Por Ángel Martínez
Esperanza Ocampo se enteró de la Gira de Capacitación URREA por un anuncio que vio en el metro, e inmediatamente pensó en la gotera que ha tenido durante días en su lavabo. Desde Tultitlán, en el Estado de México, llegó hasta Rómulo O´Farril, al 546 de la colonia Olivar de los Padres, en donde URREA impartía por tercer año consecutivo un curso especial para mujeres, y cuya intención se sintetiza en su eslogan: “Hazlo Tú Misma”.
Además de Esperanza, alrededor de 30 mujeres escuchan al ingeniero José Luis Soler Romero, quien se desempeña como Coordinador de Capacitación y Eventos Especiales en URREA. Atentas, las mujeres apuntan, dibujan, escriben, alzan la mano. El ingeniero ha decidido dividir la sesión en dos partes. La primera, teórica, en el que las asistentes conocerán la marca, su oferta de productos y sus materiales de fabricación; es decir, tanto sus características como sus beneficios. La segunda parte, práctica.
“Hace tres años comenzamos a impartir este curso para mujeres porque vimos que a los cursos para hombres venían damas. Aquí se formaron como plomeras, y luego hicieron un grupo para dar servicio. Entonces, aparte de que se certificaron aquí, también se certificaron en otras áreas, como son electricidad, gas o aire acondicionado, no sólo para ser plomeras, sino para ser asesoras de servicio”, comenta el ingeniero Soler.
Patricia Saldívar es estilista, aunque reconoce que tiene inclinación por tomar cualquier clase de curso que se le presente; de hecho, ahorita mismo está tomando otro que se enfoca en inmuebles. Llegó al Curso porque cree que éste complementa aquél. Asegura que muchas veces uno puede ver las instrucciones escritas sin llegar a comprenderlas del todo. Por el contrario, el realizarlas lo vuelve todo más sencillo.
Abraham Sinoe Nieto funge como Coordinador de la Gira del Plomero en la CDMX. Después de que el ingeniero Soler termina la explicación teórica, Sinoe indica a las asistentes cómo se realizará la parte práctica: cinco mujeres por módulo. El ingeniero Soler se instala en el segundo. Gracias a su micrófono de diadema, las indicaciones se escuchan perfectamente en todo el recinto. Primero, cada equipo de mujeres debe instalar una mezcladora para baño. Después, una mezcladora para cocina. La práctica incluye instalación y desmontura de todos los equipos.
“La impresión que nos deja URREA Hazlo Tú Misma es la capacidad de conocimiento; el que ellas también pueden y esto demuestra que aun estando en un país que mantiene una brecha entre los roles de género, las mujeres destacan y pueden hacer labores como ésta. Vemos muy positivo que ellas lleven ese conocimiento a su hogar y que puedan ejercerlo en caso de tener algún imprevisto”, comenta Sinoe Nieto.
Elizabeth trabaja en el área administrativa de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se enteró del curso precisamente cuando fue a comprar un par de llaves. Se comunicó al teléfono indicado pero, en realidad, confiesa, le interesaba inscribir a su marido al curso para hombres “de 20 horas”, pero ya estando en la llamada de registro se convenció de que no perdía nada, y ganaba mucho.
Después de instalar y desinstalar las dos griferías, ahora la treintena de mujeres tiene que instalar un monomando en su respectivo lavabo. Las mujeres atienden. Los representantes de URREA las asisten. El ingeniero Soler se enfoca en su grupo pero es lo bastante atinado para responder a las dudas de las demás compañeras. “Eso es un cartucho para maneral”; “hay que poner la tapa debajo de la mezcladora”, “No olviden darle mantenimiento al aireador del monomando”, se escucha a través de las bocina.
URREA «Hazlo Tú Misma» forma parte de la Gira de Capacitación que, año tras año durante los últimos 13, promueve para capacitar a plomeros a lo largo y ancho de la República. Su itinerario, en la actualidad, comprende prácticamente todo el país: Ciudad de México, Puebla, Xalapa, Guadalajara, Saltillo, Monterrey, Querétaro, Ciudad Obregón… Hasta culminar en su planta de producción, en Guadalajara. Al finalizar el taller, 20 horas en total, el instalador no sólo recibe un reconocimiento de la compañía, sino otro expedido por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, que se ha vuelto un compañero de viaje para URREA.
No obstante, en el caso de las mujeres que toman este curso hay una satisfacción especial. El mismo ingeniero Soler lo resalta: “Ustedes pueden ver la satisfacción en el rostro de cada una de ellas, de saber que hicieron algo que no creían que podían hacer. Eso hace que salgan más seguras de implementarlo en casa”.
“Ahorita tengo una gotera en el lavabo y me voy convencida de que puedo repararla”, asegura Esperanza; “Me gustó mucho por la parte práctica. Siempre se puede aprender algo nuevo”, dice Patricia sonriendo; “No es nada difícil y aprendí algo que no sabía”, comenta Elizabeth con aire de satisfacción.
«¿Qué mitos desean derrumbar con estas capacitaciones”, le pregunto al ingeniero Soler. “Que la dama no puede hacer las cosas. Sí las puede hacer, puesto que están adquiriendo muchos trabajos de hombre. ¿Por qué? Porque tienen el potencial para hacerlo”, dice el ingeniero. Y dice bien.