En entrevista a dos voces, Parthiv Amin, Vicepresidente Global, y Ted García, Vicepresidente de Desarrollo de Negocios Internacionales en Sloan, aseguraron a Especificar que la meta es que a Sloan se le reconozca en el país como líder en sustentabilidad
Por Christopher García
Hace 112 años, cuando jalar la cadena del sanitario implicaba desperdiciar 16 galones de agua, William Elvis Sloan inventó el fluxómetro Royal. Al tiempo que inauguraba la era modera de la plomería y una tradición de innovación de más de un siglo, asumió una responsabilidad que hoy se extiende hasta la cuarta generación de su familia: conservar el agua.
Dicha responsabilidad se ha mantenido vigente durante todo este tiempo y se manifiesta en productos icónicos como el grifo electrónico (inventado hace más de 40 años), el fluxómetro Solis, capaz de operar con energía solar fotovoltaica, o los mingitorios de alta eficiencia hídrica, que en la actualidad se instalan en todo el planeta.
Hay que recordar que la conservación del agua se ha vuelto crucial, luego de que Ciudad del Cabo, Sudáfrica, y Los Cabos, Baja California, se declararan hace no mucho al borde de la sequía; dos episodios que no hacen sino encender la alarma sobre el peligroso grado de consumo al que ha llegado el mundo y la escasez que lo acompaña. Lamentablemente, señala Parthiv Amin, Vicepresidente Global en Sloan, “las personas no parecen apreciarlo en su justa medida”. De ahí que no dude en señalar que la sustentabilidad y la conservación del agua sean ejes clave en la labor de la empresa.
Desde luego, no son los únicos, pues, como todo producto, la tecnología de Sloan busca cumplir necesidades incluso intangibles, como cuidar la salud de los usuarios, ofrecer una experiencia de interacción agradable, brindar facilidad de instalación y, por supuesto, durabilidad. Conjunto nada sencillo que, sin embargo, los miembros de la familia Sloan han sabido conjugar y atender durante más de 11 décadas.
En entrevista a dos voces, Parthiv Amin y Ted García, Vicepresidente de Desarrollo de Negocios Internacionales en Sloan, aseguraron a Especificar que para México los objetivos no son distintos. La meta es que a Sloan se le reconozca en el país como líder en sustentabilidad, sostiene Parthiv Amin. “Que las personas se pregunten cómo lo hacemos e intenten seguir por el mismo camino”.
Especificar (E): ¿Qué significa México para Sloan?
Ted García (TG): Oportunidad. México es un mercado dinámico, en crecimiento, muy similar al de Estados Unidos en lo que se refiere a preferencias y diseño. Por ello, nuestros productos se adaptan bastante bien al mercado. Estamos haciendo muchos cambios e invirtiendo en México para estar listos, pues consideramos que tenemos muchas oportunidades.
Parthiv Amin (PA): Los puntos nodales de nuestro negocio son la sustentabilidad y la conservación del agua. En México, hay muchas situaciones que están presentes en Estados Unidos y otras partes del mundo. Hoy, vemos lugares de África donde prácticamente no hay agua, y en 20 o 30 años ocurrirá lo mismo en muchas partes del mundo. Sabemos que el agua es el commodity más valioso que tenemos, pero las personas no parecen apreciarlo en su justa medida; por ello, somos grandes administradores del agua. Obviamente, no generamos agua, nos ubicamos en la parte del consumo, pero la transmitimos hacia el usuario y nuestra responsabilidad es cuidarla.
México es un mercado dinámico, en crecimiento, muy similar al de Estados Unidos en lo que se refiere a preferencias y diseño. Por ello, nuestros productos se adaptan bastante bien al mercado. Estamos haciendo muchos cambios e invirtiendo en México para estar listos, pues consideramos que tenemos muchas oportunidades»
Ted García, Vicepresidente de Desarrollo de Negocios Internacionales Sloan
En Chicago somos el socio oficial de eficiencia hídrica y eso es parte de lo que buscamos compartir en México y Sudamérica. Otro de los puntos nodales de nuestro pensamiento es la higiene. En el mundo en el que vivimos, las personas viajan y utilizan nuestros productos, por lo que debemos asegurarnos de que no necesitan tocarlos para usarlos, pues éstos pueden ser portadores de enfermedades. Entonces, buscamos la manera de que nuestros productos sean cómodos para los usuarios, al tiempo que son higiénicos y que les dan la certeza de que están conservando el agua.
E: ¿Cuál es la clave para el éxito de Sloan?
PA: La innovación. La industria de la plomería, en general, no ha sido muy innovadora. Sloan inventó el primer fluxómetro hace 112 años y es el que se ha seguido usando hasta ahora. La innovación ha sido lenta. Lo que Sloan ha estado haciendo en los últimos tres años es impulsar la rápida innovación; todo, en torno a los dos temas que mencionábamos antes: higiene y sustentabilidad. La innovación permite a las personas contar con mejores sistemas, ya que en el mundo no hay suficientes profesionales capacitados para brindar servicio a los sistemas. Entonces, buscamos que sean más sencillos de instalar y que sean útiles para los facility managers, los contratistas y el usuario final.
E: ¿Dirían que desde hace 10 años la cultura de la compañía se ha modificado para enfocarse más en la innovación?
PA: Hace 112 años inventamos el fluxómetro. Durante la segunda mitad de la década de 1970, inventamos el grifo electrónico, pero las personas ni siquiera sabían cómo utilizarlo: se colocaban frente al grifo y lo sacudían, porque sentían que había la necesidad de una palanca. Entonces, creamos un grifo con un accesorio junto a él, de modo que las personas tuvieran que girar esa parte para activar el flujo. En otras palabras, la innovación no es nueva en nuestro ADN. Lo que te diría es que en los últimos cinco años hemos incrementado el ritmo de innovación.
TG: De hecho, los inicios de Sloan se basan en la innovación. En 1906, había tanques llenos de agua y se tenía que jalar una cadena para dejar fluir 16 galones. Ahí fue cuando Sloan dijo: “¿Por qué estamos usando tanta agua?” Ese fue el inicio del fluxómetro.
E: ¿Cuál ha sido la respuesta de los usuarios?
PA: Ha sido grandiosa. Muchos clientes nos han dicho: “¿Por qué tomó tanto tiempo?” Si observas las demás industrias del mundo, por ejemplo, la de teléfonos celulares o la de las computadoras, todas se han mantenido avanzando y la innovación se ha dado con bastante rapidez; pero ¿la plomería? Ni siquiera detrás de muro ha habido mucha innovación. En el caso de nuestros productos, se trata de productos frente a muro, que están a la vista. Platicamos con nuestros clientes: arquitectos, diseñadores, ingenieros hidráulicos, contratistas, facility managers, dueños de edificios y su respuesta ha sido fantástica. Y es lógico. ¿Quién no quiere innovación? Ahora, no se trata de innovar por innovar; eso no tendría sentido. Cuando piensas en innovar para beneficio del cliente, es cuando realmente vale la pena.
E: ¿En un edificio o en un desarrollo, cuál es la meta? Más allá de la conservación del agua y la sustentabilidad, ¿cómo conciben su labor?
PA: Si observamos todo lo que hemos hablado en torno a nuestros principios: sustentabilidad, conservación del agua, ¿qué implican? Menores costos. Lo cual significa diseñar productos que representen un menor costo de propiedad. Entonces, cuando diseñas un producto no lo haces pensando en que dure un par de años, sino mucho más tiempo. Muchos de nuestros productos han estado en operación por 50, incluso 80 años al día de hoy. De hecho, hay un proyecto en México que tiene productos Sloan instalados desde hace 60 años y siguen en operación: la Embajada de Estados Unidos. Eso es a lo que nos referimos con un bajo costo de propiedad total para el usuario final. Esos son los factores clave.
En un baño comercial entra todo tipo de personas y con las experiencias y los antecedentes más variados. Una de las situaciones que ocurre con frecuencia en este tipo de sitios es el vandalismo. En lo que hemos trabajado durante más de 100 años es en ofrecer productos durables. Por supuesto, nada es ciento por ciento durable, pero buscamos brindar la mayor durabilidad
Lo que permite que esto ocurra es la tecnología, el conocimiento de la industria, la información, las experiencias que hemos tenido alrededor del mundo en diferentes ambientes, desde el cuidado de la salud, hasta estadios, arenas, edificios de oficinas, estaciones de trenes, aeropuertos, escuelas, universidades; de toda esta variedad de experiencias. Para nosotros es aprender de cada experiencia y entregar valor de lo que aprendimos. Cada sitio tiene necesidades distintas, y el punto es atenderlas a todas.
Finalmente, tratamos de crear experiencias, que el usuario no se preocupe del lugar al que está entrando, sino de que piense: “voy a tener una gran experiencia y al salir voy a estar seguro, mis manos van a estar limpias y me sentiré satisfecho”.
Algo que no había mencionado es que nos especializamos en baños comerciales. Y en un baño comercial entra todo tipo de personas de todo el mundo y con las experiencias y los antecedentes más variados. Una de las situaciones que ocurre con frecuencia en este tipo de sitios es el vandalismo. La robustez del producto. Las personas podrían pensar que no pueden instalar una llave residencial en su sitio comercial, porque no cumple con los estándares, pero más allá de eso, el uso y el mal uso de los productos está siempre presente. En lo que hemos trabajado durante estos más de 100 años es en ofrecer productos durables. Por supuesto, nada es ciento por ciento durable, pero buscamos acercarnos lo más posible a la mayor durabilidad.
E: En este sentido, ¿cómo deberían pensar los usuarios en Sloan en sus respectivos desarrollos?
TG: Es una muy buena pregunta, y creo que la respuesta depende de a quién se lo preguntes. En la cadena de suministro, tienes al usuario final, al arquitecto, al propietario; si le preguntas al propietario, te diría que necesita un producto confiable, fácil de mantener y que no le dé problemas; si le preguntas al arquitecto, probablemente esté más preocupado por la estética. Entonces, tratamos de cubrir todas las necesidades, de modo que sea adecuada no sólo para el especificador, sino para el propietario, el usuario y la persona que le va a dar mantenimiento. El Aerdeck, por ejemplo, lo diseñamos de tal manera que si le tienes que dar mantenimiento o reparar alguna parte del sistema sea sencillo. Tienes acceso a todas las partes desde arriba.
E: ¿Qué tal difícil es cubrir cada una de las necesidades?
PA: No es difícil si entiendes la necesidad. Uno de los objetivos que hemos asumido en Sloan desde hace tiempo es entender las necesidades no cubiertas, reunimos bastantes ellas y tratamos de cubrirlas con nuestros productos. El Aerdeck es un ejemplo de esto. Contar con un despachador de jabón, un grifo y un secador de manos en un mismo producto nació de la observación y de preguntarle a las personas cuáles eran sus principales necesidades. Al hablar con los operadores, nos mencionaban que el secador de manos estaba del otro lado del cuarto de baño, y cuando las personas caminaban hacia él, goteaban agua en el piso y se resbalaban. En los aeropuertos, el accidente número uno son los resbalones en el baño. De igual modo, si no hay una secadora de manos, sino toalla de papel, el problema de que las personas tiren el papel mojado en el piso y se acumule y las personas que entran piensan “está sucio”. Con base en esas experiencias, pensamos en cómo cubrir todas esas necesidades, en colocar todo el paquete en un solo producto y que además luciera bien. Eso fue lo que hicimos. Nadie nos dijo: “necesito algo que tenga las tres cosas en un solo producto y, además, que luzca bien”. Fue algo que nosotros pensamos con base en las necesidades no cubiertas que observamos. Luego viene el otro problema: “qué significa lucir bien”. Todo este proceso es lo que estamos llevando a cabo en Sloan y lo estamos haciendo bastante bien.
Y si lo ves desde la perspectiva del usuario, cuando vas a un restaurante, si la experiencia en el baño es buena, al salir, tú o tu esposa o tu novia, es muy probable que piensen que el resto de la experiencia será buena, que la comida y el servicio serán buenas. En cambio, si la experiencia fue terrible, regresarás a tu mesa pensando que es un mal lugar y que quieres salir de ahí. Y este es sólo un ejemplo de la vida cotidiana. En un viaje de 24 horas, tendrás que utilizar el baño en algún lugar en algún momento, generalmente un baño comercial, ya que no estás en casa. Entonces, lo que buscamos es brindar una gran experiencia.
Para mí, el baño es un punto de conexión muy importante y los arquitectos y diseñadores se están dando cuenta de ello. En el pasado, el diseño del baño se dejaba a los consultores de ingeniería. Ahora, esa parte también está teniendo una atención diferente, con pisos más bellos, techos de bambú, fluxómetros ocultos, con bellos diseños.
TG: Claro, no es un proceso sencillo, pero gran parte de lo que hacemos es hablar con los clientes para saber qué es lo que necesitan. Pero muchas veces también sucede que los usuarios no saben lo que necesitan. Entonces, nosotros tenemos que descubrirlo y desarrollar un producto que cubra una necesidad sin que ésta haya sido notada.
E: Regresando un poco al tema de la innovación, ¿por qué consideran que se demoró tanto en incorporarse como práctica cotidiana?
PA: Ante la ausencia de demanda del consumidor, las personas mantienen las prácticas tal como las han llevado a cabo desde hace tiempo. Otro tema es que la industria no es tan grande en términos de competidores. En muchas partes del mundo la cantidad de competidores es limitada, y cuando es así, la innovación tarda en ocurrir. Pero entonces alguien externo a la industria llega y decide que va a ser disruptivo sólo haciendo las cosas de manera diferente, más bellas: mejores. En Sloan, la innovación que desarrollamos, el Truflush, surgió de darnos cuenta de que se estaban canibalizando nuestros productos, porque se instalaban los mismos desde hace muchos años. Entonces decidimos ser disruptivos nosotros mismos o alguien más encontraría la forma de hacerlo. Es también una posición muy difícil ser el líder de la innovación, generalmente lo disruptivo proviene de fuera, de compañías nuevas que buscan la manera de hacer las cosas diferentes. La industria es tan pequeña, relativamente hablando, que sólo algunas compañías como Sloan están asumiendo el reto de ser disruptivos.
TG: Añadiría que si observas la industria de la plomería en general, la mayoría de los componentes suelen estar detrás del muro, por lo que no se les solía prestar mucha atención, no había sido una prioridad buscar la manera de mejorarlos o hacerlos lucir mejor, por lo que siguió del mismo modo. Pero creo que esa mentalidad está cambiando, la gente está comenzando a pensar cómo puede mejorar el producto, cómo puede hacerlo más bello.
E ¿Dónde observan la compañía en cinco años en México?
TG: Nos gustaría que la compañía fuera el líder en distintos segmentos; por ejemplo, somos líderes en innovación, somos líderes en oferta de productos. Ninguna otra compañía cuenta con el portafolio de productos con el que contamos, no sólo en fluxómetros, que es nuestro negocio principal. Entonces, nos gustaría ser uno de los principales jugadores del mercado nacional y duplicar nuestra participación y contribuir, no sólo a cubrir las necesidades de nuestros clientes, sino al desarrollo de las personas que conforman el equipo de Sloan en México.
PA: Me gustaría que se reconociera a Sloan en México como un líder en sustentabilidad, que se diga que vinimos a ayudar al mercado, a la economía y a la población a hacer la sustentabilidad hídrica parte de sí. Que las personas se pregunten cómo lo hacemos e intenten seguir por el mismo camino. Ese es el legado que queremos dejar.