Muchos de los acuíferos de México enfrentan serios niveles de explotación, sobre todo en las zonas de mayor productividad económica. Esta situación, además de limitar el progreso, provoca la pérdida de diversidad y hace más vulnerable a la población al cambio climático, señaló la doctora Claudia Rojas Serna, académica del Departamento de Ingeniería de Procesos e Hidráulica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante su participación en el II Foro Virtual de la Red de Investigación en Agua de la UAM (RedAgUAM), con el título La Sequía en México, la profesora de la Unidad Iztapalapa expuso que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) identificó que para tener un camino de adaptación a dicho cambio y alcanzar una condición de seguridad hídrica se tendría que estimar el caudal ecológico –representado por la cantidad, calidad y variación del líquido reservado para preservar la biodiversidad y los servicios ambientales– lo que se hizo con la nueva norma mexicana de 2012.
Dicha regulación se aplicó en un inicio en 189 cuencas con reservas potenciales del bien para el ambiente, con el fin de preservar 97 áreas naturales protegidas y 55 humedales de importancia internacional.
La doctora Rojas Serna sostuvo que tendrán que hacerse numerosos estudios y proyectos para conocer las tendencias del cambio climático y en el caso de las sequías, la propagación entre los distintos tipos, lo que dependerá de la naturaleza del suelo, la vegetación e incluso la estación del año.
Un índice para conocer la disponibilidad a nivel hidrológico administrativo del país es el grado de presión sobre el recurso, el cual se clasifica en muy alto, alto, medio, bajo y sin estrés. Esta relación representada en porcentaje define un alto grado de presión cuando está entre 40 y 100, y mayor a 100 muy alto.
Si se consideran las zonas centro, norte y noroeste del país, se observa que éstas presentan un alto grado de presión y que de las 13 regiones hidrológico administrativas en que se administran las cuencas, la número 13, que es la del Valle de México, es la que exhibe el mayor porcentaje al alcanzar un índice de 141 por ciento, que «es un grado de presión muy alto, en relación con la región de la frontera sur, donde casi no hay estrés sobre el recurso, pues la presión es sólo de 1.7 por ciento».
La cuenca número 13, que es la del Valle de México, exhibe el mayor porcentaje de estrés hídrico al alcanzar un índice de 141%, que es un grado de presión muy alto en relación con la región de la frontera sur, donde casi no hay estrés sobre el recurso, pues la presión es sólo de 1.7%»
Dra. Claudia Rojas, académica del Departamento de Ingeniería de Procesos e Hidráulica de la UAM
El doctor Carlos Contreras Servín, investigador de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, explicó que México depende en gran medida de la actividad ciclónica y «si tenemos un número de ciclones que pasen por nuestras costas tendremos una mayor cantidad de lluvia; por el contrario, si hay menos ciclones, habrá una menor cantidad de agua disponible».
Los fenómenos de El Niño y La Niña constituyen un factor importante y temprano de alerta de cómo se va a mostrar la temporada de ciclones. «Este 2021 estamos en una fase neutral y se prevé que tengamos un año normal y que las condiciones de sequía desaparezcan en alrededor de seis meses».
Debido al fenómeno de La niña hubo una temperatura menor en el Pacífico y los huracanes tuvieron una actividad más débil de lo usual, por esa razón se experimenta una cantidad de lluvia menor a la que normalmente se espera. En el Atlántico hubo una mayor cantidad de ciclones, pero muchos de ellos no tocaron las costas del país y por ello también se agravó el fenómeno de la sequía y, por tanto, de disponibilidad de agua.
El foro fue inaugurado por el doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la UAM, quien dijo que las actividades de las jornadas sin duda abrirán un diálogo que contribuirá a la orientación en la definición de las políticas públicas requeridas para enfrentar la sequía que desde hace varios años se vive en México.
El doctor Peñalosa Castro reiteró el compromiso de la UAM de impulsar la investigación en el tema prioritario del agua a través del trabajo colaborativo del profesorado de las diversas disciplinas que se desarrollan en las cinco unidades académicas de la Universidad.