ya estamos instalados en México con 19 mil empleados, 15 plantas productivas, 5 centros de investigación, obviamente somos una compañía muy mexicana. Esta es la cancha en la que jugamos. Somos multinacionales, pero muy enfocados en cada mercado con recursos.
MT: México ha demostrado que puede convertirse en punta de lanza para Latinoamérica. El centro de investigación busca escuchar las necesidades locales, pero también las de América Latina para fortalecernos como bloque. Con muchos países compartimos el idioma, la fisionomía, las aplicaciones, la cultura en cuestión de seguridad. En México tenemos la capacidad, y la preparación de nuestros ingenieros tiene el nivel óptimo para ser considerado un centro local de tecnología, que también se puede exportar. Nuestros ingenieros son de diferentes áreas y universidades: el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad de las Américas (UDLA), la Universidad Iberoamericana, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), convergen y trabajan en conjunto para desarrollar productos, servicios, software: soluciones.
E: A nivel industrial, ¿qué tanto influye la cultura de la seguridad? ¿Está ya bien asentada?
MT. Honeywell se preocupa por la seguridad, pero también por la cultura y desea contribuir con la sociedad. Tenemos cuatro pilares. El primero se llama educación. A través de la educación y de lo que tenemos en soluciones logramos hacer conciencia, porque podríamos tener el mejor equipo de protección, pero si no se utiliza de forma apropiada de nada va a servir. También queremos apoyar a las empresas a que tomen el liderazgo. No puede hacerse desde afuera. El trabajo tiene que hacerse desde dentro de las empresas y es un trabajo continuo, en conjunto entre el patrón y el trabajador. Tenemos un programa que se llama “Regrese seguro a casa”, con el que queremos hacer conciencia de que el trabajador y el individuo es el que contribuye todos los días con la empresa. Por último, en Honeywell queremos sumarnos a la industria, conectarnos con ella, ser la punta de lanza que conecte a los trabajadores con su entorno, ser un partner, tener este compromiso con la industria. Queremos decirle a la gente que cuenta con nosotros, con nuestros sistemas de innovación de tecnología, para propiciar la cultura de seguridad en México.