México tuvo una participación importante en la revisión de la metodología del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), donde se destaca la importancia de incluir el estudio de los Forzantes Climáticos de Vida Corta (FCVC) y sus efectos en la salud, además de tener un gran potencial en cuanto al calentamiento global.
Un avance significativo en esta última sesión fue en el desarrollo de las metodologías para la cuantificación de los FCVC, destacó la doctora María Amparo Martínez Arroyo, directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), que participó en la reunión llevada a cabo del 8 al 13 de mayo en la ciudad de Kioto, Japón.
Esto es congruente con el reporte de 1.5 del IPCC que publicó en 2018, el cual señaló la importancia de la reducción de dióxido de carbono o equivalentes, y la reducción inmediata de los no CO2. Desde la reunión 45 del IPCC, que se llevó a cabo en México en 2017, se había logrado revisar las posibilidades de incluir en las metodologías a los FCVC que se ha comprobado que dañan la calidad de aire y tienen implicaciones en la salud.
Los FCVC son gases y compuestos que alteran de manera directa la radiación del sistema climático terrestre, cuyo impacto ocurre principalmente después de su emisión. Entre ellos se encuentran el metano (CH4), el ozono troposférico (O3), los hidrofluorocarbonos (HFC), así como el carbono negro (CN), los cuales contribuyen al aumento en la temperatura global, destacó el INECC en su informe de 2018.
Otro avance relevante en el cual México ha colaborado fue en el Refinamiento de las metodologías para los inventarios nacionales, “lo cual permitirá a los países tomar previsiones, no sólo para tener un mejor inventario, sino para controlar y hacer parte de sus planes y normativas para reducir las emisiones como parte de los compromisos internacionales”, señaló la titular del INECC.
El pasado 18 de mayo, el IPCC publicó una revisión y actualización de la metodología usada por los gobiernos para la medición de sus emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero. El Refinamiento de las metodologías del IPCC tendrá como fin el mejorar los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero y sumideros de carbono, además de proporcionar nuevas bases científicas, valores y factores que no fueron incluídas en las Directrices del IPCC de 2006.
Más de 280 científicos y expertos de 47 países trabajaron en el compendio de 2019 para producir cambios en la orientación general, así como metodologías para cuatro sectores: energía; procesos industriales; agricultura, silvicultura y otros usos del suelo; y residuos.
La reunión de los órganos subsidiarios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que se llevará a cabo en junio brindará una primera oportunidad para que los gobiernos de la CMNUCC reciban y revisen la metodología actualizada y determinen el mejor camino hacia la implementación del Refinamiento de 2019.