Por Karla Nájera
Desde 1992 y más recientemente con la potencialización de las redes sociales y de activistas que han alzado la voz, ha tomado relevancia un tema que es motivo de debate a nivel político, económico y socia, y que impacta en nuestra calidad de vida y en las diferentes industrias. Dicho tema es el calentamiento global o global warming.
Para comprender un poco más sobre el concepto del calentamiento global, necesitamos entenderlo como la consecuencia de la emisión de gases de efecto invernadero y como un aspecto del cambio climático que vivimos actualmente.
Los gases de efecto invernadero son aquellos que dejan pasar hacia la luz proveniente del Sol, pero mantienen el calor dentro del planeta, como los muros de cristal de un invernadero. Cuando dichos gases son lanzados a la atmósfera y mantienen el calor, crean un efecto de calentamiento. Mientras más gases acumulados haya, mayor es el calor retenido.
Los gases de efecto invernadero poseen dos características que determinan su potencial de daño: la eficiencia radioactiva o capacidad para absorber energía y su ciclo de vida o tiempo que permanecen en la atmósfera.
Aunque el gas de efecto invernadero más común es el dióxido de carbono (CO2), existen otros gases que cobran relevancia por la duración de su ciclo de vida, ya que tienen una mayor contribución al calentamiento global que el CO2. Dichos gases son los refrigerantes fluorados:
- Clorofluorocarbono (CFC)
- Hidroclorofluorocarbono (HCFC)
- Perfluorocarbonos (PFC)
- Hexafluoruro de azufre (SF6)
- Hidrofluorocarbonos (HFC)
Por lo tanto, cuando hablamos de calentamiento global, estamos hablando de los efectos causados por la cantidad de calor retenido en la atmósfera, derivada de la acumulación de gases de efecto invernadero.
El año 2020 fue el más caluroso a nivel mundial desde que existen registros y la primera mitad del año 2021 está considerada entre los 6 registros más cálidos de la historia. Estos registros sirven de elemento para comenzar a entender el impacto que tiene este fenómeno en nuestra vida diaria.
Las olas de calor que se viven en verano ocasionan la degradación de la calidad del aire, ya que mientras más calor hay, también es mayor la presencia de smog y, por lo tanto, también hay un incremento en la tasa de mortalidad.
Entre los efectos del calentamiento global también podemos encontrar fenómenos naturales extremos, la degradación de la calidad del aire y el incremento en el nivel del mar, por mencionar algunos.
Las olas de calor que mencionamos, consideradas fenómenos naturales extremos, tienen otros impactos sobre el balance del planeta además de la degradación de la calidad del aire. Este tipo de fenómenos también son causantes de incendios forestales recurrentes. Por ejemplo, según el Departamento de Bomberos de California, nueve de los 15 incendios más destructivos en la historia del estado han ocurrido en los últimos cinco años y seis de los 20 más grandes desde que se tiene registro tuvieron lugar en 2020.
Por el lado opuesto, también se presentan lluvias extremas que ocasionan desbordamientos de ríos y desgajamientos de cerros. Tal combinación de calor y humedad convierten a la tierra en el ambiente ideal para la propagación de enfermedades. Incluso, al inicio de la pandemia de Covid-19, se llegaron a plantear hipótesis donde el clima de la región podría ser un factor para la propagación del SARS-CoV-2.
Otro alarmante efecto es el nivel del mar en ascenso provocado por el derretimiento de las capas de hielo que permanecen en la Tierra (como Groenlandia y la Antártida). Se estima que para el año 2100 el nivel de los océanos habrá ascendido entre 0.3 y 1.2 metros, lo que pone en riesgo ciudades como Nueva York, Río de Janeiro y Sídney.
